Mármol de Alicante eligió en su última Asamblea General de Socios como nuevo presidente para los próximos dos años a David Beltrá Torregrosa, empresario noveldense muy conocido por su implicación en diferentes ámbitos culturales y empresariales, como el Museo del Mármol, la Uva y el Azafrán (MUAN) que se proyecta en el antiguo muelle de carga de La Estación. La patronal del marámol nació en 1977 con el objetivo de defender los intereses y reivindicaciones comunes de las empresas que se dedican a la piedra natural. Ahora, inicia una nueva etapa en la que Beltrá estará acompañado por una Junta Directiva que mezcla la experiencia y la juventud.
Pregunta.- ¿Cómo ve el sector de la piedra en la Comunidad Valenciana? Respuesta.- El sector no está en su mejor momento y lleva casi una década de continuos reajustes. Aquí nos encontramos con tres partes muy diferenciadas: la extracción de la piedra, la transformación y la comercialización del producto. Hace 15 años, muchas empresas estaban totalmente integradas y cumplían las tres partes. Pero con la crisis, todas tienden a la especialización y a posicionarse donde tienen más fortaleza. Afortunadamente, en la provincia de Alicante contamos con numerosos yacimientos, como el Crema Marfil, el Rojo Alicante o el Bateig de Novelda, que son explotados por nuestros asociados. En otras partes de la Comunidad, como Valencia y Castellón, donde también hay empresas que pertenecen a Mármol de Alicante, cuentan también con otros yacimientos y colores.
P.- En Novelda la crisis ha tenido un gran impacto. R.- Yo lo he vivido personalmente. Durante los últimos años hemos visto cómo otros compañeros de viaje han tenido un devenir diferente al nuestro. Han sido 10 años de crisis en los que, en ocasiones, el mercado internacional nos ha acompañado positivamente, pero a nivel nacional ha sido siempre un mercado muy complejo al que, por cierto, todavía le quedan por sufrir muchos reajustes.
P.- ¿Han salido más reforzadas las empresas que han sobrevivido? R.– Las que desaparecen al final dejan la experiencia y el capital humano que ha colaborado en su trayectoria. La mayor parte de los empresarios que han trabajado en el sector se quedan para situarse en la parte comercializadora. Ni todo el mundo puede hacer de todo, primera lección de una crisis como esta, ni todos pueden hacer lo mismo, porque si no, no habría viabilidad.
P.- ¿A qué retos se enfrenta Mármol de Alicante en esta nueva etapa? R.- El más inmediato, nuestra propia consolidación. Hasta el momento hemos demostrado que podemos hacer cambios y reajustes internos para afrontar nuevas metas. Pero el proyecto pasa por conseguir más y mejor representación de los tres subsectores que representamos. Cada eslabón de esta cadena tiene sus necesidades propias, pero todo va unido y no puede convivir ninguno sin el otro, aunque tengan visiones y necesidades diferentes.
Por otro lado, nos encontramos la necesidad de encontrar ayudas a la regularización administrativa de los yacimientos de mármoles de la zona. Es algo en lo que vamos a seguir trabajando porque no puede haber yacimientos que no estén totalmente regularizados. En este sentido, estamos ya trabajando en un plan especial de colaboración entre Pinoso y La Algueña en el que han colaborado las administraciones para conseguir una proyección y regularización de esa zona para los próximos 30 años. De aquí depende, en gran parte, el sector.
En cuanto a la mano de obra que se ha quedado en el camino, queremos poner en marcha un Plan Industrial que determine qué cosas diferentes se pueden hacer para aprovechar la experiencia de esa mano de obra cualificada que está sin trabajo en estos momentos.
Otro de los retos importantes de esta asociación en los próximos años es conseguir tener voz y voto allá donde sea interesante estar representados. En estos momentos formamos parte de un clúster del mármol a nivel nacional, pero pertenecemos también a otras entidades como FIECOVA o la patronal CEV.
P.- Para conseguirlo se ha rodeado de una Junta Directiva que mezcla la experiencia de unos y la juventud de otros. R.- Hay ciertos retos que están sobre la mesa que estamos continuando. Yo formé parte de la anterior Junta que presidía Eugenio Arques, que también se ha quedado en la actual, pero hay nuevas incorporaciones con gente joven y con empresas de diferentes tamaños y formas de trabajo. Hay que aprovechar que contamos con visiones diferentes porque la convivencia intergeneracional es muy interesante.
P.- ¿Qué hay de la digitalización del sector que propone el analista Anil Taneja? R.- Yo creo que este tema es un gran reto para todos nosotros. Más del 50% de las exportaciones de España provienen de la Comunidad Valenciana, y la provincia de Alicante acapara más de la mitad de esas exportaciones. La competencia, que es el producto cerámico, tiene la posibilidad de adaptarse mucho más rápido a las modas, y nosotros somos más lentos en ese sentido. Aún así, creo que cada empresa debe hacerse un autodiagnóstico para conocer en qué nivel de digitalización está. Desde la asociación vamos a intentar inculcar esta cultura que nos ayudará a adaptarnos mejor al futuro.
P.- También es importante la promoción tradicional en las ferias anuales. R.- La presencia de las empresas de la piedra natural en las ferias nacionales e internacionales ha sufrido una decadencia en los últimos años por la falta de recursos. Este año hemos conseguido apoyo institucional para crear la «Stone Gallery» de CEVISAMA, un espacio expositivo que ha sido subvencionado en un 75% a través del IVACE. Creo que la tendencia está cambiando y se ha despertado de nuevo ese interés por exponer en feria. La asociación ya no tiene que hacer la labor de promoción que hacía hace 20 años, sino ayudar a las empresas a estar presentes en todos estos eventos. Nuestra intención es repetir el modelo de CEVISAMA en otras ferias como la de Verona.
P.- En cuanto a la gestión medioambiental de los residuos, ¿qué planes tiene? R.- Desde Mármol de Alicante apostamos por la regeneración de espacios mediante el depósito de inertes. Creemos que es algo que nos permite conseguir depositar estos subproductos de una forma totalmente legal y ademá s amable y sostenible con el medio ambiente. En esta línea, estamos regenerando espacios que han sido dañados, aunque sea por otro sectores, pero me gustaría incidir en que no producimos ninguna contaminación más allá que la visual.
P.- ¿Por qué muchas empresas apuestan más por la exportación que por la producción en el lugar de origen? R.- Es una forma de aumentar la demanda de un material de una zona. Produciendo aquí no llegaríamos a un precio acabado en determinados mercados. Por eso, lo que no hay que perder nunca es la capacidad productiva mínima para seguir mandando en ese mercado.
P.- Y Novelda es un lugar estratégico para la exportación. R.- Su situación es lo que, precisamente, nos ha ayudado a tener un papel importante a lo largo de la historia. Novelda ha demostrado que sabe adaptarse a las fortalezas que le rodean, como la vía del ferrocarril o el posterior transporte por carretera.
P.- ¿Qué necesitan las empresas del sector? R.- Las empresas tienen gran experiencia, buen conocimiento del mercado y un buen saber hacer. Nos gustaría que la economía internacional despejara todas sus dudas para que las empresas del sector puedan aprovecharlo. Pero para todo eso necesitamos un cambio de mentalidad. El futuro pasa por especializarse y acomodarse a las nuevas formas de trabajar de cualquier producto. Tenemos que dar respuestas integrales y globales.
