“En 1979 el pueblo dio la victoria a los vencidos de 1939”

Entrevista al historiador noveldense Mario Amorós, autor de «Novelda: la Transición en la memoria»

El 29 de mayo, en el marco de los actos organizados por el Ayuntamiento para conmemorar el trigésimo aniversario de las elecciones municipales de 1979, la Casa de la Cultura acogió la presentación del libro Novelda: la Transición en la memoria, escrito por el historiador Mario Amorós y editado por el Ayuntamiento. Este periodista, doctor en Historia por la Universidad de Barcelona y especialista en Chile (sobre cuyo pasado reciente ha publicado cinco libros), ahonda en la evolución social y política de Novelda durante los años 70 de la mano de los testimonios de quince protagonistas de aquellos años. Mario Amorós, quien vive en Madrid desde 1991, regresa a través de este libro también a los años de su infancia en Novelda.

– ¿Por qué decidió escribir este libro?

– En diciembre de 2005, el jurado del XII Certamen de Investigación “Jorge Juan”, convocado por el Ayuntamiento de nuestra ciudad, premió mi proyecto de investigación “La Transición Democrática en Novelda. Una mirada histórica construida a partir de las fuentes orales”. Apenas hacía tres semanas que mi padre, Francisco Amorós Ribelles (a quien dedico el libro), había fallecido después de sufrir durante un año un cáncer que fulminó su vida de manera cruel. Después de diez años de investigación sobre la historia reciente de Chile, mi motivación para emprender este trabajo era conocer y analizar cómo se desarrolló aquel periodo histórico decisivo en Novelda y también revivir los años en que mi padre y sus compañeros lo dieron todo por reconstruir el Partido Comunista en nuestro pueblo y organizar un gran sindicato de clase como Comisiones Obreras.

– ¿Cómo se estructura el contenido?

– Además del prólogo de José María Tortosa, catedrático de la Universidad de Alicante, y del epílogo de Paco Jover, presidente de Amics de la Cultura, el libro consta de once capítulos, que se inician con una información mínima, pero imprescindible, sobre los orígenes del movimiento obrero local de matriz marxista (en el primer tercio del siglo XX), los días de la República y la guerra civil, así como la brutal represión fascista de los años 40. El segundo y el tercer capítulo nos sitúan en el umbral de la Transición, que, desde mi punto de vista, en Novelda “empezó” con la fundación de Amics de la Cultura en junio de 1971. En poco tiempo, esta asociación cultural ofreció el “paraguas” de su legalidad como cobijo para aquellos noveldenses con más inquietud por la reconquista de la democracia. Es muy interesante también el debate que se produce en el segundo capítulo sobre si a la altura de 1970 perduraba en nuestra ciudad la división entre vencedores y vencidos de la guerra civil. La parte central del libro se refiere a la muerte del dictador, la reorganización de los partidos de izquierda (PCE y PSOE), la formación de Comisiones Obreras y de la Unió de Llauradors i Ramaders, la reaparición del sindicato histórico de la clase obrera noveldense (la UGT) y también la recomposición de la derecha tras la dictadura, dividida entre la UCD y Alianza Popular. Los tres últimos capítulos examinan las elecciones municipales del 3 de abril de 1979, en las que el pueblo otorgó una amplia victoria a los vencidos de 1939, la constitución de la primera corporación democrática después de cuatro décadas de fascismo y algunas reflexiones finales sobre aquellos años de miedo, lucha y esperanza.

– Su trabajo se apoya esencialmente en los testimonios de protagonistas de la Transición en Novelda…

– Así es. La historiografía sobre la evolución de Novelda a lo largo del siglo XX es ínfima, por lo que era obligado, y un desafío apasionante, localizar a buena parte de los protagonistas de la Transición en Novelda. En el libro toman la palabra, por ejemplo, Daniel Monzó (principal dirigente del PCE y CCOO en aquellos años), Salvador Sánchez Arnaldos (alcalde entre 1979 y 1993 y dirigente socialista), Ramón Martínez (destacado dirigente de AP), Vicente Segura (concejal de UCD en la primera corporación y empresario del mármol), José Luis Amorós (presidente de la Unió de Llauradors i Ramaders entonces), Pedro Berenguer (dirigente de UGT), Jesús Navarro Valero (propietario de Carmencita y empresario también agrícola y del mármol) o Francisco Jover (presidente de Amics de la Cultura). Asimismo, he consultado la prensa de la época, desde la local (los boletines del PSOE o la UCD, por ejemplo), a la provincial (Información) y la nacional (El País).

– ¿Qué testimonios son más llamativos?

– Realicé todas las entrevistas en marzo de 2006, ya que las bases del Certamen de Investigación exigían que el trabajo fuera entregado muy pronto y tuve que remitirlo en marzo de 2007. Me llamó sobremanera la franqueza y la sinceridad de todas las personas que entrevisté al responder a mis preguntas. Por ejemplo, el empresario Vicente Segura, propietario de Visemar, me comentó que a la altura de 1975 sentía temor ante la posibilidad de que el sistema capitalista fuera derrotado por las fuerzas que luchaban por el socialismo. O sentí una gran emoción cuando Daniel Monzó me relató con un gran sentimiento las emocionantes horas de aquel 9 de abril de 1977, el “Sábado Santo rojo”, cuando el Partido Comunista conquistó la legalidad. No obstante, a mi juicio, las páginas más conmovedoras son las que se refieren al día de la constitución de la primera corporación democrática elegida el 3 de abril de 1979. Aquella jornada tuvo lugar el 19 de abril de aquel año en una casa del Ayuntamiento abarrotada de ciudadanos que aplaudieron a todos los concejales electos. Lo más significativo de aquel día, desde mi punto de vista, fue que el pueblo entregó una amplísima mayoría (diez concejales socialistas y tres comunistas) a las fuerzas políticas derrotadas en 1939 y brutalmente perseguidas durante cuarenta años con la cárcel, las humillaciones cotidianas, la tortura y el exilio. La memoria de aquella jornada es muy emocionante y nos hace revivir aquellos días.

– ¿Es un libro objetivo?

– Creo que la objetividad es posible en las matemáticas, pero no en la ciencia histórica. Sí creo en la honestidad y en el rigor, en el trabajo con las fuentes históricas, en la exposición clara de los hechos desde la perspectiva del historiador y en el planteamiento sincero de sus objetivos y opiniones. El libro no pretende ser la “historia oficial y definitiva” de la Transición en Novelda, sino una aproximación a aquellos años y, de manera mucho más general y superficial, a los hechos capitales del siglo XX en nuestra ciudad. Sí tiene un objetivo muy ambicioso: despertar y estimular el interés de los estudiantes por el pasado de nuestro pueblo. Creo, por ejemplo, que hay pendiente una gran investigación sobre la UGT y el PSOE en Novelda desde su implantación (en el caso del PSOE en 1907, con la creación de la primera agrupación socialista local) hasta la derrota de 1939. En este libro toman la palabra representantes de las principales fuerzas políticas de la Transición en nuestra ciudad (PCE, PSOE, UCD y AP), dirigentes sindicales de CCOO, la Unió de Llauradors i Ramaders y la UGT y dos de los empresarios más importantes de la ciudad. Cuanto menos, la pluralidad de voces y opiniones avalan su interés y le otorgan un cierto valor. Y para mí es un orgullo, que agradezco en particular a Víctor Cremades (concejal de Cultura y Patrimonio), que el Ayuntamiento de Novelda lo haya publicado.

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