Un año más, y como cada primer lunes de agosto, la imagen de Santa Mª Magdalena dejó la Iglesia de San Pedro para volver a su morada en el santuario. Gran afluencia de ciudadanos cumplió un año más las expectativas para el acto que pone el punto y final a las fiestas patronales y de Moros y Cristianos de Novelda.
A las 5.30 h. de la mañana comenzó la primera de las tres misas celebradas en la parroquia de San Pedro. A las siete de la mañana la imagen salía del templo para dirigirse en procesión por las calles de Novelda, parando, como es tradición, a la altura del edificio de la familia de Daniel Beltrá “El Roget” en la calle Emilio Castelar. Allí, los miembros de la familia dejaron caer la tradicional “lluvia de aleluyas” –más de 15.000 este año- dedicadas a Santa María Magdalena. También a la llegada de la Imagen al inicio de la Calle San Roque, se soltaron las palomas por parte de la familia Soria.
La Santa estuvo, además, acompañada por la imagen de San Pedro, patrón de la ciudad. Un grupo de devotos decidieron portar este año al santo, que acompañó a la procesión hasta la calle San Roque, donde la despidió. Los portadores realizaron dos “alzadas”, una a la salida de la Santa de la Iglesia y otra a la hora de despedirse.
La Santa, tras hacer parada en San Roque y en la Casa Pinos –donde se despide de ella mucha gente- comenzó su romería hasta la explanada del santuario en el entorno de La Mola, donde le aguardaban cientos de personas. Una vez en casa, el párroco de San Pedro, Francisco Rayos, devuelve a Santa Mª Magdalena a su lugar en el camarín, donde presidirá el altar hasta el año que viene.
Como novedad, el alacalde, Fran Martínez, y el concejal de Fiestas, Iván Ñíguez, han acompañado a la Santa durante todo el recorrido de la romería.
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Si fuera socialista me moriría de verguenza.
Pero no lo soy.
Y sospecho que estos dos costaleros tampoco.