El viaje fue toda una lección de arte del siglo XV hasta nuestros días, gracias a las visitas guiadas de edificios como el Convento Santa Catalina, la Fuente de los Leones, la Puerta de Jaén, la Iglesia de San Pedro, el Palacio Rubín de Ceballos, y la Santa Iglesia Catedral de Baeza y el Palacio del Marqués de la Rambla, el antiguo Convento de la Victoria, la Iglesia de San Isidoro, o la Torre del Reloj en Úbeda.