POLÍTICOS DE DUDOSA REPUTACIÓN
La corrupción, léase, el devaneo del político con las eróticas del cargo y su veleidad por los pasadizos oscuros en donde el euro se atrapa al socaire de influencias, fue tema de acalorada –y respetuosa- discusión no hace mucho entre inteligentes compañeros del Facebook. Para acotar el fuego, convendría apuntar que la idea central gravitaba acerca de la conveniencia o no de apartar de la carrera a todo aspirante a cargo público sobre el que se hubiera formulado una imputación formal, o ya una mera acusación admitida por un juez a ese propósito. El tema no es manco, oiga. Hace poco, antes de las locales, me llegó un correo con una lista de los políticos imputados en España que se presentaban a diferentes circunscripciones, y que por su número, puestos así, en fila india, bien podrían haber hecho el tren de extremo a extremo en la Gran Vía madrileña. Porque de políticos con “dudosa reputación”, o sea, imputados, aquellos que vienen siendo investigados por un presunto hecho delictivo, está regado el patio patrio, a modo de una plaga que se retroalimenta de su propio vicio; “dudosa reputación”…, algo que me trae a la memoria la anécdota de aquel noveldense que al disponerse a entrar al Casino del pueblo y verse discretamente amonestado por el conserje de turno dado que las dos señoritas que le acompañaban, resultaban, a los ojos del decoro, mujeres de “dudosa reputación”, contestóle a su vez al conserje con no menos educación y firmeza: “Se equivoca usted, señor: las señoritas de dudosa reputación, son las que están dentro -señalando en un ademán hacia las profundidades de los jardines-: estas, muy señor mío, ¡son putas!, ¡de los pies a la cabeza!”, despidiéndose del lugar con un giro displicente y estrellando cada una de sus manos abiertas como platos contra las nalgas de sus acompañantes en señal de ego saciado.
El asunto exige temple y, como poco, pasar por el cedazo de la prudencia determinados aspectos. Una imputación es algo serio, desde luego. Pero no es más, en palabras de la calle, que la asunción por el juez de un hecho para su estudio y cotejo acerca de “dudas razonables” que señalan a cierto político como susceptible de haber cometido un delito en el desempeño de sus funciones. Pero en modo alguno debería implicar culpabilidad anticipada, prejuicio, por aspavientos que la prensa levante a favor o en contra de alguien en la opinión pública, generando, por ende, los tan dañinos (e inevitables) juicios paralelos. Valencia, lo sabemos, es un vivero de “dignidades” en el aire. Ya que nos coge cerca, lo cito. Pero Valencia, y otras tantas localidades. Sin embargo, no deberíamos orillar la posibilidad de que alguno o varios cargos públicos, encontrándose incursos en una investigación judicial, desembocara su proceso en una absolución sin cargos. Esa posibilidad –real-, sólo por esa que lo fuera, y en aras al principio de legalidad, de la seguridad jurídica y del derecho a una defensa justa, es lo que a “obliga” de desechar la “condena” preventiva de quien aún no fue oído, ni mucho menos, ponderados sus elementos de defensa. ¿Quién restituiría al político apartado temporalmente, perdido su tiempo, expulsado del servicio público… por una sospecha que deviene a los años en errónea o interesada? ¿Quién rearmaría su honor? La lengua no tiene hueso, decía un amigo mío. Y repela el plato, lo engulle y casi tritura, añadiría yo. Sin caries posterior.
¿Pero quiero con esto decir que la voz de la calle no debe pronunciarse? En absoluto. Es “exigencia”, muy al contrario, que lo haga…, que eleve el tono, grite y denuncie. Por evitar el “borreguismo”, la manipulación, el oscurantismo…, por preservar la libertad de expresión y por erigirnos, todos, en personas pensantes, responsables y libres, hasta donde alcance este concepto. Pero de ahí a vestirnos con la toga, acallar a las partes y castigar a alguien, bien preventivamente, por una trayectoria con lunares pendientes de estudio, deviene en un rapto sin retorno del espíritu del sistema democrático; en una violación, incompensable, de la más insigne de las presunciones: la presunción de inocencia. Y si algún día ésta se resquebrajara y contemplara su otra cara de la moneda, su predecesora, la presunción de culpabilidad, genéricamente formulada, todos los avances y conquistas de derechos que tantas vigilias exigieron a nuestros predecesores, habrían abocado en retales inútiles…, inútiles para una protección del ciudadano, ya, inútil.
¿Cómo asegurar un sistema sin corruptos? ¿Es posible? ¿Eliminando a los imputados, de cuajo, en bloque?
Por el mero resquicio, por reducido que éste sea, de que un político, uno sólo, o un periodista, abogado o arquitecto, estuviera siendo equivocadamente investigado, nadie debería ser privado, ni preventivamente, de ninguno de sus derechos de defensa, ni por supuesto del ejercicio de los civiles. Hasta que la certeza del juez, en aras al principio de legalidad y de seguridad jurídica, lo fuera indubitada. Entonces sí. A saco. Pero escuchemos a las partes. Todos necesitados ser escuchados.
Art. de opinión de Juanjo Payá, periodista
Después del 22-M
No existen batallas sin vencedores y vencidos. Y eso es lo que ha ocurrido en las pasadas elecciones municipales del 22 de mayo en Novelda, que ha otorgado una mayoría absoluta al Partido Popular (con el 49% de los votos) y una alarmante debacle en el resto de partidos de izquierdas (PSOE, Esquerra Unida-Els Verds y el Bloc) donde únicamente UPyD, el partido que lidera Armando Esteve, se ha librado de la hoguera.
l partido del puño y la rosa del socialista Mariano Beltrá ha sufrido el mayor castigo de su historia por parte del electorado, reduciendo de ocho a cinco concejales su representación en el Ayuntamiento. Los 3.071 votos cosechados están muy lejos de los alcanzados en otras épocas y, sobre todo, representan unos alarmantes y preocupantes resultados para un partido que siempre aspira al Gobierno. Aún así, el PSOE continúa como la segunda fuerza del municipio, pero qué duda cabe que ni el más pesimista de los socialistas noveldenses auguraba una derrota de estas características.
Los efectos de la crisis económica y, sobre todo, los aliados de Gobierno con que Mariano Beltrá ha compartido legislatura durante estos últimos cuatro años (con Bloc, Esquerra Unida y Els Verds) han debilitado enormemente al PSOE. También ha tenido su responsabilidad en todo este panorama el portavoz socialista Benigno Martínez, porque con él en el Gobierno, jamás el PSOE de Novelda se ha sentido tan frágil y vulnerable en sus constantes enfrentamientos dialécticos con el popular Rafa Sáez en los plenos.
Así pues, después del 22-M, cabe ahora una reflexión en las filas del partido socialista… ¿Cambio ligero o radical? Es la pregunta que suena con más fuerza entre militantes y simpatizantes, conscientes de que ha llegado el momento de mover ficha e iniciar un proyecto ilusionante con el que atraer el electorado descontento para los comicios del 2015. Pero todo pasa por los próximos movimientos de su líder Mariano Beltrá, por las posibles dimisiones y por quién asumirá el nuevo papel de portavoz socialista en el Ayuntamiento. Un cargo que, en principio, debería recaer en Mariano Beltrá, aunque las presiones del sector más crítico con el partido (Benigno Martínez se ha atrevido, pese a todo el daño originado en el PSOE, a pedir la cabeza de Beltrá) podría desembocar en un cambio de planes. En cualquier caso, José Manuel Martínez, Secretario General del PSOE en Novelda, tiene también todas las papeletas para asumir la portavocía del grupo socialista en la oposición.
El Plan B (es decir, el plan radical) constaría de una clara apuesta por la renovación en el PSOE, con la introducción de caras nuevas e ideas con las que enderezar tan agrio panorama. Sería algo así como un proyecto base, que partiría de un punto cero, de tal modo que pueda repararse desde los cimientos los errores acumulados. ¿Y habría llegado en este caso la oportunidad del empresario Jesús Navarro, quien ya reconoció su deseo de presentarse a la alcaldía de Novelda por las siglas del puño y la rosa? Quizás sí o quizás no, pero en caso de escoger este Plan B, el PSOE estaría necesitado urgentemente de un líder que aporte carisma e ilusión sobre el nuevo proyecto político.
UPyD, el partido liderado en Novelda por Armando Esteve, ha sido el gran beneficiado del 22-M, debido en parte a la “transfusión de votos” que ha recibido de los votantes de izquierda descontentos con sus respectivos partidos. Son 1.854 votos que le han concedido tres concejales, aupando UPyD a la tercera fuerza política de Novelda. Unos resultados, sin duda, exitosos para un partido que se ha presentado por primera vez a los comicios municipales y que, a su vez, ha manejado unos bajos recursos económicos para la campaña, lo que demuestra que los ciudadanos de Novelda no se dejan llevar por los cartelitos o regalitos de la calle, sino por las propuestas electorales y el trabajo bien realizado.
Armando Esteve ha aprovechado las nuevas tecnologías para darse a conocer y atrapar un electorado que mira con desconfianza a sus políticos. Por eso, una de sus señas de identidad durante toda la campaña, han sido los ataques a la corrupción política. A Esteve se le ha visto con asiduidad en los plenos, se ha movido con inteligencia y ha captado con rapidez lo que le pedían los ciudadanos (anunció con antelación que no pactaría con ningún partido para formar Gobierno).
Con todo, Armando Esteve no ha conseguido nada y su entrada en el Ayuntamiento se presenta como su primer y único examen. Desde la oposición, tendrá ahora la ocasión de demostrar su valía y no defraudar a las personas que han depositado su confianza en él. Veremos de qué es capaz.
A los hermanos Martínez no les ha salido la jugada del todo bien con Esquerra Unida-Els Verds, después de romper su pacto con el Bloc. Ambos esperaban, como mínimo, ocupar sus dos puestos en el Ayuntamiento o, en todo caso, aunar la suficiente fuerza de votos con la que originar un nuevo equipo de Gobierno de izquierdas, similar al de la anterior legislatura. Pero ni una cosa ni la otra.
Salvador Martínez (EU) y Francisco Martínez (Els Verds) han reunido 944 votos que les designa un único concejal. Su maniobra más probable, a falta de una confirmación oficial, será la de compartir legislatura: dos años para Salvador Martínez y otros dos para su hermano, Francisco Martínez. Procedimiento idéntico que han venido desarrollando durante la última legislatura con la coalición Compromís.
Pese a todo, los hermanos Martínez tienen que darse con un canto en los dientes. Ambos (al igual que sus respectivos partidos) han salido vivos del hundimiento, y todavía tienen la oportunidad de ejercer una óptima oposición con la que seguir agradando a su electorado. Con su representación en el Ayuntamiento, no van a desaparecer así de la esfera política, y seguirán haciendo acto de presencia en los medios de comunicación. Su voz sigue viva por tanto, y deberán tener la precaución de que ésta no decaiga.
El Bloc, el partido nacionalista liderado por Victor Cremades, es la formación de izquierdas que sin duda ha recibido la mayor reprimenda del 22-M. Porque solo 449 votantes, un 3,11% del total del electorado, han depositado su confianza en él. Unos datos desastrosos con los que no obtiene representación alguna y le apartan del Ayuntamiento de Novelda después de 25 años ininterrumpidos en él. De este modo, Victor Cremades ha pasado de tenerlo todo (en 2007, fue la llave del Gobierno municipal, asumiendo algunas de las carteras de más valor como Cultura o Hacienda) a no tener nada en la actualidad.
El tremendo golpe del Bloc, más allá de su lectura política, tiene un efecto moral. Porque la formación nacionalista jamás se había encontrado en esta tesitura y porque se ha hecho patente la falta de un nuevo liderazgo con las que asumir las riendas del partido. De hecho, si Victor Cremades y Reme Boyer no hubieran encabezado la lista del 22-M (ambos han salido muy quemados de esta última legislatura), el Bloc podría haber alcanzado tal vez los votos necesarios para hacerse con un concejal.
El Bloc inicia así su andadura en el desierto. Y su más inmediato objetivo pasa por la elección de un nuevo candidato, joven y con renovadas ideas, que aporte ilusión y fuerzas con las que salir de esta crisis en la que se ha visto inmersa el partido nacionalista. De momento, los favoritos para el cometido son Carlos Sala Penalva (ingeniero de profesión, pero con una notable falta de experiencia política que le puede pasar factura al inicio) y Juli Martínez, que es en principio la opción más idónea para afrontar esta situación.
No cabe ahora recordar los errores que han desalojado del poder a Victor Cremades. Es, en cambio, la hora de los respectivos homenajes para un político que ha dedicado los últimos 25 años de su vida, con mayor o menor acierto, a la política municipal. Y su nombre siempre estará asociado a la historia de nuestra pequeña democracia noveldense, así como a algunos proyectos como el nuevo centro de estudios para adultos L’Illa, una verdadera necesidad para el pueblo y que siempre estuvo en la mente de Cremades.
El Partido Popular ha ganado las elecciones del 22-M con un claro margen de diferencia (7.071 votos) con un 49% del total. Unos datos que le otorgan la mayoría absoluta con 12 concejales, y convierten a Milagrosa Martínez en la próxima alcaldesa del municipio.
El reto ahora al que se enfrenta el PP no es tarea fácil. Sumido el pueblo en una profunda crisis, de la que poco o nada se ha hecho en los últimos cuatro años, el nuevo Gobierno municipal está obligado a centralizar sus esfuerzos en dos principales áreas como el paro y el control de gastos (también conocidas como políticas de austeridad).
Milagrosa Martínez, cuando fue nombrada Presidenta de les Corts Valencianes, destacó principalmente por aplicar un conjunto de medidas (bajada de sueldo y eliminación de ciertos privilegios en dietas, transporte y otros lujos asiáticos) en pleno estallido de la crisis. Ahora, en Novelda, como alcaldesa de su ciudad natal, todos esperamos un modelo similar que desahogue las arcas municipales y pueda suponer, a la larga, un importante ahorro. Por eso, Milagrosa Martínez, que también ocupará un puesto de diputada en les Corts, podría rechazar su sueldo de alcaldesa para percibir, únicamente, el que le asignen en Valencia. Una medida que, por ejemplo, también va a asumir la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.
Con todo, la mayor obsesión del PP y del nuevo Gobierno municipal será la de rebajar las cifras del paro. Para ello, Milagrosa Martínez ha insistido en la creación de suelo industrial con el polígono de El Pla y, junto a él, el campo de golf de La Serreta. Pero nada de esto será suficiente, y la verdadera prueba del Gobierno recaerá en la capacidad de atraer inversiones y nuevas empresas que sean capaces de generar los puestos de trabajo que se necesitan en la población. Se requiere pues que nuestros representantes políticos tiren de contactos, y de cuantos viajes y movimientos precisen, para que el paro se reduzca y no ande en cifras tan escandalosas como las de hoy.
En este sentido, también será fundamental la coordinación de los miembros del Gobierno municipal con las principales administraciones públicas de las que depende el pueblo. De esta forma, Milagrosa Martínez tiene que aprovechar su influencia en Conselleria para enganchar cualquier proyecto que pueda beneficiar a Novelda, y del mismo modo tendrá que actuar el popular Gonzalo Maluenda con la Diputación de Alicante.
Más allá del paro y de las políticas de austeridad, el nuevo Gobierno municipal tendrá que marcar también entre sus prioridades la reducción de la deuda contraída por el Ayuntamiento y facilitar así el pago a los proveedores, entre los cuales hay muchos noveldenses afectados.
Son muchos los retos. Quedan aún cuatro años por delante. Pero los cambios en la forma de gobernar, tal y como ha hablado el pueblo en el 22-M, son ahora fundamentales y prioritarios.
No existen batallas sin vencedores y vencidos. Y eso es lo que ha ocurrido en las pasadas elecciones municipales del 22 de mayo en Novelda, que ha otorgado una mayoría absoluta al Partido Popular (con el 49% de los votos) y una alarmante debacle en el resto de partidos de izquierdas (PSOE, Esquerra Unida-Els Verds y el Bloc) donde únicamente UPyD, el partido que lidera Armando Esteve, se ha librado de la hoguera.
l partido del puño y la rosa del socialista Mariano Beltrá ha sufrido el mayor castigo de su historia por parte del electorado, reduciendo de ocho a cinco concejales su representación en el Ayuntamiento. Los 3.071 votos cosechados están muy lejos de los alcanzados en otras épocas y, sobre todo, representan unos alarmantes y preocupantes resultados para un partido que siempre aspira al Gobierno. Aún así, el PSOE continúa como la segunda fuerza del municipio, pero qué duda cabe que ni el más pesimista de los socialistas noveldenses auguraba una derrota de estas características.
Los efectos de la crisis económica y, sobre todo, los aliados de Gobierno con que Mariano Beltrá ha compartido legislatura durante estos últimos cuatro años (con Bloc, Esquerra Unida y Els Verds) han debilitado enormemente al PSOE. También ha tenido su responsabilidad en todo este panorama el portavoz socialista Benigno Martínez, porque con él en el Gobierno, jamás el PSOE de Novelda se ha sentido tan frágil y vulnerable en sus constantes enfrentamientos dialécticos con el popular Rafa Sáez en los plenos.
Así pues, después del 22-M, cabe ahora una reflexión en las filas del partido socialista… ¿Cambio ligero o radical? Es la pregunta que suena con más fuerza entre militantes y simpatizantes, conscientes de que ha llegado el momento de mover ficha e iniciar un proyecto ilusionante con el que atraer el electorado descontento para los comicios del 2015. Pero todo pasa por los próximos movimientos de su líder Mariano Beltrá, por las posibles dimisiones y por quién asumirá el nuevo papel de portavoz socialista en el Ayuntamiento. Un cargo que, en principio, debería recaer en Mariano Beltrá, aunque las presiones del sector más crítico con el partido (Benigno Martínez se ha atrevido, pese a todo el daño originado en el PSOE, a pedir la cabeza de Beltrá) podría desembocar en un cambio de planes. En cualquier caso, José Manuel Martínez, Secretario General del PSOE en Novelda, tiene también todas las papeletas para asumir la portavocía del grupo socialista en la oposición.
El Plan B (es decir, el plan radical) constaría de una clara apuesta por la renovación en el PSOE, con la introducción de caras nuevas e ideas con las que enderezar tan agrio panorama. Sería algo así como un proyecto base, que partiría de un punto cero, de tal modo que pueda repararse desde los cimientos los errores acumulados. ¿Y habría llegado en este caso la oportunidad del empresario Jesús Navarro, quien ya reconoció su deseo de presentarse a la alcaldía de Novelda por las siglas del puño y la rosa? Quizás sí o quizás no, pero en caso de escoger este Plan B, el PSOE estaría necesitado urgentemente de un líder que aporte carisma e ilusión sobre el nuevo proyecto político.
UPyD, el partido liderado en Novelda por Armando Esteve, ha sido el gran beneficiado del 22-M, debido en parte a la “transfusión de votos” que ha recibido de los votantes de izquierda descontentos con sus respectivos partidos. Son 1.854 votos que le han concedido tres concejales, aupando UPyD a la tercera fuerza política de Novelda. Unos resultados, sin duda, exitosos para un partido que se ha presentado por primera vez a los comicios municipales y que, a su vez, ha manejado unos bajos recursos económicos para la campaña, lo que demuestra que los ciudadanos de Novelda no se dejan llevar por los cartelitos o regalitos de la calle, sino por las propuestas electorales y el trabajo bien realizado.
Armando Esteve ha aprovechado las nuevas tecnologías para darse a conocer y atrapar un electorado que mira con desconfianza a sus políticos. Por eso, una de sus señas de identidad durante toda la campaña, han sido los ataques a la corrupción política. A Esteve se le ha visto con asiduidad en los plenos, se ha movido con inteligencia y ha captado con rapidez lo que le pedían los ciudadanos (anunció con antelación que no pactaría con ningún partido para formar Gobierno).
Con todo, Armando Esteve no ha conseguido nada y su entrada en el Ayuntamiento se presenta como su primer y único examen. Desde la oposición, tendrá ahora la ocasión de demostrar su valía y no defraudar a las personas que han depositado su confianza en él. Veremos de qué es capaz.
A los hermanos Martínez no les ha salido la jugada del todo bien con Esquerra Unida-Els Verds, después de romper su pacto con el Bloc. Ambos esperaban, como mínimo, ocupar sus dos puestos en el Ayuntamiento o, en todo caso, aunar la suficiente fuerza de votos con la que originar un nuevo equipo de Gobierno de izquierdas, similar al de la anterior legislatura. Pero ni una cosa ni la otra.
Salvador Martínez (EU) y Francisco Martínez (Els Verds) han reunido 944 votos que les designa un único concejal. Su maniobra más probable, a falta de una confirmación oficial, será la de compartir legislatura: dos años para Salvador Martínez y otros dos para su hermano, Francisco Martínez. Procedimiento idéntico que han venido desarrollando durante la última legislatura con la coalición Compromís.
Pese a todo, los hermanos Martínez tienen que darse con un canto en los dientes. Ambos (al igual que sus respectivos partidos) han salido vivos del hundimiento, y todavía tienen la oportunidad de ejercer una óptima oposición con la que seguir agradando a su electorado. Con su representación en el Ayuntamiento, no van a desaparecer así de la esfera política, y seguirán haciendo acto de presencia en los medios de comunicación. Su voz sigue viva por tanto, y deberán tener la precaución de que ésta no decaiga.
El Bloc, el partido nacionalista liderado por Victor Cremades, es la formación de izquierdas que sin duda ha recibido la mayor reprimenda del 22-M. Porque solo 449 votantes, un 3,11% del total del electorado, han depositado su confianza en él. Unos datos desastrosos con los que no obtiene representación alguna y le apartan del Ayuntamiento de Novelda después de 25 años ininterrumpidos en él. De este modo, Victor Cremades ha pasado de tenerlo todo (en 2007, fue la llave del Gobierno municipal, asumiendo algunas de las carteras de más valor como Cultura o Hacienda) a no tener nada en la actualidad.
El tremendo golpe del Bloc, más allá de su lectura política, tiene un efecto moral. Porque la formación nacionalista jamás se había encontrado en esta tesitura y porque se ha hecho patente la falta de un nuevo liderazgo con las que asumir las riendas del partido. De hecho, si Victor Cremades y Reme Boyer no hubieran encabezado la lista del 22-M (ambos han salido muy quemados de esta última legislatura), el Bloc podría haber alcanzado tal vez los votos necesarios para hacerse con un concejal.
El Bloc inicia así su andadura en el desierto. Y su más inmediato objetivo pasa por la elección de un nuevo candidato, joven y con renovadas ideas, que aporte ilusión y fuerzas con las que salir de esta crisis en la que se ha visto inmersa el partido nacionalista. De momento, los favoritos para el cometido son Carlos Sala Penalva (ingeniero de profesión, pero con una notable falta de experiencia política que le puede pasar factura al inicio) y Juli Martínez, que es en principio la opción más idónea para afrontar esta situación.
No cabe ahora recordar los errores que han desalojado del poder a Victor Cremades. Es, en cambio, la hora de los respectivos homenajes para un político que ha dedicado los últimos 25 años de su vida, con mayor o menor acierto, a la política municipal. Y su nombre siempre estará asociado a la historia de nuestra pequeña democracia noveldense, así como a algunos proyectos como el nuevo centro de estudios para adultos L’Illa, una verdadera necesidad para el pueblo y que siempre estuvo en la mente de Cremades.
El Partido Popular ha ganado las elecciones del 22-M con un claro margen de diferencia (7.071 votos) con un 49% del total. Unos datos que le otorgan la mayoría absoluta con 12 concejales, y convierten a Milagrosa Martínez en la próxima alcaldesa del municipio.
El reto ahora al que se enfrenta el PP no es tarea fácil. Sumido el pueblo en una profunda crisis, de la que poco o nada se ha hecho en los últimos cuatro años, el nuevo Gobierno municipal está obligado a centralizar sus esfuerzos en dos principales áreas como el paro y el control de gastos (también conocidas como políticas de austeridad).
Milagrosa Martínez, cuando fue nombrada Presidenta de les Corts Valencianes, destacó principalmente por aplicar un conjunto de medidas (bajada de sueldo y eliminación de ciertos privilegios en dietas, transporte y otros lujos asiáticos) en pleno estallido de la crisis. Ahora, en Novelda, como alcaldesa de su ciudad natal, todos esperamos un modelo similar que desahogue las arcas municipales y pueda suponer, a la larga, un importante ahorro. Por eso, Milagrosa Martínez, que también ocupará un puesto de diputada en les Corts, podría rechazar su sueldo de alcaldesa para percibir, únicamente, el que le asignen en Valencia. Una medida que, por ejemplo, también va a asumir la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.
Con todo, la mayor obsesión del PP y del nuevo Gobierno municipal será la de rebajar las cifras del paro. Para ello, Milagrosa Martínez ha insistido en la creación de suelo industrial con el polígono de El Pla y, junto a él, el campo de golf de La Serreta. Pero nada de esto será suficiente, y la verdadera prueba del Gobierno recaerá en la capacidad de atraer inversiones y nuevas empresas que sean capaces de generar los puestos de trabajo que se necesitan en la población. Se requiere pues que nuestros representantes políticos tiren de contactos, y de cuantos viajes y movimientos precisen, para que el paro se reduzca y no ande en cifras tan escandalosas como las de hoy.
En este sentido, también será fundamental la coordinación de los miembros del Gobierno municipal con las principales administraciones públicas de las que depende el pueblo. De esta forma, Milagrosa Martínez tiene que aprovechar su influencia en Conselleria para enganchar cualquier proyecto que pueda beneficiar a Novelda, y del mismo modo tendrá que actuar el popular Gonzalo Maluenda con la Diputación de Alicante.
Más allá del paro y de las políticas de austeridad, el nuevo Gobierno municipal tendrá que marcar también entre sus prioridades la reducción de la deuda contraída por el Ayuntamiento y facilitar así el pago a los proveedores, entre los cuales hay muchos noveldenses afectados.
Son muchos los retos. Quedan aún cuatro años por delante. Pero los cambios en la forma de gobernar, tal y como ha hablado el pueblo en el 22-M, son ahora fundamentales y prioritarios.