TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL
En el artículo del mes de agosto se expusieron las razones por las cuales nos sentimos mejor en verano: por la luz. Por las razones inversas llegado el otoño decae nuestro estado anímico y nos sentimos faltos de energía.
Como ya dijimos, la melatonina parece ser la sustancia directamente encargada de estos síntomas. La melatonina se asocia con el sueño y el organismo la produce en mayores cantidades cuando hay oscuridad o se acortan los días. La consecuencia directa del aumento de melatonina es el letargo, la falta de energía y el sueño.
Existe otra sustancia que, por el contrario, aumenta con la exposición a la luz y es la serotonina. Un descenso en los niveles de serotonina se relacionan con los síntomas de la depresión.
En conclusión, la depresión se asocia con niveles bajos de serotonina, lo cual sucede cuando hay menos luz. La melatonina por el contrario aumenta cuando hay menos luz, lo cual se relaciona con falta de energía y letargo. Ésta parece ser la explicación de que el otoño provoque cierto estado de ánimo deprimido.
Este estado de ánimo sucede en mayor o menor medida a todas las personas, y suele desaparecer pasado un tiempo. Sin embargo, para cierto número de personas los síntomas descritos se agudizan y tardan mucho más en desaparecer. En este caso hablamos del llamado Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Este es un problema que pueden sufrir, en mayor o menor grado, hasta un 20% de las personas.
¿Cuáles son los síntomas del Trastorno afectivo estacional? Se pueden resumir en los siguientes:
Cambios en el estado de ánimo. Incapacidad para disfrutar. Poca energía. Cambios en el sueño. Cambios en la alimentación. Dificultad para concentrarse. Disminución de las actividades sociales.
¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? Algunas recomendaciones útiles serían hacer bastante ejercicio, especialmente al aire libre, puesto que el ejercicio puede mejorar el estado de ánimo; también es especialmente recomendable pasar tiempo con amigos y seres queridos que comprenden lo que te está sucediendo; tener paciencia y no esperar que los síntomas desaparezcan inmediatamente; buscar ayuda en tus tareas cotidianas si te ves incapaz de llevarlas a cabo; alimentarse bien; y establecer una rutina de sueño.
Por último, ten en cuenta que cualquier tipo de depresión es importante y debe ser consultada con un especialista que te dará el tratamiento más adecuado.
Rosa Mary Rizo Martínez
Psicóloga
Nº col.: PV-6025
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