Golpearon a un hombre con palos y piedras cuando les sorprendió robando chatarra de su explotación ganadera
La Guardia Civil de Alicante ha detenido en Novelda a siete hombres y a una mujer, todos españoles, como presuntos autores de varios delitos contra el patrimonio, específicamente hurtos y robos de materiales, cometidos en varias fincas de las localidades de Alicante, Agost, Ibi, Monforte del Cid y Santomera (Murcia).
Fue el incremento de robos y hurtos de chatarra, cometidos a principios del mes de marzo en fincas de la comarca del Vinalopó, lo que hizo que agentes del Equipo ROCA de Ibi dieran inicio a la operación “contrapesas”, para conseguir detener a un grupo delictivo formado por ocho personas, los cuales habrían sustraído más de 3500 kilos de material.
El primer delito investigado fue el cometido contra un ganadero de Monforte del Cid, al que tres individuos golpearon con palos y piedras cuando les sorprendió mientras sustraían chatarra. A consecuencia de los golpes sufridos, la víctima tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios.
Estos mismos hombres, en lugar de cesar sus acciones delictivas, decidieron trasladarse en ese mismo momento hasta el puerto de Alicante, donde aprovecharon el despiece de decenas de contenedores de barcos para hacerse acopio de todo el metal posible. En apenas dos horas, cargaron tres toneladas de chatarra que venderían días más tarde en un centro de reciclados.
Semanas más tarde, otros componentes de ese mismo grupo sustrajeron gran cantidad de aperos, valorados en 1000 euros, de un vivero de Agost.
El último delito conocido, cometido en la provincia de Alicante, ocurrió en Ibi, de donde extrajeron 500 kilos de cobre del interior de una empresa.
Gracias a las investigaciones realizadas, del robo en Ibi se obtuvo información sobre otro hecho cometido por los mismos autores, en la localidad murciana de Santomera, del que sustrajeron una cantidad similar de cobre y chatarra.
En definitiva, la Guardia Civil ha detenido a siete hombres (17, 20, 22, 30, 31, 33, 34), y a una mujer (26), todos españoles, como presuntos autores de un delito de robo con violencia, un delito de robo con fuerza en las cosas, cuatro delitos de hurto, un delito de lesiones y un delito de pertenencia a grupo criminal.
De todo el material sustraído, más de 3500 kilos de chatarra y aperos de labranza, se han conseguido recuperar unos 3000, después de haber inspeccionado cerca de una docena de chatarrerías y centros de reciclado.
TODOS ESPAÑOLES.
Ahora no se puede culpar a los inmigrantes.
Aquí también tenemos «buenos elementos».
En eso tiene razón, esta vez no son de fuera, no son emigrantes, seguramente ya son españoles de pura cepa, aunque sean de la primera o la septuagésima generación de los que llegaron de la India, de Terranova, de las Molucas o del Sursuncorda, aunque puede ser que eso se deba omitir por razones de decoro, por reglas no escritas del nuevo periodismo o simplemente porque no sea el caso.
En cualquier caso está claro que en todos los sitios se cuecen habas, pero, aunque hoy y ahora no se dé la casual reincidencia, soy de la opinión de que bastante tenemos con cocer nuestras propias habas en nuestra olla como para ponernos a guisar las legumbres de otro. La pena es que no las cozamos adecuadamente, ni las nacionales ni las extranjeras, ya que parece que siempre se nos quedan duras y por eso se repiten tanto, porque las habas siempre serán habas, vengan de donde vengan.
Por supuesto, pero seguro que todos sabemos exactamente quiénes son esos elementos españoles. No sería el primer titular de un periódico que indica algo así como «detenidos miembros de una banda que sustraía cobre de una etnia que no podemos decir..»