Primavera y elecciones
Estamos en primavera la estación del año que más vida da a la naturaleza. Cuando llega recuperamos ese cálido viento tan deseado que mece las ramas de los olivos, brillando sus diminutas hojas por el resplandor del sol, todo florece, las rozas desprenden ese aroma que tanto enamora. La primavera debería ser, el tiempo de la esperanza, del optimismo que renace al estar rodeados de fragancias y luz. O a la leve sombra de la tarde recibiendo brizas de instantes de placer.
Como puede ser el ver volar a las mariposas ese bello insecto que desgraciadamente está desapareciendo y al que tan poco conocemos. Según he leído sobre ellas, las mariposas tienen treinta mil ojos. Y para llegar a la trasformación de una oruga en mariposa pueden pasar de unos días a incluso dos años o más. Curiosidades interesantes sobre la naturaleza.
El otro día alguien sin conocerme bien, me hablaba de política preguntándome a quien votar en estas próximas elecciones. Yo lo miraba fijamente a la cara como si lo atendiera, pero en ese momento preciso estaba pensando en los recuerdos y sensaciones citados anteriormente sobre la primavera. Muchas de las ideas políticas que se intentan llevar a cabo, en realidad están llenas de ideas caducas e incluso retrogradas. Y en ocasiones es como observar esos excrementos que vemos pegados en paredes y muebles viejos, y eso crea confusión.
Los ciudadanos quiere acertar a la hora de votar en aquello que puede serle necesario, grato y hasta dulce como la miel, aunque a veces sea peor quedar atrapado en esa dulzura llena solo de palabras casi mágicas que te agrada oír te embelecan, que en la mierda, que al menos crea rechazo. Eso sí, siempre que no hayas perdido del todo, el sentido del olfato.