El plástico no es “el malo de la película”; sino nosotros
Se oye últimamente que el plástico en general y la bolsa del supermercado en particular, son "los malos de la película” del cambio climático. Es obvio que todo producto de plástico tiene su origen en el petróleo (sucio, contaminante, maloliente, peligroso por incendiario…); si bien, también es cierto que del petróleo se aprovecha todo, como "del cerdo, hasta los andares". No me extiendo ni me enrollo con los puestos de trabajo que proporciona el petróleo.
Vamos al grano. Hace pocos años se leía que habían talado en el Tercer Mundo, muchos bosques para plantar cereales que se destinarían al biocombustible. De seguir así, aceleran la sequía mundial, pues el árbol atrae a la lluvia y por contra, esos campos cerealísticos necesitan agua para el riego.
Para mí, otro invento del TBO es pretender sustituir la bolsa del "súper" de plástico por otra de papel. Ojo al dato, o datos: el papel es más caro que el plástico y la duración es incuestionable a favor de la de plástico frente a la de papel, ya que esta última se rompe más fácilmente. Si se moja la de papel, ya es inservible y ¿de dónde van a conseguir la madera necesaria para hacer esas bolsas?: ¿o quizás dirán que se podría recuperar cualquier madera abandonada que todos vemos como los palets deteriorados y otras maderas que sólo sirven para afear nuestra vista, en plena calle o cuneta?
Todo lo inorgánico y que algunos lo mezclan con lo orgánico en la bolsa de la basura es en general materia prima para las industrias del papel, cartón, textil, metal, plástico, vidrio, etc. Esas materias primas tienen un valor económico para la industria especializada y por ende, generan puestos de trabajo. Quisiera creer que en las cercanías de una fábrica de vidrios, por ejemplo, no se ve ni una "litrona" abandonada, pues casi todos viven y giran gracias a esa fábrica que da empleo a alguno/s de su hogar. Idéntica conclusión para el resto de desechos inorgánicos antes mencionados.
Dije antes que "todo eso mueve dinero" y aquí está el meollo del asunto. Quizás te preguntes ¿dónde va ese dinero, pues yo no lo veo, ni cobro? Permítanme relatar algo a los menores de 40 años, la generación "del usar y tirar". Los de mi época (71 años o similares) hemos conocido lo de llevar el envase para rellenar las botellas de vino, leche o aceite, pues te cobraban el envase si no lo aportabas. Mi madre me enviaba a comprar el pan con una bolsa de tela que duró "tropecientos" años y ella iba, como el resto de amas de casa, con un capazo al mercado y ese capazo también duró varios años. Hoy, gran parte de productos alimenticios vienen empaquetados con plástico de un solo uso.
Y todos estos envases la mitad de las veces se tiran a la bolsa común de la basura. Y que nadie crea que luego, en la planta de residuos se aprovechan; por lo que leo en la prensa en algunas plantas sí y en otras, no; por ejemplo, en Orihuela o Jijona, entre otras que he leído. En estas plantas de residuos "no colaboradoras" por diversos motivos, queman o compactan y entierran esos desechos inorgánicos. La única forma segura de aprovecharlos es llevándolos nosotros mismos al contenedor adecuado, pues vienen a recogerlos las empresas que procesan esas materias para ponerlas de nuevo en uso y circulación.
Otro detalle sobre el dinero que mueven estas materias primas. En España desde hace años, no se paga por todo esto; por tanto, hay desalmados que tras beber el contenido de la botella de agua mineral o de cerveza; o el bote metálico de refresco; o el envoltorio del tabaco, simplemente le molesta en la mano y… a la calle o a la cuneta de la carretera; algo menos se ven botellas o botellines de vidrio y cartones o papeles abandonados. ¿Tanto le cuesta a ese conductor esperar a llegar a su destino y depositarlo en el contenedor adecuado? Sobre lo de las cunetas, cuando voy a hacer ejercicio con la bici, pierdo la cuenta de los envases que veo en las cunetas; de vergüenza ajena.
Por tanto, como en España no se paga por el retorno del envase pues… ahí queda eso. Leí hace pocos años que en un país escandinavo tienen una ley que soluciona esto del abandono casi al 100% y se trata en que, por ley, las grandes superficies de supermercados han de colaborar así con la industria recicladora; junto a la entrada del "super" hay un almacén con una cabina de control y un empleado. Esa cadena de supermercados nos da una tarjeta de cliente/colaborador y en la cabina de entrada cuentan lo que llevamos y reciben: botellas de plástico o vidrio; latas… y el importe no lo pagan en metálico, sino que queda grabado y sumado en la tarjeta del colaborador, que le será descontado en una posterior compra. Con esto, el súper consigue un cliente seguro, quien gastará más que lo que le descuenten. Y esas botellas, latas, etc. viene el camión de la industria recicladora y se lo lleva, con lo que el súper recupera lo que descontó al cliente/colaborador. Es obvio que esta ley no se aplica ni puede ejercerla la pequeña tienda “de la esquina”.
España siempre fue un país de picaresca y esta ley escandinava creo que sería casi imposible aplicarla aquí, ya que la empresa recicladora, además del gasto que soporta en sueldos, camiones, combustibles, seguros, maquinaria… habría de añadir el pago de esa materia prima a la gran superficie. Y con la práctica de recoger el contenido directamente del contenedor en la calle, se ahorra esa parte importante de los gastos. Y si hay envases por las calles y cunetas… es problema de otros; no de la empresa recicladora.
Por último, aclaro que no trabajé en mi época laboral para la industria del reciclaje; ni tengo ni tuve intereses creados hacia uno u otro plato de la balanza ecológica; simplemente, expongo mi opinión pues las nuevas materias con que quieren hacer las bolsas, quizás en el futuro generen otro problema ahora invisible, como hoy el plástico que en su día fue “el invento del siglo”. Y actualmente, con las botellas de plástico se hacen nuevas botellas; cubos; redes de pescar y cuerdas para tender. Por su parte, el famoso “tapón solidario” que algunos recogemos para beneficio de personas necesitadas, es la base para, tras un proceso de limpieza y desinfección, así como triturado, hacer piezas de matricería y mecanismos internos que se usan tanto en la industria del automóvil como en la del juguete. Con lo que ya saben, por si alguien lo desconocía, para qué sirven los tapones de plástico, la parte más valiosa de la botella del agua mineral o similares.
Hemos de colaborar todos no tirando cosas al suelo. Tanto el plástico como otros desechos. A ver qué hacen para suplir al plástico.
Vicente, no estás nada acertado en tu artículo, me gusta más cuando escribes de temas deportivos.
El plástico ha permitido avanzar y ayudarnos en muchas materias (industria, sanidad, hogares , etc), pero hay un hecho incuestionable, hay muchos tipos de plásticos diferentes, y su uso como elemento de usar y tirar está ocasionando innumerables problemas ambientales, desde lo que supone su producción y consumo de combustible fósiles, al de su impacto ambiental en el medio, ya que es un elemento que tarda más de 100 años en degradarse.
Sustituirlo por otros elementos biodegradables es un mal menor (cómo sería el papel).
Entre todos debemos aportar nuestro granito de arena, con esta buena práctica ambiental de limitar el consumo de plastico.
Veremos con qué material hacen las bolsas. Lo correcto es dejarlas cuando ya no sirven, en el contenedor amarillo.
Me parece que todo queda en un problema de consumo puro y duro. Sólo que hemos olvidado que los embalajes de plástico, vidrio, carton, corcho, madera etc. que envuelven los productos que compramos son también parte de lo que se adquiere.
Y es normal, nadie va a la carnicería y se lleva en los bolsillos el género ni pide un litro y medio de agua y se lo lleva en las manos.
La cosa es que por lo visto sólo sabemos consumir lo que hay de dentro del paquete o del blister. Sin embargo, aquello que lo envuelve, ese envase que por cierto ya está consumido desde el minuto cero, ni tiene valor apreciable ni tampoco nos debe importar demasiado o simplemente no sabemos darle el destino adecuado. No sólo hay que ver como están las cunetas de las carreteras, si nos fijasemos a nuestro alrededor veríamos incluso restos de la fiesta de un botellón cualquiera en un parque o parking esparcidos a escasos metros de un contenedor. Y como esas, miles. No tenemos remedio.
Las bolsas de papel duran más que las de plástico, cuántas veces se moja la bolsa de la compra, no será por la lluvia…
Las botellas de agua son innecesarias. El agua del grifo con filtros o botellas de vidrio retornable aportan soluciones.
El plástico se mandaba a China para que se reciclara. Ecoembes no recicla nada. Se lucra por ello. Pero ahora China se ha cerrado en banda a recibir nuestro plástico porque dice que está mal clasificado y es de mal calidad. Alguien no hace bien su trabajo, ¿será Ecoembes?
Además, ¿qué sentido tiene mandar nuestra inmundicia plástica a la otra punta del mundo en barcos contaminantes que generan infinidad de CO2? El plástico, además, no es reciclable hasta el infinito y más allá. Llega un momento, más pronto que tarde, en que se cierra el ciclo de posibilidades. Algo que, por cierto, no ocurre con el vidrio ni con el papel que si se gestionan de forma correcta tienen vidas ilimitadas. El papel tiene la ventaja de que es biodegradable. Es cierto que nadie se lleva la carne en las manos, pero sí en papel de la misma carnicería (no en las dichosas bandejitas de vida útil efímera pero muy larga en el planeta Tierra). También hay quienes se llevan la fiambrera de casa y la bolsa de tela para meter la carne. Vean el movimiento Zero Waste o plasticarianos.
Producir todo ese plástico inutil tiene un coste de CO2 y recursos más allá del problema de su reciclado. Quien crea que el contenedor del reciclaje hace magia potagia está muy engañado por las facciones de Ecoembes.
Gracias a los lectores y muy especialmente, a quienes aportan sus comentarios, pues amplían y exponen sus puntos de vista sobre este o cualquier otro tema.
De momento, volveré a los artículos deportivos, pues tengo dos en proceso de culminarlos. Uno sobre balonmano y otro sobre atletismo. Hasta entonces.
Hola Vicente,
Deseando leer como siempre tus nuevos articulos sobre Balonmano y Atletísmo, nos enriqueces y haces un verdadero ejercicio de memoria histórica deportiva de Novelda y de sus deportistas, lo del tema de medio ambiente, es harina de otro costal….