Jesús Navarro Alberola
Y… qué decir de una madre!!!
Es como hablar de uno mismo. Es tan difícil como fácil caer en la cursilería…
Hoy, es su cumpleaños. Disfrutaba. La veías emocionada este día. Algo raro en ella. No era una mujer de grandes emociones ni de grandes demostraciones de amor de madre, más bien al contrario; mi padre decía de ella … (entre risas) … “es que és POC GRASIOSA!!!”…
Mi hermano Toni le tenía que decir de pequeño … “Dime adiós como al practicante…”; y es que hace años venía a casa Jaime, el practicante, a poner las inyecciones. Recuerdo el ritual de hervir las agujas, el aroma a alcohol… por lo visto, mi madre despedía a Jaime efusivamente y en voz alta… (Jaime padecía del oído)… y claro!!! Toni el pobre quería esta misma despedida con cariños extras… “Dime adiós com al practicant…” Mi madre entonces se lo comía a besos…
Desde luego era seca, pero a la vez adorable, diferente, silenciosa, soñadora, vivía en su mundo, un mundo que ella construía y habitaba como una diosa en su paraíso; entrar en él era algo mágico, las cosas más vulgares se convertían en maravillas y lo más obvio lo transformaba en grandes misterios; ella te dejaba entrar en su mundo y allí te sentías libre a su lado, dueño de tu destino. Te amaba en silencio y sus palabras eran las justas en cada momento, ahí aprendí la paz del amor, sin estridencias, sin palabras huecas y forzadas … y eso a mí … me enamoró. Más allá del amor de madre, la veía como una amiga … con 12 años, le decía … “mamá no quiero ir al cole hoy!!! …” “Pues no vayas!!!”, … y no iba!!! (mi padre cabreado…)… mamá dame un cigarro!!! … pren coño!!! …y me lo daba!!!
Así era, te hacía sentir libre en su mundo fantástico, ese mundo se fue con ella y es lo que más echo de menos cada día como hijo, pero también como amigo.
Hasta el final fue una mujer elegante y presumida. Le hablaban en castellano y contestaba en valenciano, pero a la vez era cosmopolita, paseaba su carro con su querida Paca por el carrer La Font, pero igual podía ser la 5th Avenida de New York.
Así lo imaginaba yo, al verla con esa clase tan especial, con esa magia que le envolvía en todo lo que hacía; mi madre, mi amiga. María Alberola, que hoy cumplía 90 años, 90 rosas. Rosas y risas para ella desde aquí.
Una canción de Ricardo Arjuna que se titula “Mi novia se me está poniendo vieja”, dedicada a su madre, habla de estas cosas, con estas estrofas termino.
Dice la canción … ”Ella es mi novia desde que me acuerdo, amor del bueno desde que la vi. Yo tenía un espacio en mi cuaderno para pintar su nombre y presumir … Me aplaudió cuando al borde de la meta llegué el último en el maratón. Me quiere de insensible o de poeta, de genio, de ministro, de mendigo o de bufón…
… Me quiere igual si voy de guerrillero o gano el premio Nobel de la Paz. Mi novia se me está poniendo vieja … y yo que me empezaba a enamorar…!!!”
Hasta pronto mamá.
Que bonito homenaje a tu madre , te entiendo porque yo tambien perdí a la mía en agosto. Recuerdo a tu madre con Paca cuando venían a la tienda donde yo trabajaba y me maravillaba la ilusión y la alegría que desprendía. Muy coqueta, le encantaba llevarse collares, ropa etc y yo recuerdo que Paca decía, Si ella tiene más de lo que hay aquí. Tenía una luz muy especial y cuando tu padre les acompañaba yo me maravillaba del amor y del cariño con el que se hablaban y a él se le » caia la baba» y perdona la expresión. Mi enhorabuena por tu homenaje para ella y el amor que desprende. este precioso reportaje.