A LAS FLORES DEL ALMENDRO
Sois venidas del cielo,
anunciáis la bendita primavera,
sois el amor de Dios desparramado
por esta bendita tierra.
Vosotras, flores del almendro,
estáis teñidas como los ángeles,
de blanco inmaculado y suave rosa,
como el mes del amor,
en que San Valentín y Cupido
son vuestros baluartes.
Vosotras engalanáis nuestras tierras,
le dais alegría a la vida,
eleváis nuestros corazones,
y llenáis de amor nuestras almas.
Cuando los brotes estallan,
vuestro hermosura deslumbra,
vuestra blancura arrebata,
y se ve a Dios en vosotras,
y se apercibe su fragancia.
En invierno, vuestros troncos
parecen inertes, sin vida,
pero en vuestro interior Dios existe,
la vida en ellos palpita,
y cuando florecéis,
los ángeles os dan la bienvenida.
También estáis concebidas
para proporcionar alimento,
y un delicado néctar
que las abejas liban con esmero
para darnos energía,
con ese alimento del cielo.
¡¡ Estallar, preciosas flores,
acompañarnos en nuestros desvelos,
que vosotras sois como la gloria
en esta tierra de silencios,
donde vuestra venida es,
como una luz en el cielo!!