Deportistas veteranos noveldenses, por Vicente Díez

45) AURELIO SEGURA BELTRÁ, “el Babau” (futbolista)

La semana anterior, vimos a un futbolista joven y en activo en las filas de nuestro equipo local y ahora, para compensar, les relato la historia de otro futbolista ya desaparecido, pues en este año recién estrenado cumpliría en Septiembre su primer siglo de vida; se trata de una “vieja gloria” de los primeros años 30, la época de La Unión Frutera. Posteriormente, un sobrino suyo, Luis Segura, con el sobrenombre de “el Poderoso”, jugó en el Novelda CF y Luis aparece en la fotografía del homenaje que se hizo a los ocho supervivientes de la época de los años 50, junto a Pellín, Pina, “Toni” Gran, etc.

Aurelio fue el tercero de los cuatro hijos que tuvieron sus padres, Luis y Dolores. Nació (1.913) en la calle de la Purísima, frente al Ocaso, en el hogar de la abuela, como era norma entonces. Aún se oían los comentarios de aquel año, en que se celebró el II Centenario del nacimiento de Jorge Juan, algo que ha dado lugar hace pocos días (5 de Enero), al III Centenario. Entonces no había vehículos que interrumpiesen a los niños en la calle, y ese era el campo de deportes que utilizaban; la portería la señalaban con dos piedras en el suelo y… a pelotazo limpio, con algún cristal roto. Un día, le pusieron de portero, aunque prefería, como todos, correr y regatear y observaron que con él, no entraba ni una, por lo que no fue difícil convencerle para que ocupase ese puesto, especialmente cuando se hacían partidos entre chavales de distintos barrios de Novelda, sin árbitro, ni líneas de juego, ni normas; todo se dilucidaba entre ellos y su eficiencia bajo los palos (perdón; entre las dos piedras) trascendió de boca en boca; cada uno lo contaba en su casa. Pero a veces, recogían la pelota aprisa y corriendo; huían de los municipales o “guardias de la porra”, pues no se conformaban con ir a la huerta para jugar, sino que a veces lo hacían en la calle y eso no gustaba a los guardias.

Su primer colegio fue el Cervantes, cercano a la Glorieta con su maestro, don Julio Revert, hombre de carácter pero del que guardó siempre agradecimiento. Y le gustó el estudio, hasta el punto que posteriormente, a los 17 años (1.930), aprobó el ingreso en Arquitectura, en Madrid, para la Escuela de Aparejadores. Lo de la construcción lo llevaba en las venas, pues su padre fue albañil y tanto Aurelio como su hermano mayor, “Luiset”, ayudaban al padre desde bien pronto, en las vacaciones escolares.

Hacia los 20 años (1.933) jugaba en el equipo antecesor del Novelda CF, la mítica Unión Frutera y le adjudicaron “per aeternum” el puesto de portero, por lo bien que saltaba; en un recorte de prensa leo “como un felino”, al coger el balón al vuelo. En 2ª División B tuvo como compañeros (esta es la alineación de un partido amistoso contra el Aspense CF, de 1ª Regional, disputado en el vecino campo de Las Fuentes), entre otros a: Aurelio “el Babau” (portero); Fuertes y Ricardo (defensas); Butó, Belló y Josemarieta “el Escayolista” (medios) y en la delantera actuaron: Murillo, Gallardo, Navarro, Ibáñez y Belda. Ni qué decir que de aquellos pioneros, ya no vive ninguno, pero otros les sucedieron años después y así, hemos llegado al actual Novelda CF. Incluso hay otro equipo de fútbol, el Noveldense CF y ambos conjuntos tienen su cantera, por lo que el deporte del balón no tiene crisis de jugadores, por ahora.

Eran otros tiempos, pues el traslado a las localidades vecinas se hacía como cada cual podía; hubo algún futbolista que se trasladaba en bicicleta; otros en tartana, desde buena mañana y otros… se buscaban el medio de transporte. Entonces, no se cobraba y se jugaba “por amor al arte” y cada cual trabajaba en algo. Para beber los futbolistas, en medio del partido, simplemente, se apartaban a la zona donde estaba el entrenador y en medio de sus compañeros del banquillo, tenían algún botijo y con agua “milagrosa” y un paño, el mismo entrenador les lavaba algún rasguño o enganchón que hubiesen sufrido jugando. Al llegar a Novelda, si el aspecto de la herida lo requería, acudían al “practicante”. El tema del masaje, cada uno se frotaba con un poco de linimento, observando a los demás y basta. Y los campos, de tierra pura; ni siquiera una simple mata de hierba.

Tengo en mis manos la fotocopia de un programa de fiestas de Novelda (no se ve el año, pero debería ser por entonces), en que se disputó un partido amistoso entre una selección valenciana, compuesta por jugadores jóvenes del Valencia CF, del Levante FC y del Gimnástico, contra los locales de la Unión Frutera, que se alinearon así: Aurelio (portero); Toni y Martínez (defensas); Butó, Julio y Perne (medios) y Belda, Navarro II, Navarro I, Beltrá y Marcelino (delanteros). Se enfrentaron a casi profesionales como eran: Campello (portero del Levante). Defensas: Marín del Levante y Lucas del Valencia. En la media actuaron: Martin y García, del Gimnástico y Lafuente del Valencia. Y en la zaga, salieron Ruiz y Ortiz del Levante, Rico delantero centro del Gimnástico, así como Vidal y Climent del Valencia. Precio de las entradas: Caballeros, 1,60 pesetas; Señoras y niños, 0,25 pesetas. Como preámbulo, un atleta alicantino y campeón de España, José Morant “el Meló” hizo una exhibición pedestre, corriendo el triángulo Novelda – Aspe – Monforte – Novelda, siendo avisadas la salida y llegada del atleta, mediante “bombas”, o petardos. Tras el partido de fútbol, “el Meló” volvería a disputar otra faceta del atletismo, pues mientras él daba siete vueltas al Campo de Fútbol, un ciclista, Antonio Torres “Sangueta” daría diez vueltas. Era obvio que había ambiente entonces para pasar la tarde entretenido y viendo deporte, a precios populares.

Como no cabrían los nombres en las fotografías de las alineaciones de aquel equipo histórico, se las facilito ahora:
Foto nº 1): De izda. a dcha.: Gabriel (con camiseta a rayas); Palitos; López, Toni; Pastoret; Sánchez; Aurelio (con vestimenta blanca, en el centro); Butó; Hermano; Perne; Julio Pérez; “el Nío” y Delgado (entrenador). El niño del centro es Jesús Navarro.
Foto nº 2): (con vestimenta de visitantes) De pie: V. Navarro; Rizo; J. Pérez; Navarro; Bolo; Davó; Perne y Aurelio (de blanco).Sentados: Pastoret; “el Chicón” y Toni “el Sord”.
Foto nº 3): Aurelio Segura, “el Babau” aparece de pie, a la izda. pero no hay datos de fecha, ni del resto de sus compañeros, que se fotografiaron con dos menores; el niño, con vestimenta de futbolista.
Foto nº 4): En “la mili” (1.934 – 35): Partidos amistosos entre cuarteles, o Regiones Militares y Aurelio Segura es el 3º por la izda., de pie. Tras ellos, se ven gorras de oficiales y de soldados.
Foto nº 5): Tras la Guerra Civil, se incorporó al Novelda CF, con camiseta verde y blanca y vemos de pie a: Ravachol; Gallardo; Butó; López; Josemarieta “el Escayolista”; Fuertes (con un trofeo en la mano); Aurelio (portero, de blanco) y Pilara “el Salat”. Agachados: Ricardo Bueto; Pepito y Murillo.
Foto nº 6, vertical): En Barcelona, durante el servicio militar (Diciembre/1934).
Fotos nº 7 y 8) Del libro “Los Deportes” (ed. Argos; Círculo de Lectores)

Consiguió que le fichase el Hércules CF como portero suplente, en 1ª División y le posibilitó viajar por toda España, pero no actuó en partidos de Liga, sino en partidos amistosos. Aquello duró una temporada y no le renovaron, pero disfrutó del privilegio de ver en directo y en persona (entonces, no había TV y los periódicos reproducían fotos muy oscuras) a las figuras de entonces: Ricardo Zamora, el mítico portero del Real Madrid y de la selección; a Quincoces, el ariete de “los merengues”, con su pañuelo atado a la frente (en aquella época, era moda); a Ciriaco, defensa del Real Madrid. Por el FC Barcelona convivió con Lángara, Samitier y Piera; asi como con tres inseparables del Athletic de Bilbao: Elicegui, Muguerza y Cilaurren, entre otros muchos de eterna leyenda.
En la época de su servicio militar (1.934 – 35) le tocó en el sorteo la Compañía de Zapadores en Barcelona y allí conoció, pues iba a menudo, a Vicente Martorell, portero del R.C.D. Español de Barcelona, así como suplente de la selección nacional, quien le aleccionó para completar su formación como guardameta; el titular era Ricardo Zamora. En otra ocasión, coincidieron las órdenes de dos capitanes distintos; uno quería preparar un equipo de futbol y pensaba llevarles a entrenar y jugar. El otro capitán, había ordenado preparar unas maniobras de tendido de puentes. Lógicamente, Aurelio “hizo como que no se había enterado” y se coló en el grupo de los que iban a jugar. Al regresar, le esperaba el otro capitán, el “del puente” y le llamó aparte. Nuestro protagonista pensaba: “Voy al calabozo, seguro”, pero este capitán le preguntó quién había ganado y al enterarse del resultado favorable, teniendo en cuenta que iba a veces a ver al Barça, le comprendió y perdonó el arresto. En otra anécdota, haciendo maniobras de zapadores en el río Llobregat, iba subido sobre un mulo, que le derribó y el golpe le hizo desistir para siempre de volver a subir sobre un equino. Historias de la mili, que de manera jocosa, todos tenemos alguna que contar.

Pero no todo fueron días de futbol y de ilusiones. Al comenzar la Guerra Civil aún no había cumplido los 23 años y en Agosto hubo de reintegrarse al mismo cuartel y Compañía de Zapadores, en Barcelona, donde había hecho “la mili” y cambió la vestimenta de portero de fútbol por el uniforme y el fusil. Estuvo en varios frentes; incluso fue protector o guardaespaldas de algunos jefes de la República, lo que le propició ver en directo muchas calamidades y desgracias personales. Pero, por acortar aquella época fratricida, diremos como anécdota simpática que, en una ocasión, en los últimos meses de contienda y estando en Madrid, quiso enviar un telegrama a sus padres, para que se tranquilizasen. No disponía de dinero, pero pudo agenciarse dos bocadillos y a cambio de uno de ellos, el telegrafista accedió a enviarles este telegrama escueto: “Estoy bien. Aurelio”.

Ya en Novelda, su castigo fue trabajar 15 días al mes para el gobierno vencedor; su labor era de albañil; supongo que retiraría escombros, o repararía algún edificio, o aceras… Con el sueldo de medio mes y la cartilla de racionamiento, apenas llegaba para comer; lo habitual eran “gachas, boniatos y garrofes”, como tantos otros contemporáneos recordarán. En Madrid había conocido a la que sería su esposa, una guapa riojana de Alfaro, llamada Dolores Sainz y en plena posguerra, ya tenían un hijo, Jaime. Se trasladaron a trabajar a Madrid y a Elda y después, a Bétera (Valencia) donde nació su hija Alicia. Allí trabajó con su cuñado en la construcción del Sanatorio Antituberculoso “Porta Celis” y demostró sus apititudes en las obras, pues pronto destacó en cualquier rama de la albañilería: alicatado, pavimento, pintura, estucado, etc. ya que había aprendido de su padre y de su hermano “Luiset”, quien había sido “muy manioso”, y quería las cosas perfectas y al milímetro, según dejó escrito Aurelio. Al no verle mucho porvenir a su situación laboral, decidió aceptar la llamada de un tío materno que estaba previamente en Argel y allí se trasladó él solo, a principios del año 1.950. De nuevo, volvió a demostrar sus conocimientos de construcción, pues en una ocasión ayudó a un arquitecto joven e inexperto a comprender el plano que habían recibido. Comentando con éste que poseía el ingreso en Aparejadores, cuando lo aportó y había demostrado ya que era el candidato perfecto a “chef de chantier” (maestro de obras), su categoría profesional y prestigio mejoraron mucho.

Su situación económica mejoró rápidamente. Le llamó la atención, apenas llegó a Argelia, la abundancia de géneros de alimentación que había en tiendas y mercados, tan distinto a lo que aún arrastraba España. Antes de acabar aquel año (1.950) vino su esposa e hijos, quienes se matricularon en las escuelas para europeos y aprendieron en directo la lengua francesa. Hasta el año 1.957, en que comenzaron los independentistas árabes a atentar contra todo europeo, pues estaban hartos de ser colonia francesa. Incluso un vecino también alicantino, fue asesinado de un tiro en la cabeza. Por tanto, antes de que la cosa empeorase, prudentemente, decidieron regresar a España. En Novelda, construyó la casa en la que viven ahora sus hijos con sus respectivas familias, dividiéndola en dos, así como un terreno en la subida al Castillo, donde se hizo un precioso chalet.

Pero la práctica deportiva para él ya había pasado; si bien, su hijo Jaime practicaba el atletismo y Aurelio colaboró, siendo vocal de la Federación Provincial de Atletismo. Jaime fundó el Club Atlético “La Liebre” en los años 60 (ver biografía nº 13), aunque esta es otra historia, ya relatada.

Y así fueron pasando los años y su salud se deterioró tras jubilarse, por el esfuerzo realizado en su juventud. En el año 1.995, se realizó un homenaje en el mismo lugar, a aquellos que 62 años antes (en 1.933) se enfrentaron en el campo aspense. Hubo camisetas y balones firmados para todos ellos; algunos ya no vivían y lo recogieron sus hijos. Aurelio no pudo desplazarse pues ya estaba postrado y lo recogió su hijo Jaime, quien conserva enmarcado el doble folio de aquel cartel. Un año después, en 1.996, Aurelio nos dejó para siempre; es ley de la Naturaleza.

P.D.- La próxima biografía será la del GEGANTS, Club de Rugby. Si conoces la vida de algún/a deportista local, incluso de persona fallecida; o los datos históricos de algún Club, telefonéame al 633 252 500. (Vicente). Gracias.

Otras noticias de interés

8 COMENTARIOS

  1. Emotiva historia la de aquel hombre. No le conocí, pero debió de ser un buen portero de futbol, que si no fuese por la Guerra Civil, podría haber demostrado lo que valdría.

  2. En la foto que se ve al Novelda CF, las camisetas son a rayas, distintas a las de ahora. ¿Alguien sabe si esas rayas eran blancas y verdes, como creo yo? Esta historia, la del Babau, me ha gustado.

  3. quiero comentar que la fotografia numero 5 el portero vestido de blanco es Jose Maria «el salat», lo comento porque es mi abuelo y lo reconozco, espero que no le siente mal esta rectificacion, no obstante creo que esta haciendo una buena historia del deporte noveldero, un saludo4

  4. Recuerdos entrañanles; gracias por relatar los destacados deportistas noveldenses, que son muchos y de marcada calidad.

  5. Aquellos si que eran duros de pelar, que metían muchos goles los dos equipos. Ahora hay muchos partidos en que el 1-0, o el empate, es lo normal. Vicente, te falta detallar la historia de aquel equipo de La Unión Frutera y la del Novelda actual.

  6. Muchas gracias Vicente por este gran “artículo homenaje” a mi abuelo del que tantas cosas he aprendido.
    Ha sido un superviviente, trabajador honrado, que nos ha sabido transmitir sus vivencias tanto personales como profesionales, de las cuales me siento muy orgullosa.
    Esta biografía, junto con la de mi tío Jaime y mi padre Luis, completa la “trilogía” de los magníficos deportistas de mi casa… te agradezco el respeto y el cariño que has mostrado con todos ellos.
    Un abrazo.

  7. Gracias a vosotros por vuestros comentarios. Para más adelante tengo en proyecto averiguar la hstoria del Novelda CF y los próximos serán: 46, Rugby; 47, Atletismo en Pista (1ª parte); 48, Natación… Me falta el nº 49, quizás sea la 2ª parte del Atletismo en Pista; o de Buceo; o la historia del Novelda CF. Para el nº 50, tengo reservado a un ciclista veterano.
    Confío en que agraden a los lectores. Hasta pronto, amigos.

  8. quisiera saludar ha JAVIER MORCILLO que estuvo trabajando en FRANCIA en lo
    años 1965.un saludo de FRANCISCO LOPEZ.

Los comentarios están cerrados.

7,727FansMe gusta
2,647SeguidoresSeguir
2,764SeguidoresSeguir
4,430SuscriptoresSuscribirte

últimas noticias

COMENTARIOS RECIENTES