AL SERVICIO DE UNA PANTALLA
Me sorprende el alud de conocimientos que se tiene a este lado de la barrera. Sí, sí, justo desde donde escribo estas líneas. Cada mañana me pregunto qué hacemos aquí, viendo pasar las horas frente a la pantalla blanca en lugar de poner nuestra sapiencia a disposición del malherido pueblo y echar luz en ese enjambre de materias oscuras en que estamos inmersos. Las más variadas, pintorescas o inexcrutables materias que usted pueda imaginar. Y es que ya no hay asunto al que se le resista la sentencia lanzada a golpe de ratón desde el mullido sillón de casa, entre huevos escalfados, decoro de aseo y planificación de un fin de semana con los niños en una bucólica casita rural del Pirineo aragonés. Nos hemos hecho justicieros y activistas de ratón, un maridaje que casa de lujo en estos tiempos de ausencia de referente real en la calle. Cada uno de nosotros tenemos un titular intocable, una originalidad inédita tras el buceo distraído en las páginas de información general; una parcelita de afirmaciones que guarecemos en castillos de orgullo con cañones preparados, por si las moscas.
Las redes sociales han descorrido el falso mito de que el pueblo llano no esté capacitado para acercarse a tecnicismos intrincados ni a aparatosos razonamientos, y en este sentido, el Facebook, especialmente por su posibilidad de estampación sin límite en caracteres, se ha erigido en la nueva biblioteca alejandrina de la globalización, en donde nos citamos y travestimos de artistas, escritores, matemáticos, científicos, juristas, políticos, médicos o incluso sexadores de pollos tras una sudorosa jornada en el tajo dispuestos a arreglar en un hipo de palabras el grueso de azotes del país que otros no han sido capaces ni de orientar en meses o años. Yo tampoco adolezco de esta falta de humildad, no vaya usted a creerse que no soy humano: me enfango en dimes y diretes ruinosos que ya nacen paridos desde la incompatibilidad de caracteres, esa de la que hablaba hace ya algunos años el bueno de Sabina y que solo conducen a una vana conturbación mental en el momento de zambullirme en la cama. Pero se aprende mucho leyendo a otros en la red, créame, pues a pesar de todo, permite algo (o mucho) de estudio sociológico. Las personalidades, emergen, con los meses, al modo del géiser que busca salida. O como la cabra que tira al monte. Tanto da.
La fauna “feisbuquera” es rica, aunque en realidad no es más que el reflejo que proyecta la pantalla de la sociedad misma, la nuestra. Y como en la vida, está el “graciosillo, que suele llevar careta de indolente y algo impostada la expresión escrita en su torrente de chorradas; pero sabe lo que dice, qué teclas toca, pues la ironía, o su intento, aunque desacertada, no es extraño que apareje ciertos gramos de inteligencia nada despreciables. El “trémulo”, que leva anclas y se repliega a su guarida a la más nimia observación de duda por parte de otro. El “pedante”, que en la red suele calzar un 47 cuando en tierra firme seguro que no superaría el 39; altivo y con regusto cabroncete, tiene tendencia a dejar en evidencia al otro, casi siempre sin tacto, como el niño gilipollas que en clase señalaba al gordito o al gafitas su motivo de escarnio permanente. El “seco”, ese que no te pincha un “me gusta” ni aunque en su nombre edifiques un panegírico de virtudes. El “dulce”, da grima con la misma potencia con que conquista adhesiones. El “soñador”, que gusta de dibujitos con bienaventuranzas y paraísos irreales estampados en un mundo que quizá solo en sus nocturnas novelas de cabecera existan. Y ya puestos, el “reivindicador”, el más interesante de todos, largamente. Un porculero a reventar paciencias, pero que da vidilla y espabila el letargo de muchos. Que no es poco.
En fin. Que aquí estamos todos. O ninguno. Poniendo el talento al servicio de una pantalla. Sin salir de casa.
quien me iba a decir a mi que con el asco que me dan los ratones peludos iba a tener un monton de horas al día un ratón entre las mnanos. El destino es imprevisible e incierto
Noelia Cantó.
Creo que no me has entendido, no critico la calidad de Claudio, critico su actitud, la forma con la que encasilla a la gente sin conocerla, el creerse con derecho a poner etiquetas cuando seguramente no ha compartido ni con ellos, un triste café.
¿Lo entiendes? no juzges, y no serás juzgado, no es cuestión de envidias, seguro que a esa gente a la que no llama por su nombre, y sí les dice, pedantes, secos, trémulos, dulces o soñadores, le agradecerían que los nombrara.
Saludos a todos.
Noelia, yo no veo nada envidioso en el comentario de «Para lo que hemos quedado». En lo que si estamos todos deacuerdo es que Claudio es un buen escritor y redactor
Bueno, no me gusta intervenir, sobre todo si el escrito es mío, pero dejadme que diga algo:
Considero que el tema de los «grupos» es algo periférico en el artículo, para nada su base. En cualquier caso la «lista», por otra parte coja e insuficiente, lo es solo global, muy genérica, y en ningún momento he tenido a nadie «concreto» en mi cabeza a la hora de escribirlo.
En realidad son sensaciones que uno tiene de leer aquí y allá. Igual que yo provoco cosas, a mí también me las provocan otras personas, y creo que no hay nada de malo en decir cómo somos, pues lo somos, en algunas manifestaciones de nuestra vida, en este caso en las redes sociales. Lo he dicho en otro sitio y lo repito ahora: seguramente yo estaré en todos los grupos que nombro, no os quepa duda.Y el primerito. Lo que tengo claro es que si el artículo lo hubiera leído yo de otra persona, en ningún momento creo que me habría molestado ni me hubiera sentido claramente aludido; incluso creo que me lo hubiera tomado un poco a broma, de verdad. No hay más. Todos tenemos algo de pedantes, de trémulos, de secos, de dulces o de soñadores… y de muchas cosas más. Yo el primero.
ASí que, por favor, que nadie se sienta ni aludido ni ofendido. Que la vida es demasiado bonita, y a veces dura, no os quepa duda, como para darle importancia a esto.
Un abrazo bien fuerte a todos y gracias por la lectura y comentarios.
Muy bueno. Enhorabuena. Me gusta cuando das en la llaga y te recreas en ella. Y además lo haces con un estilo más dinámico.
a mi ya me pilla unpoco lejos todo esto pero me gusta leerte Claudio hasta el proximo articulo
Felicidades Claudio, un artículo genial, digno de un periodista del Sálvame, pero el Sálvame Deluxe, que tú tienes clase, la misma que los colaboradores de ese programa.
Siempre me he preguntado que impulsa a una persona a encasillar a otra solo por su apariencia física, antes era así, con las redes sociales compruebo que es igual, que triste, ya me imagino a las marujas del barrio comentado el estado de una y de otra, y que si las fotos,al que dan al me gusta tiene,su razón oculta.
Seguro que los grupos que has mencionado pierden su tiempo, seguro, pero por lo menos tienen algo bueno, pasan de estos inútiles análisis de la personalidad.
Que tengas un buen día, y ya sabes, atento a todos, que no se te escapen los movimientos, los comentarios, los saludos, nada de nada.
Qué razón tienes y cuántas verdades por centímetro cuadrado!!!! Y como siempre, con qué calidad y gracia nos lo dices. Por favor, Claudio, dime en qué grupo me tienes colocada, anda…. y aunque ya me barrunto en cual de ellos me he ganado a pulso mi puesto, sé bueno y dímelo en privado; tampoco vayamos a hacer demasiada publicidad. Mi enhorabuena y….un kilo de besos.
me gustan los artículos que hablan de las cosas cotidianas y me aburren los de política en el caso de claudio me gustan todos sus artículos que están llenos de sensibilidad, realidad y sentimientos, me acuedo del árbol de corazones o l a gitana que pedía en la montañeta
la pantalla y las redes sociales nos tienen atrapados y encandilados – cuanto me acuerdo cuando de pequeños nos juntabamos alrededor de la mesa camilla con mis abuelas y mi madre y hablábamos durante oras de todo. Era el salvame casero, sin cámaras ni micrófonos, pero la finalidad era la misma, criticar y opinar sobre los demás e incluso sobre nosotros mismos.
Mira que no iba a entrar en comentarios, porque ya lo hice en su día, pero es que vuelvo a decirlo…. Claudio, cariño, el de los envidiosos, que se te olvida, y vuelve el tufillo…. jajajajajajaa….. Mira que comparar tu clase, tu estilo, tu manera de escribir, con la basura del sálvame…. ¡¡Aaaaaay… que me parto y me mondo!!….
En fin, que como dice tu padre, » de todo tiene que haber»….
Felicidades, hijo, felicidades, que escribes de maravilla, ya sea en tono sarcástico, se sepa apreciar o no, poético (aunque no se pretenda), o como aquél maravilloso artículo que dedicaste a la Patrona de Novelda, la de todos, también la mía. Tengo tantos que me gustan, que no podría escoger uno sólo, pero creo que se quedaría seguramente el primero…
¡¡¡Un besazo, precioso!!!.