DESPUÉS DE ESPAÑA
Hagámonos, por unos momentos, una sencilla pregunta. Hagamos un ejercicio de análisis muy básico. ¿Qué ocurre a nuestro alrededor?
A simple vista estos son algunos de los hechos:
1. Hay una crisis económica profunda de imprevisibles consecuencias.
2. Esta crisis se ha traducido en nuestro entorno (país) en un paro descomunal y una necrosis de nuestro tejido empresarial
3. El sistema financiero (Bancos y Cajas) está paralizado y estrangula nuestro sistema.
4. La gente percibe a la clase política como un problema. El político vive a lo suyo, ajeno a la realidad cotidiana o, simplemente y en el mejor de los casos, es incapaz de reaccionar más allá de los acontecimientos más inmediatos y urgentes.
Sigamos mirando a nuestro alrededor:
5. Europa parece ser un confuso proyecto que no cuaja ni acaba por definirse de ninguna forma, más allá de un mercado común y una moneda única. Bruselas parece un gigantesco aparato burocrático delirante, con un parlamento a medio camino entre lo metafísico y lo soviético. Europa es un estado sin nación, sin patria. Los estados realmente existentes (Francia, España, Alemania, etc.) son naciones con un Estado.
6. La industria está prácticamente deslocalizada, todo lo que compramos, desde un bolígrafo a un coche (desde el radiocasete hasta el motor) lleva un inquietante MADE IN CHINA
7. Los estados nacionales están endeudados hasta las cejas, deben más del 50% de su producto interior bruto a los mercados.
8. Estos mercados son gigantescos flujos de capital internacional que estuvieron a punto de colapsar en 2007-2008 y que no parece que acaben de recuperar «la confianza»
¿Y cuales son las soluciones que se plantean a todo esto? ¿Cuál es el plan a seguir? Básicamente, desde el político al ciudadano de a pie, parece que aquí para todo el mundo ese plan consiste en una sola cosa: esperar a que escampe, esperar que pase el temporal.
Pero la economía es una ciencia difícil y compleja ¿A quién deben los Estados nacionales ese dinero? Al mercado. ¿Y qué significa que un Estado tenga una deuda? ¿Cómo se traduce? Básicamente que un Estado tenga una deuda quiere decir que debe pagarla y que si deja de hacer frente a ella dejará de tener financiación externa. Dejará de tener dinero. El dinero es ahora algo más que una entelequia estatal. El dinero es supranacional e incontrolable. Aunque un Estado tenga una máquina de fabricar billetes no basta con imprimir más y más cantidad de ellos para tener, en sentido real, más dinero.
El dinero es un sistema convencional y global de valorar algo y por tanto los Estados tienen herramientas de control sobre él pero no pueden controlarlo real ni absolutamente. El concepto de dinero está más allá de la idea de Estado.
¿Y qué ocurriría si a usted o a mí nos asediasen las deudas y no pudiésemos hacer frente a ellas? Simplemente que estaríamos en quiebra; y como ya se supondrá perderíamos nuestros bienes, si los tenemos, y perderíamos a sí mismo todo aquello que poseemos.
¿Puede un estado quebrar? Bien, esto es complicado. Un estado es la máxima expresión de la fuerza y el poder y por tanto, en la práctica, nadie podría obligarle a hacer frente a sus deudas por la fuerza. Bueno, solo podrían obligarle otros Estados con la misma o con mayor fuerza y capacidad. Pero el mercado, el gran Mercado, no puede obligar a nadie porque no es una entidad política en sentido estricto.
El gran Mercado es, en realidad, un gran tablero de juego. Hay unas reglas y hay unos jugadores. Hay unos jugadores que ganan y otros que pierden; pero, a diferencia de los juegos lúdicos, fuera de este juego no hay un mundo paralelo y no ficticio donde continuar con nuestra vida cómoda y plácidamente.
En teoría un Estado no puede comprarse y venderse como una empresa; pero solo en teoría. Este juego del gran Mercado va modificando sus reglas en cada número indefinido de jugadas.
La Unión Europea ha modificado en algo las reglas de juego anteriores. Ahora los Estados que lo forman no poseen capacidad monetaria, y no pueden imprimir dinero propio. El siguiente paso es perder su soberanía fiscal, como le ha sucedido recientemente a Irlanda y va a sucederle a Grecia. Sin soberanía monetaria y fiscal un Estado no puede subsistir como tal sino en una relación de dependencia con otros estados acreedores.
La Unión Europea parece ser un juego particular y propio, con sus propias reglas para los jugadores que la forman, dentro a su vez del juego del gran Mercado. Irlanda debe miles de millones a Inglaterra y Alemania. Portugal debe miles de millones de euros a España. España debe, a su vez, miles y miles de millones a Francia y Alemania, etc.
Diferentes juegos se superponen y solapan entre si. El juego de la economía nos lleva al gran sistema de juego político. Como Marx entendió muy bien, la infraestructura se proyecta sobre las superestructuras. Pero la lucha de clases no es sino un residuo idealista no acorde a un materialismo histórico más asentado. El motor de la historia, para un materialismo histórico serio, no puede ser sino la lucha de Estados. Porque la idea de estado es, si no previa, sí simultanea al hecho económico conocido como dinero.
Usted no puede considerarse ajeno a estas cosas; estos hechos le afectan de forma directa y determinante. Usted puede ser como el idiota, ajeno a lo que le rodea, que cree que la lluvia no le afecta (o simplemente no puede entenderlo) y sale a la calle, creyendo que va no va mojarse. La lluvia va a mojarle sino toma las medidas (pocas o muchas) que estén en su mano para remediarlo.
Necesitamos un Estado fuerte, capaz, sólido, un Estado capaz de defender nuestros intereses y necesidades. No se engañe, usted no es ciudadano del mundo. El mundo no existe, el mundo no es una entidad política real, ni se expenden DNI o pasaportes del mundo.
Los micronacionalismos son una fantochada sentimental y peligrosa. Los estados no se fundan sobre sentimientos si no sobre la historia. Pensar que estos micronacionalismos defenderán mejor los intereses y necesidades de sus “nativos” es un error que no puede entenderse que nadie corrija. Ellos no pueden defenderlos mejor aunque los conociesen de una manera más cercana que nadie, porque aunque lo quisiesen (que eso estaría por verse) no poseen fuerza ni capacidad para defenderlos. Estos microestados solo serán enanos a la sombra de gigantes. Catalanismos, valencianismos, nacionalismo vasco… serán enanos bajo el control (más o menos directo) de grandes organismos políticos o incluso económicos. ¿Cree usted que la CCAA de Cataluña podrá oponerse a los dictámenes de empresas como Goldman Sachs que manejan presupuestos de más de un billón de dólares anualmente? No es que estos micro estados, totalmente inviables desde el punto de vista económico y político, puedan sobrevivir al amparo de Europa, Moldavia y Croacia subsisten porque Alemania así lo quiere. Serbia no desaparecerá mientras Rusia la sostenga. Andorra existe porque España y Francia aceptan el statu quo. Europa no es un Estado nacional, Europa es una biocenosis (incruenta desde hace 50 años) Es un conjunto de intereses comunes a veces, pero en muchos casos enfrentados.
La última constitución europea es una buena muestra de ello.
UPyD propone un modelo de estado fuerte, progresista, europeísta pero competitivo, federalista pero no asimétrico, jacobino; con una política energética y fiscal competitiva y realista, capaz de defender nuestros intereses y de hacer frente al siguiente turno en este gran tablero de juego de la política y la historia. ¡Ah! Y no se deje engañar… usted viene dentro del pack-lote España; y lo quiera o no está incluido en el juego.
Después de España solo puede venir una cosa… la larga sombra de Alemania y Francia sobre lo que quede de España, sobre todos nosotros.
De verdad, estáis convirtiendo ND en algo infumable, tanto Dios, hasta en un artículo de política nos meten el Génesis.
Ya no os conformáis con comentar todos los artículos de Dios, su padre, la madre y la vecina, ahora también aquí.
En una hoja parroquial estáis convirtiendo este medio, dais grima.
Excelente análisis, Sr. Moreno, excelente. Muy en la línea de G. Bueno, una de las mentes lúcidas de este país (aunque yo no concuerde con todas y cada una de las opiniones del filósofo). Me alegro sinceramente de tenerle presente como responsable de política de su partido en Novelda.
Plácido, desde las antípodas en las que me situo respecto a usted, coincido en el rechazo hacia esa costumbre de dar cancha continuamente a ‘magufadas’ de toda índole en esas presentaciones. Acientíficos, irracionales y engañabobos.
y dale, pienso igual que tu,se ve que el chico este se aburre y nos suelta la misa diaria, ultimamente se hable de lo que se hable siempre esta dios por enmedio.
A #2:
¿Quién le obligó a leer mi comentario? Tan pronto veas mi nombre puede saltar al siguiente, y chim-pún. Mi comentario a este artículo de política es de contenido político de principio a fin, mal que le pese a usted. La globalización y sus tirititeros, su agenda oculta pero a la vista, sus ‘creencias’, todo es política: el arte de organizar la convivencia de la sociedad humana; el título ‘Cristo’ es de contenido político, el Dios de la Biblia también tiene su ‘política’ por más que se le quiera dejar fuera de juego. La política no se reduce a esta apariencia de democracia con la que los que realmente hacen política nos tienen entretenidos.
Estamos en una sociedad pluralista y cada uno habla desde su cosmovisión, soportada en todos los casos por ciertas ‘creencias’, lo sepa usted o no, lo reconozca usted o no. El liberal habla desde su liberalismo; el socialdemócrata habla desde su socialdemocracia, el libertario habla desde su anarquismo, el comunista desde su comunismo, el ateo desde su ateísmo, el capitalista habla desde su capitalismo… ¿por qué el cristiano no puede hablar de política desde su cristianismo?
Participen ustedes libremente desde su propia cosmovisión, y no se molesten tanto por la pluralidad.
Dices que «Un estado es la máxima expresión de la fuerza y el poder», pero ahí está, la agenda oculta de las élites globalistas, que asoman un poco la nariz en el Club Bilderberg, desmantelando paso a paso los estados nacionales. No necesitan, de momento, los ejércitos. Han generado y están administrando un caos estratégico global para que todos asumamos resignadamente que no hay otro camino que la transferencia de soberanía desde los estados a instancias supranacionales cada vez más alejadas del control democrático (ya de por sí muy limitado en los estados). La ONU y la Gran Banca ya habla de la moneda única mundial. FMI, Banco Mundial, OMC, ONU… herramientas todas en manos de «los arquitectos de Nuevo Orden Mundial» para implementar un gobierno único mundial. ¿Qué poder real queda a los estados para oponerse a esto, amigo Ricardo?
Su tela de araña no va controlando sólo al ámbito económico y político, también el militar, el cultural, el informativo/multimedia, y hasta el religioso: La Farándula por ejemplo nos trae una y otra vez ‘profetas de la Nueva Era’, preparando ‘una conciencia superior’ para los ‘mundos evolucionados’ que vienen, tratando de convencernos de que todos somos Dios. Panteísmo, la supresión de la diferencia entre el Creador y las criaturas, bajo lo cual late la vieja pretensión satánica: que la criatura ocupe el lugar de Dios: «seréis como Dios» (Génesis 3:5). ¿Tendrá todo esto algo que ver con que los popes detrás del Club Bildelberg sean ocultistas, ‘iluminati’ (élite de la masonería), satanistas (dinastía Rockefeller, dinastía Rothschild…?
La Biblia nos habla proféticamente (sobre todo en su último libro), con su lenguaje simbólico, de este último imperio global que aglutina todos los anteriores, que estará gobernado por una figura siniestra, y que estará sustentado por el poder del mismo Satanás, el «engañador de las naciones» (Apocalipsis 12:9).
Lo decisivo en juego desborda totalmente lo que pueda resultar en las próximas elecciones. Todos deben saber que la única esperanza para este mundo es el Cristo de Dios, es decir, el Gobernante escogido por Dios para liberar este mundo del mal y traer la justicia y la paz verdaderas: Jesús, el crucificado resucitado, que volverá esta vez en poder en el momento oportuno (2Tesalonicenses 2).
Hacia esta confrontación final camina nuestra Historia, y cada uno de nosotros está obligado a escoger de qué lado se va a poner.
Ricardo has hecho un diagnóstico certero, pero te has perdido, como todos los partidos, en la solución (UP y D. tiene la solución los demás no tienen ni idea) ese es el problema real de todos, que como no penséis en serio, que los demás también pueden tener parte de razón, nunca saldremos del pozo.
A sr. » Ya vale » que el sr. » anonimo » le llama » Y dale » , sólo preguntarle : ¿ creéis que hay que vetar cualquier comentario que haga mencion según ustedes a » tanto Dios » ? No hace falta que contesten aquí, su íntima respuesta será la que prevalezca para beneficio o engaño propio.
La palabra és como una espada de doble filo,del corazón sale y al corazón regresa.
En líneas generales estoy de acuerdo con la opinión que el señor Moreno vierte en su artículo. He de reconocer que no me imaginaba que tuviera una visión tan clara sobre la problemática situación actual y sus implicaciones. ENHORABUENA, SEÑOR MORENO.
También he de mostrar mi coincidencia de opinión con «ripley8», aunque reconozco haber tenido que buscar el significado del término «magufadas» e incluirlo en mi diccionario personal. Parece que le ando a la zaga, pero le prometo recuperar distancias, apreciado ripley8.
Me alegro de la coincidencia yo también, Cylon. A ver si alcanzamos una masa crítica.
Por cierto, bonito nick … ¿de los numerados o de los metálicos? 🙂
Yo soy uno de los que vd. llama idiota.
Concrete, señor Muñoz Pellín. ¿Se refiere al señor Moreno o alguno/a de los que hemos vertido nuestra opinión?.
Porque me parece que nadie la ha insultado. Más bien es usted el que se autoinculpa con sus palabras sin que nadie le haya llamado así.
Muy buena exposición de la situación en que nos encontramos en España. Lo que sobran son «cantamañanas» (los dos partidos grandes) que sólo nos ilusionan subiendo el listón del número de puestos de trabajo que, según ellos, van a crear. (No se lo creen ni ellos) Pero, vamos a ver ¿en qué empresa van a colocar esos 3,5 millones de trabajadores? ¿En una empresa privada, o en la Administración? Porque ambas posibilidades están reduciendo plantilla. Luego, una vez que votemos a uno de los grandes, si te he visto, no me acuerdo.
Yo también me alegro No sé si llegaremos a la masa crítica, pero seguro que podremos acercar posiciones.
Y, en lo relativo al nick, también compartimos gustos. Por supuesto, numerado, aunque los metálicos también tienen su encanto.
Que la travesía de la Nostromo sea relajada.