Adiós, Paco y Susana
Os han arrancado, violentamente, de la vida, de nuestra vida, de una manera absurdamente trágica. Era demasiado hermosa y redonda, esa que supisteis perfeccionar entre la mayor discreción y sencillez, a espaldas del menor aparato social, con trabajo, rigor, solvencia y hombría de bien.
Querido hermano: Siempre te sonrió la fortuna. En todo triunfaste y fuiste el mejor. Sin salir en la foto ni sacar pecho mediático y figurón. Discreción y prudencia. Éxito y tranquilidad privadísima, disfrutados a solas en el paraiso que te supiste levantar a las faldas de La Serreta. Con Susana a tu lado. Siempre a la sombra del brillo de tus logros, la dulce y alargada nota gris de tu alemana de Novelda, callada, gentil, elegantemente frágil y pretendidamente apagada, Susanne Brensing Hall, alta, esbelta, bella y suave.
Hiciste de tu vida una obra de arte, rigurosa, precisa y exigente y la muerte no pudo soportar sus envidias. Una muerte celosa de tanta ventura, acierto, felicidad y confort material y espiritual. Nos han dejado sin un hombre grande y bueno, eficaz y serio, fuerte y libre, triunfador sin alardes y rico en la hombría del mejor dinero. Y nos han arrebatado también a tu amorosa compañía, la Eva de aquel paraiso del que os ha arrojado el ángel malo de la muerte violenta y deshumanizada.
Desde vuestra barandilla del Cielo, habrán contemplado vuestras almas como dábamos al mar este domingo 18 de Abril, a la hora del Ángelus, los últimos vestigios materiales de vuestra entidad, esas cenizas enamoradas de las que habló nuestro mejor poeta. Junto a la boya de los 50 metros de profundidad, frente a la ermita del Rosario de El Carabassi, Santa Pola y Tabarca. Aquella porción de mar ha pasado a ser vuestra sepultura en el universo. Marcada con un puntito rojo en las cartas marineras.
En adelante, además de una muesca incicatrizable en nuestros corazones, sereis reflejo de vuestra propia luz y sonrisa amorosa en el gesto de la espuma. Que Dios os bendiga, hermanos. Que Dios bendiga el agua bendita que habeis pasado a ser. Y una cosa, Paco, por favor: Dale un beso muy grande, a mamá, de mi parte. Adiós hermano, socio y amigo. Hasta un siempre jamás, que durará lo que quiera el Cielo que tardemos en volver a abrazarnos.
Animo para toda la familia, y especialmente a ti amigo Luis.Espero que en tus pensamientos tus columnas y tu libros encuentres un poco de consuelo en estos momentos tan dificiles.
Deseo que pronto sean detenidos los culpables.
Un abrazo desde mi micròfono y mi corazòn.
Tu amigo: Luis.
Desde esta pagina que siempre te leo, hoy te mando mi más sentido pésame, y estoy contigo amigo Luis y Charo.UN ABRAZO.
Hola Luis y Charo:
No he tenido fuerzas para ir a daros un abrazo, pero no he dejado ni un solo segundo de pensar en vosotros. Sólo desearos fuerzas para seguir este camino tan duro… «la VIDA»..
Animo para todos.
Familia Beltrá Valls.