Artículo de opinión de Armando Esteve, Cary Crespo y Pancho Cantó, portavoces de Ciudadanos
No, no solo ha sido compañero, Ricardo Moreno, durante más de una década ha hecho posible que un pequeño grupo de personas nos sintamos parte de un equipo. Eso y mucho más. Su carisma, su forma de ser. Sentirse responsable de sus actos y decisiones, le obligaban a estudiarse y analizar profundamente los temas sobre los que debía pronunciarse. No se puede decir que diese puntada sin hilo.
No, no todos los políticos son iguales. Hoy vemos como triunfa lo fácil, lo estéticamente correcto, la mentira sin contemplaciones, con premio. Parece que todas las personas que se involucran en lo público pretendan exhibir sus atributos ante la manada y disfrutan de la exposición pública. Solo unos pocos como Ricardo no lo necesitan. Solo a unos cuantos no les gusta la exhibición, no lo precisan para intentar poner su granito de arena para conseguir un mundo más justo.
No, no todos los que dicen ser de izquierdas lo son. En tiempos oscuros, como los actuales, donde el poder y el partido del régimen forman un todo, solo unos pocos como Ricardo saben que no se es más progresista por decirlo más veces, sino que se demuestra en tu trabajo del día a día, y sobre todo con los resultados de ese trabajo concienzudo, orientado a que todos tengamos un mejor futuro, sin cargas, ni hipotecando por generaciones el Ayuntamiento. Solo así podemos entender su predilección por los números, realidades poco poéticas pero que son los que permiten hacer cosas, buenas cosas a ser posible, o por el contrario hacer lo fácil, pasar de ellos, como si no existiesen, y creer en las hadas madrinas como parece que está de moda.
No, no todos los relatos son ciertos. Son cuentos chinos o literatura épica para manipular a las masas. Como siempre ha sucedido, “el poder” encuentra la forma de utilizar a quienes aúpan. Hoy les basta con conseguirles un carguito. Solo unos pocos, como Ricardo, se atreven a leer el contenido del libro y no se quedan en las tapas.
No, no todos pueden decir que han tenido a Ricardo como compañero, para nosotros, ha sido una suerte y nos sentimos orgullosos de su trabajo, de lo que nos ha dejado a todos los noveldenses como resultado de este, y sobre todo de disfrutarlo como persona.
No, no todos saben entregarlo todo y pasar página. En tiempos donde algunos matan por vivir de la política de un pequeño pueblo, y piensan retirarse sin haber hecho otra cosa, aunque para ello tengan que dejar muchos muertos en el camino, y se desviven en arengar a sus súbditos a quemar en la hoguera al rival, nada nuevo por cierto, en estos tiempos, ver que alguien que se ha dejado la piel y que ahora podrá centrarse en cosas, seguramente más importantes y reconfortantes que lo público, es un rayo de esperanza.
Porque esto no es un final y ni siquiera una despedida, únicamente es la oportunidad de emprender una nueva etapa, otra aventura…
Buenos días, Vietnam.