Tribuna de Opinión de Victoria Céspedes
El reciente escándalo del CSAD ha dejado en evidencia las profundas grietas en la gestión del actual equipo de gobierno, pues la forma en la que esta información ha sido manejada plantea serias dudas sobre su honestidad y su eficacia.
La sentencia, recibida a mediados de abril, fue mantenida en secreto, lo que pone en relieve una preocupante falta de transparencia. El equipo de gobierno parece haber adoptado la estrategia de esconder información y luego improvisar soluciones financieras que ponen en riesgo la estabilidad económica del municipio.
La oposición, con razón, ha criticado esta maniobra como un intento de ocultar problemas y luego transferir las consecuencias a la ciudadanía. A los 4,8 millones más intereses de la reciente sentencia tenemos que sumarle 5 millones de préstamo, 7 millones de deuda actual y subvenciones para proyectos que están sobre papel mojado y que su devolución por no cumplir con las condiciones pueden provocar un considerable incremento de la deuda.
El modus operandi del actual equipo de gobierno parece basarse en la evasión de responsabilidades. En lugar de buscar soluciones conjuntas, se dedican a culpar a la oposición y a otros factores externos. Esta actitud es poco profesional y muy peligrosa para la cohesión social y la confianza de los ciudadanos en sus líderes.
El ataque constante a la oposición y la falta de autocrítica demuestran una incapacidad para gestionar de manera efectiva y honesta. Es crucial que los dirigentes locales recuerden que su papel no es el de superhéroes de cómic, sino el de servidores públicos responsables y transparentes. La política barata y los ataques sin sentido no son lo que Novelda necesita. Lo que se requiere es una gestión clara, honesta y centrada en el bienestar de la comunidad.
El llamamiento de la oposición a la unidad y al trabajo conjunto para encontrar soluciones a estos problemas es una luz de esperanza en medio de tanta confusión. Novelda necesita un liderazgo que esté dispuesto a colaborar, a ser transparente y a poner los intereses de la comunidad por encima de cualquier otra consideración.
En resumen, la transparencia, la responsabilidad y la colaboración deben ser los pilares sobre los que se construya el futuro de nuestra ciudad. Sólo así podremos asegurarnos de que Novelda prospere y que los ciudadanos vuelvan a confiar en sus líderes.