Artículo de opinión de Vicente Díez, sobre deportistas noveldenses
El protagonista de hoy nació en esta ciudad en el año 1948 y nos conocíamos «de vista». Como antecedentes familiares en el deporte, relata que su primo Luis Segura jugó al fútbol en los años 50 junto a «Pina». Otro familiar suyo fue Vicente Gómez, quien fue portero de fútbol en diversos equipos de Segunda división en años posteriores. Por su parte, Juan estuvo en la plantilla del equipo local, Novelda CF en categoría juvenil, hasta casi los 20 años.
Previamente, en su época escolar hacia los años 1956 ó 57, llegó al colegio de los Padres Reparadores un profesor de Educación Física, don Augusto, del que aún guarda grato recuerdo. Este docente fue quien sembró la semilla de la afición por el balonmano, detallando la técnica de este juego deportivo entre los alumnos.
Pronto se hicieron campeonatos en la localidad entre diversos colegios. Por entonces, surgió un jugador con cierta clase, Jaime Segura, quien jugó a continuación con el equipo Pizarro de Elda en Primera división. A Novelda volvió Segura un tiempo después, practicando el atletismo y fundó un equipo de atletas denominado «La Liebre», que se publicó en estas biografías con el nº 13, de fecha 30/01/2012.
Volviendo al balonmano de la localidad, colegios como el Oratorio Festivo o el Padre Dehón jugaban aquellos campeonatos en el Campo de La Magdalena y alrededor de los años 1969 ó 70 se seleccionaron entre los jugadores locales a los mejores, para confeccionar el primer equipo de Novelda en categoría Primera Regional, compìtiendo por toda la provincia.
Hacia los años 1980 u 81, Juan habló con el mejor jugador de la localidad, Luis Galiano Berná (ver biografía nº 133, de fecha 02/06/2019) para crear un equipo de nivel nacional. Sus rivales provinciales tenían plantillas más veteranas o de superior calidad a la de Novelda, aunque llegaron a ponerles en aprietos en alguna ocasión. El día de la inauguración de la cancha en La Magdalena (año 1981) se jugó un partido amistoso contra el equipo de Petrel Balonmano. Los locales tuvieron la suerte de contar en su plantilla con un portero ovetense de nacimiento y con raíces noveldenses, que vivía en nuestra ciudad. Había jugado en Primera división y se notaba su participación; no obstante, cuando sus estudios le retenían, no podía acudir y se notaba su ausencia.
A veces jugaban a la intemperie, con el riesgo que ello conlleva. Imagínense una pista mojada por la lluvia; a pesar de ello, la ilusión por seguir adelante les hizo empeñarse en seguir con el proyecto. Pero el balonmano no tenía previamente tradición en Novelda como el fútbol, el baloncesto, el atletismo o el ciclismo. Y si no hay una figura a la que admirar y que aglutine a los aficionados o espectadores, la afición se va apagando. Y el balonmano desapareció de nuestra ciudad hacia el año 1988 u 89. Luis Galiano hizo una gran labor, continuando su docencia como monitor en Aspe.
Como anécdota simpática, Juan alega que jugaron un partido como visitantes, contra el Centro Excursionista Eldense y el ansiado portero del Novelda Club Balonmano no se presentó. No disponían de sustituto, pues la plantilla era la justa para poder actuar; por lo que Juan Gómez, ya presidente, se vistió de corto y… a la arena, a luchar contra las fieras. Menos mal que el suelo era de madera y sobre este material, duelen menos los inevitables batacazos.
Juan Gómez, nuestro protagonista de hoy, fue presidente de aquel equipo inicial; sin ayudas económicas ni patrocinio de empresa alguna, aunque se intentó. Sólo 3.000 pesetas anuales que aportaba el Ayuntamiento, que casi siempre se recibían con retraso, pero era lo único. Con esta exigua cantidad había que hacer frente a muchos gastos inevitables como árbitros, fichas y otros. Juan afirma que en más de una ocasión, él adelantó el dinero para hacer frente a algún imprevisto y con retraso, lo recuperaba de la subvención municipal. Otras veces no era suficiente y lo gravaba a su propio bolsillo. Le recompensaba o satisfacía poder ver jugar a sus muchachos. Presidentes así no suelen existir muchos.
Llegaron a integrarse unos 35 a 40 muchachos en este equipo, Novelda Club Balonmano, desde el año 1980 hasta el 1989. De entre ellos, el mencionado Luis Galiano fue el más destacado junto a otros dos de Monforte; uno de ellos, Antonio, de AnísTenis y su primo.
Este deporte es habitual en lugares o países fríos, con pabellones cubiertos y en Novelda se hacían en verano y al aire libre. En invierno, una cancha con suelo de cemento puede ser resbaladiza, si ha llovido previamente.
Por sus contactos, Juan tuvo la suerte de conocer a don Andrés Muñoz, presidente del inolvidable equipo alicantino del Calpisa, anteriormente denominado Obras del Puerto (como inciso, yo afirmo haber visto jugar varias veces en mi infancia, a este equipo portuario en la zona donde actualmente está el casino y zona recreativa del puerto alicantino. A veces, el balón caía al agua y los propios chiquillos nos lanzábamos a recuperarlo, así como encargarnos del marcador con tablillas colgadas en un poste. Esto acaeció en la década de los años 50). El Sr. Muñoz (q.e.p.d.) fue su amigo y le asesoró para ver la posibilidad de promocionar al equipo noveldense como posible filial del conjunto de la capital.
Otra anécdota relatada por Juan como jugador en activo fue la de su último partido, jugado en Sevilla. Fue en el año 1968 y estaba cumpliendo “la mili” en Aviación, en el cuartel de Santiago de la Ribera (Murcia). Se disputaba una especie de campeonato militar entre cuarteles de aviación y su rival fue el cuartel de Málaga. Al ir a lanzar el balón saltando, recibió el choque de un contrario en el hombro. Se lesionó y supo de inmediato que se había acabado la competición para él.
En cuanto a las lesiones más habituales suelen estar las del brazo u hombro por los choques, así como la de rodilla por los muchos giros instantáneos que se realizan; a veces, sin haber asentado bien la planta del pie sobre el suelo, pero la velocidad es algo imprescindible y no se puede esperar a posicionarse correctamente. El jugador de balonmano suele ser corpulento como en el baloncesto, así como fuerte.
Siguió dentro del ambiente de este deporte y así conoció al periodista Vicente Fuster, también presentador de televisión. Este informador es un eterno aficionado al balonmano y no se pierde un solo partido del equipo de Benidorm en la Liga Asobal. Para Juan, es quien le conecta con el balonmano. Admira y quisiera disponer como Benidorm de un equipo local, pero ve difícil de renovarlo aquí, si no es a través de los colegios que lo impulsen.
Continuamos charrando acerca del deporte ciclista de la localidad. Llego a la conclusión que Juan, quien es de mi misma edad, es como yo, el eterno deportista que nunca se retira. Ánimo, Juan; quizás tus anhelos y los míos se vean realizados algún día.
Concluyo por hoy, agradeciendo al propio Luis Galiano su colaboración para la realización de esta biografía, aportando datos y fotografías.
Me gusta saber sobre los deportes y deportistas de Novelda. Espero al próximo.
Jugué a veces en el Instituto y me enganché a verlo por la tele. Ojalá que lo tengamos de nuevo aquí
Me encantan los deportes y el balonmano debería existir de nuevo en Novelda.
Conozco a algunos de los que salen en la foto del equipo con camiseta verde. Se merecen que se acuerden de ellos.
Seguimos SUMANDO recuerdos y conocimientos sobre mas deportes y deportistas en NOVELDA gracias al buen trabajo del Sr Vicente y la colaboración de NoveldaDigital.
Vi alguno de aquellos partidos y recuerdo a Juan presidente y a Luis jugador. Bueno momentos pasé
Mi agradecimiento a los que expresan sus opiniones, así como a los lectores. A continuación, viene otro reportaje sobre el ciclismo local.
Solamente decir que por el año 58 formé el primer equipo de balonmano existente en la Ciudad. También llamado La Liebre, deporte que también practicaba e n Argel y que competiamos a nivel provincial.