Ximo Puig: «Es hora de que la ciencia, la innovación y la investigación sean consideradas otra pata fundamental del estado de bienestar»

El president reivindica que la «vacuna» para conseguir situar a la ciencia en el lugar que merece es aumentar la inversión pública y la privada en I+D+i, con el horizonte de alcanzar el 2 % del PIB.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha pedido dar a la ciencia «el rango que merece» como «pata fundamental» del estado del bienestar y ha reivindicado, como «vacuna» para lograrlo, actuaciones que consigan «retener el talento, aumentar la inversión pública y privada, con el horizonte del 2 % del PIB como objetivo real y no teórico, eliminar las trabas burocráticas a empresas y facilitar el emprendimiento».

El president, en su intervención en el Saló de Corts durante el acto de proclamación de los Premios Rei Jaume I 2020, ha indicado que «es hora de que la ciencia, la innovación y la investigación reciban la atención que merecen por parte de todas las administraciones, por decencia y por inteligencia».

«Es hora de que la ciencia, la innovación y la investigación sean consideradas otra pata fundamental de nuestro estado del bienestar», porque «la educación forma; la sanidad protege; la dependencia dignifica y las pensiones sostienen», y la ciencia salva, salva vidas, salva familias, salva empleos, salva sociedades», ha dicho el president, que ha abogado por «resetear nuestra forma de entender la ciencia como una prioridad a largo plazo» porque es hora de entenderla «como una urgencia».

Tal y como ha defendido, la sociedad «anhela una vacuna que proteja la salud y que permita recuperar el bienestar perdido, pero el desarrollo de una vacuna no brota de la nada» y «para que un equipo investigador realice ese hallazgo, necesita financiación y apoyo».

«Creo, con humildad, que todos hemos aprendido la lección». «Era eso», ha subrayado el president parafraseando a Ortega y Gasset; «era eso que cada año pregonan los Premios Rei Jaume I: para proteger a nuestra sociedad, hay que apoyar a la ciencia y a la investigación».

«En la ciencia debemos sembrar ya para poder recoger cuando sea perentorio; de lo contrario, la cosecha no llegará a tiempo», ha señalado Ximo Puig, para quien no cabe ni el derrotismo ni la resignación. «No será rápido ni fácil levantarnos de este golpe recibido, pero «no hay atajos al progreso» y «ese camino pasa por incrementar el apoyo a esta nueva pata del estado del bienestar».

En este punto, ha vuelto a reclamar un pacto por la ciencia, porque la investigación «no sabe ni de coyunturas ni de legislaturas», sino que precisa de «estabilidad».

Aumento del 11% en personal investigador

El president ha recordado, por otro lado, que la Comunitat Valenciana ha aumentado su número de investigadores e investigadoras un 11 % en tres años, y que en 2018 destinó el 1,05 % del PIB a I+D+i. «Hemos avanzado, pero todavía queda mucho camino por recorrer», ha manifestado Puig, quien se ha referido a la puesta en marcha en medidas pioneras como la Estrategia Valenciana de Inteligencia Artificial o como el Plan GenT, con el que se ha atraído a 51 investigadores e investigadoras de excelencia a la Comunitat Valenciana.

El titular de la Generalitat también ha aludido a la próxima creación de una institución valenciana de excelencia internacional con sede en Castelló, que se extenderá por todo el sistema científico de la Comunitat para atraer talento y a que la Agència Valenciana de la Innovación, con 27,1 millones de presupuesto, seguirá creciendo para convertirse en un faro de nuestra economía post-pandemia.

«Si los recortes no son una salida a esta nueva crisis, menos aún pueden serlo los recortes en ciencia, investigación e innovación», ha abundado el president, que ha recordado: «La innovación nos ha salvado y nos está salvando vidas. Por tanto, no era el futuro, era el presente lo que nos jugábamos con nuestro desarrollo científico y nuestra capacidad innovadora».

Hoy, 32 años después de la creación de los galardones, «solo tenemos una elección: hacerles más caso a los Premios Rey Jaume I y apostar por la ciencia, por la investigación y por el emprendimiento innovador, porque en ello nos va la vida», ha asegurado Puig.

Personas premiadas en la edición de 2020

En la presente edición el premio a la Investigación Básica ha recaído en Francisco José García Vidal, doctor en Ciencias Físicas, catedrático y director del Condensed Matter Physics Center (IFIMAC), a quien se reconoce su trabajo durante 25 años en el área de la Nanofotónica. El jurado destaca «su destacada contribución en el campo de la plasmónica y de la interacción de la luz con materiales nanoestructurados».

En cuanto a la categoría de Economía, ha recibido el premio Diego Puga Pequeño, PhD in Economics, London School of Economics and Political Science, y actualmente profesor de Economía en CEMFI. Diego Puga ha sido galardonado con el Premio Rei Jaume I 2020 por sus contribuciones en el campo de la economía espacial. Destaca por su trabajo sobre la evolución de las desigualdades regionales y, más recientemente, por sus contribuciones utilizando el Big Data, que están cambiando la forma tradicional de abordar los fenómenos ligados al espacio.

En Investigación Médica ha sido galardonado Miguel Beato del Rosal, doctor en Medicina, Habilitación en Bioquímica y jefe de Grupo del Centro de Regulación Genómica (CRG). Creó el Centro de Regulación Genómica que, bajo su dirección, es uno de los más reconocidos en Europa meridional. El jurado le ha otorgado el premio por sus descubrimientos sobre cómo funcionan un tipo de hormonas que químicamente son grasas e incluyen las hormonas sexuales y el cortisol, la hormona del estrés.

Fernando Maestre Gil es el galardonado este 2020 en la categoría de Protección del Medio Ambiente. Licenciado en Biología y doctor en Biología, por la Universidad de Alicante, es investigador, catedrático de Universidad (en excedencia) y director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global. Para el jurado, «la investigación del profesor Maestre aborda el creciente problema de la desertificación frente al cambio climático global, un problema que necesita soluciones urgentes en la protección del medio ambiente».

En el campo de las Nuevas Tecnologías, ha sido reconocida por el jurado la doctora en ciencias químicas, Laura M. Lechuga Gómez, que actualmente ejerce como profesora de Investigación CSIC y es jefa de Grupo en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) y en CIBERBBN. Con el premio se reconocen sus importantes contribuciones al diseño y desarrollo de nuevos biosensores esenciales para un diagnóstico clínico, temprano y rápido. De hecho, la capacidad de aplicar sus innovadoras herramientas de diagnóstico ha supuesto un desafío en el programa que está desarrollando para la detección de la COVID-19.

Por último, Verónica Pascual Boé, consejera delegada de ASTI Mobile Robotics, ingeniera Aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por el CDI de París y Máster Ejecutivo en Psicología positiva aplicada al liderazgo del IS Business School, ha obtenido el premio al Emprendimiento «por su gran formación, por los logros obtenidos por su empresa en un sector innovador y puntero como es la robótica y por el crecimiento que le ha dado a su compañía familiar en los años en los que ha estado al frente».

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