Novelderos por el Mundo.- REHOVOT, Israel

CARLOS SABATER PIQUERES (37) trabaja en el Weizmann Institute of Science en Israel. Se licenció en física por la Universidad de Valencia, y después de pasar un tiempo trabajando en laboratorios de piedra natural decidió hacer un doctorado en Nanotecnología. Una vez terminado se mudó a Holanda para trabajar en el prestigioso laboratorio  en la Universidad de Leiden, Kamerling Onnes, físico que recibió el premio Nobel en 1908 por licuar el Helio. Después de Holanda estuvo una temporada por Novelda para casarse con Mary Luz Uribe y «recuperar el tiempo perdido con la familia y emprender una nueva aventura. La aventura de Israel». 

Pregunta.- ¿Quién es tu familia? Respuesta.- Bueno, como muchos nací en Alicante, pero mis padres eran de Novelda, y allí me crié en el barrio «de les Forques». Luego, a los 6 años hice un cambio de barrio, ya más para el centro, más cerquita de los míticos bares como El Coyote, Patio de Jonás y del Iguana, o lugares de culto como la antigua biblioteca (la de Jaume II). Todos ellos lugares donde he pasado mucho tiempo.

 P.- ¿Tienes familia en Novelda? R.- Claro, la familia sigue allí, incluso sigo teniendo mi propio piso en Novelda, aunque deshabitado y con el cartel de «Se vende». Mi familia (el pare Antonio, la mare Luz Divina i el germà Javi) viven allí y eso me duele. No poder pasar tiempo con mis padres, hermano y sobrino, es algo que me duele en el alma.  Estar fuera una temporada esta «guay» y te abre los ojos, te da aventuras, te da experiencia. Pero ya empiezo a sentir el peso de lo que me gusta llamar «estar en el extranjero por exilio científico». Por lo visto ser científico en España se basa en que vayamos saltando de país en país cada 2 o 3 años.

P.- ¿Tu familia es conocida por algún apodo o tienen algún negocio conocido? R.- Entre tantos apodos de Novelda y dependiendo de los abuelos tanto paternos y maternos  y no haciendo distinción de sexos me corresponden, el de Sanjuanero, Garrofí, Valija o Braç de ferro. Que cada uno elija el que más le guste, aunque en el Instituto ya me pusieron alguno. Seguro que alguien al ver la foto dirá, ¡Recontracollons! ¿què fa ahi el Pelu?

P.- ¿Por qué decides ir a vivir a ese país? R.- Realmente no he decidido, más bien mi país me ha obligado a irme fuera como a otros tantos científicos y doctores españoles. Realmente mi país me dio la oportunidad de sacarme un doctorado en nanotecnología, pero no me ha dado la oportunidad de seguir como científico en él. Durante tres años he estado en el «exilio científico» en Holanda y ahora llevo medio año en Israel, y creo todavía me quedan 2 años y medio más. El estado israelí me ha becado en el considerado décimo mejor Instituto de Ciencia a nivel mundial. Sin embargo, España no saca plazas o las pocas que saca están ya dadas. O si saca becas te piden imposibles. Muchos de vosotros pensaréis «bueno, ¿y por qué no la empresa privada? Lo he intentado y lo intenté en Novelda. Bajo mi opinión, hoy por hoy, en Novelda, Alicante o Comunidad Valenciana, no existen empresas que quieran  hacer nanotecnología de verdad o que quieran invertir de verdad en ello.  Si alguien al leerlo piensa que sí, estaría encantado de volver a mi tierra.

P.- ¿Dónde vives? R.- Mi ciudad se llama Rehovot, un municipio que está entre Tel’Aviv y Gaza, a unos 50 kilómetros de la frontera. A día de hoy es un sitio muy calmado, aunque es muy típico tener refugios debajo de casa. De hecho, mi casa de aquí tiene uno. Según me han explicado los habitantes de aquí, cuando se interceptaban los misiles en el aire y sonaban las sirenas se bajaban a protegerse. Hace ya más de tres años que no suena una sirena, lo cual me deja muy tranquilo. Ojalá jamás suene ninguna sirena más. Sin embargo, estas heridas de guerra llamadas refugios siguen ahí y nos recuerdan la delgada línea que hay entre vivir en paz y vivir en guerra. Ahora, miro a España y el conflicto que estamos sufriendo, y tengo miedo. Por favor, políticos, dialoguen o dimitan.

La vida aquí es como en cualquier otro sitio. Esperando que pasen los días para volver a ver a la familia, o que la familia venga. Por cierto, la familia ha estado aquí recientemente. Rehovot es la ciudad donde vivió el primer presidente de Israel, Chaim Weizmann. El Dr. Weizmann  no solo fue un científico brillante, sino que además fue el primer ministro de un estado emergente. En cuanto al clima, igual que allí. Es como estar todo el año en «els clots de la sal», pero sin agua.

P.- ¿Qué haces en la actualidad? R.- Me paso las horas en el laboratorio o escribiendo artículos científicos, o bien me las paso leyendo artículos de otros. Digamos que aquí trabajo en fundamentos de la electrónica que se gastará dentro de 20 o 40 años.  Seguramente alguien se preguntará si esto es un trabajo. Pues sí. Es un trabajo y requiere estudiar mucho, escribir y hablar inglés perfecto, ya que damos charlas por todo el mundo mostrando lo nuevo que hemos descubierto. Depende de gente como nosotros que la cura de cualquier tipo de cáncer o de cualquier enfermedad que esté basada en la electrónica o en los aparatos de diagnosis. Estimados políticos e inversores, no dejen de apostar por el futuro de la humanidad, no dejen de invertir en el I+D+i. Sin gente como nosotros no habría tablets, móviles, Internet… no habría resonancias magnéticas, no habría rayos X, no habría muchas cosas de uso cotidiano y de uso médico.

P.- ¿Es difícil vivir ahí? R.- Pues la verdad, no me parece nada fácil vivir aquí. Partiendo de que no entiendo el idioma, ni el alfabeto. No sé lo que dicen los carteles, anuncios o señales. Fuera de la ciencia y viviendo el día a día con los lugareños, es un poco difícil vivir aquí. Muchas veces en el supermercado hago la compra al azar, no entiendo nada. Ahora estoy intentando aprender hebreo, pero todo requiere su tiempo.

P.- ¿Qué costumbres, a diferencia de las españolas, tienen? R.- Todo es tan distinto y a la par tan igual que no sé qué decir. Son mediterráneos como nosotros. Impacta ver tanto rabino/ortodoxo la primera semana, luego te haces al tema. Impacta subir al tren y ver militares con el arma, tanto hombres  como mujeres. Aquí la mili dura 3 años para los hombres y dos para las mujeres. 

 P.- ¿Qué sueles cocinar allí? R.- Menos cerdo y «fruta di mare», de todo. Todavía no sé dónde venden cerdo. Aunque echo de menos  hacer un «xanxullo» familiar, una «gaxamigueta», un «arrós amb conill i bon plat de pernil». Pero me estoy haciendo muy adicto al pan de pita con humus (jumus, como pronuncian ellos). El falafel también muy rico, pero si le pusieran botifarra al costat estaría mejor.

 P.- ¿Qué hobbies tienes? R.- Correr y fitness. Cada vez que puedo  o tengo la oportunidad me pongo las zapatillas y me voy a explorar a la velocidad que me dan los pies. Y fitness en el gym, o bien me voy a un parque con césped. Otra cosa que me ha llamado la atención es que aquí hay una avenida a las afueras, similar a la que hay en Novelda y mal nombrada como la avenida colesterol. Me llama mucho la atención que el kilometraje está marcado cada 500 metros de los 5000m que posee. Y que en todo el recorrido hay fuentes para beber y básculas electrónicas donde te puedes pesar.

P.- ¿Qué es lo que más y menos le gusta del lugar? R.- Lo que menos me gusta es que estoy muy lejos de mi familia, eso es lo que más me duele. Además, los precios son demasiado caros. Me hace mucha falta la familia y los amigos, que son muchos los que se quedaron allí.

P.- ¿Sigues la actualidad de Novelda? R.- Claro, Sobre todo la política, me encanta (léase en noveldero bilingüe) “que si el Señor alcalde Armando ha hecho esto y lo otro, que si Rafa Saéz a dicho tal barbaridad, que si Fran el del PSOE l’han tirat. Pos colló, si sóc un “dotoraso” de la política”.

P.- ¿Conoces Novelda Digital? R.- Claro, y lo sigo en su versión web. Aunque voy a ser sensato y os digo que echo de menos un apartado de ciencia, como un periódico noveldense, cuyo emblema del pueblo es Jorge Juan, gran científico español. No tener un apartado de ciencia le duele a Jorge Juan. Además tenéis gente como yo,  que está fuera o que juega en casa. De cualquier modo, hay mucho científico noveldense que seguro que tiene una historia, un artículo o una investigación, algo que pueda contar, pudiendo inspirar a más personas para que ellos también hagan ciencia.

P.- ¿Tienes alguna anécdota para contar? R.- Pues sí. Como veis en la foto, allí donde voy me llevo un castillo de tres picos hecho en piedra bateig, un motivo muy noveldero. Además, este castillo es muy especial, ya que está hecho por mi tío abuelo, Baltasar López, uno de los mejores escultores que tiene Novelda.

P.- ¿Has estado en algún otro país? ¿Por qué motivo? R.- Sí, en Holanda he estado 3 años en la ciudad de Leiden, para mí una de las ciudades más bonitas del mundo, una ciudad con mucho encanto. El motivo que me llevo allí, la ciencia. Lo que llamo el exilio científico.

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