Como sucediera en otros años el “gusanillo” del Camino de Santiago llamó a mi casa. Sin dudar un solo momento, abrí puertas y ventanas de par en par para recibirle
Como sucediera en otros años el “gusanillo” del Camino de Santiago llamó a mi casa. Sin dudar un solo momento, abrí puertas y ventanas de par en par para recibirle. Este año, al estar libre de obligaciones en el trabajo, podía permitirme el lujo de hacer el “camino” completo, sin interrupciones.
Cargado de mochila, cámara de fotos, años y mucha ilusión me trasladé en autocar hasta Irún. Allí comencé la andadura a pie el día 8 de mayo. Me esperaban 863 kilómetros que me separaban de Santiago de Compostela.
Elegí en esta ocasión el Camino del Norte, naturaleza viva en sentido amplio (mis añoradas Ciencias Naturales del Instituto de La Mola), buscando aspectos relacionados con la geología, la vegetación, la fauna, el arte, el folclore popular, la gastronomía, etc. Cumplía la peregrinación el día 2 de Junio y después de 26 días completos, no estoy cansado ni arrepentido de lo realizado. Al contrario me siento feliz y con las pilas recargadas a pesar de dormir poco en los albergues de peregrinos ya que los conciertos de ronquidos son siempre disonantes, aunque utilices tapones de cera.
De entre todos los albergues donde he pernoctado destaco por su carácter auténtico de hospitalidad la hospedería del Monasterio de Zenarruza (Vizcaya) y, sobre todo, “La cabaña del abuelo Peuto” en Güemes donde se comparte la cena, la charla y el desayuno con el trotamundos y entrañable Padre Ernesto y sus voluntarios. En ellos he notado la verdadera esencia de la peregrinación valorando la labor social y humanitaria de unos pocos ante el poder mercantilista de unos muchos. Musicalmente hablando disfruté con los cánticos religiosos de los pocos monjes cistercienses de Zenarruza y con los 25 monjes cistercienses del Monasterio de Santa María en Sobrado dos Monxes (el primer monasterio cisterciense de España), principalmente en las completas que corresponde a la hora canónica del anochecer y el inicio del descanso nocturno, acabando las oraciones con una pieza musical de Salve Regina.
Respecto a cuestiones artísticas selecciono cuatro lugares y que siguiendo el itinerario natural del camino son: La colegiata de Santa Juliana (estilo románico, s. XII) de Santillana del Mar (Santander), que no es santa, ni llana, ni tiene mar; la Iglesia de San Salvador de Valdediós (Oviedo) conocido vulgarmente como el Conventín (obra de arte asturiano, finales del s. IX) con elementos decorativos mozárabes; la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo con importantes reliquias ovetenses, como la Cruz de los Ángeles (s. IX), la Cruz de la Victoria (s. X) así como una venerada imagen románica policromada del Salvador (s. XII) con el mensaje al Peregrino: Quien va a Santiago y no visita al Salvador, honra al criado y se olvida del Señor y por último son destacables las pinturas murales, con la técnica de grisalla de la iglesia románica de Santa María de Sendelle en Boimorto (A Coruña) del siglo XVI.
Otro aspecto a destacar es el paisajístico. El Camino del Norte o de la Costa discurre por unas zonas de fuertes contrastes, con profundos valles verdes, repletos de pastos, arroyos y riachuelos donde el agua ya no mueve molinos abandonados, la inmensidad del Mar Cantábrico con su fuerte oleaje rompiendo en los acantilados cortados a cuchillo, los cielos cubiertos de nubes para tener siempre a mano el chubasquero, playas desiertas de bañistas con aguas frías para la fecha que nos ocupa, pequeñas aldeas diseminadas sin saber donde empieza y acaba el término municipal pero con gentes amables dispuestas siempre a ayudarte aunque aparezca algún problema en el lenguaje oral. Físicamente tienes que estar preparado porque es un rompe piernas con tanta subida y bajada y he recordado a mi querida madre cuando decía este dicho popular: En las cuestas arriba dame mi burro que en las cuestas abajo yo me las subo.
Para los amantes a la Geología sugiero una visita a Zumaia para conocer el “flysch” del Cretácico superior. Se trata de unos estratos o sedimentos marinos horizontales y que ahora están fuertemente inclinados como consecuencia de haber sufrido grandes presiones desde hace casi cien millones de años. Otro aspecto paleontológico a destacar son las icnitas o pisadas de dinosaurios dejadas sobre sedimento blando existentes en la Playa de la Griega en Colunga, donde también existe un museo del Jurásico. Por último destacar los respiraderos o galerías subterráneas (bufones) comunicadas con el agua del mar en Arenillas (Asturias).
Termino este resumen con una anécdota personal. Caminando a las 8 de la mañana en una localidad santanderina me encuentro de frente a un matrimonio de edad avanzada y me pregunta la señora: ¿Va a Santiago? Le respondo instintivamente: Sí señora, ¿se viene conmigo? Sin respuesta a esta pregunta, la señora con cara de resignación me ofrece dos tabletas de chocolate y dos ramitas de romero, diciéndome: Esto te servirá y guarda estas hojas en la mochila que huelen muy bien. Acepté los regalos, les di las gracias, nos despedimos y continuamos cada uno el camino.
Hay otras anécdotas más generales. Tras San Sebastián y después de ascender por unas escaleras para superar el Monte Igueldo, se llega al “rincón” de José Mari. Éste, coloca todos los días una mesa con agua potable, un sello para las credenciales y el libro de visitas para el uso de peregrinos con una viera y una flecha amarilla señalando con ánimos que faltan 795 km hasta Santiago.
Éstas y otras cuestiones inconfesables como las narradas por mi amigo y bici peregrino Alex de Santiago, ayudan y enganchan mucho. Anímate, infórmate en la calle Mayor de Novelda (Paco Serra), descúbrelas personalmente y como decimos entre los peregrinos: ¡Buen camino!
Gracias Pedro por tu informacion y experiencias, verdad es, que en cualquier camino que uno tome, se encuentran satisfacciones a pesar de las «dificultades» que uno se encuentre. Recordando mi experiencia en conversacion contigo, sobre el Primitivo, en estos momentos me encuentro con mi mujer, haciendo el camino Portugues, asi que, buen camino a todos los caminantes y fuerte abrazo para ti.
Yo soy aquel bicigrino, Alex de Santiago que llevaba en sus alforjas algo más que unas cuantas mudas…recambios para la bici y una bolsa de anacardos junto a un trozo de queso que gustosamente regalé a un joven peregrino la noche de tormenta que dormí en el albergue de Soto de Luiña. Dentro de aquellos dos compartimentos me afané en meter cuantos recuerdos de infancia y adolescencia me fuese posible para sentirme acompañado por el mejor y mas valiente caminante que tuve a mi lado, mi querido y recordado Fran…mi hermano. Por mí y por él hice mi camino confiando tal vez en encontrar explicación a las putadas de la vida…al motivo de su mal camino y también por saber si de algún modo él está conmigo…y claro que está y estuvo a mi lado durante mi peregrinación hacia compostela, cada ascenso cada cima a la que yo subía el lo hacía a mi lado y no digo esto pir decir…es que así lo sentí todos y cada uno de los kilómetros recorridos.
Estoy deseando volver al camino deseando esos amaneceres dónde como si de un cuartel se tratase un grupo de reclutas guiados por la emoción la esperanza la fé o simplemente guiados por su busqueda interior desfilan con sus rostros cargados de mensajes y que yo que soy un observador absorvente fuí guardando en mis retinas para comprender que alli en nuestro camino todos estamos agarrados al mismo bastón y que para todos seguro que fué un BUEN CAMINO!!
A ti amigo Pedro Mora por haber querido compartir la «suit» del albergue de Ribadeo y hacerme compañia durante todo mi camino incluso la parte anterior a conocernos porq sin duda ambos nos dirigíamos a ese encuentro que para mí fué muy especial. Siempre habrá una Casa Azúl en la cual esperar.