Llevamos un año en el centro nuevo de Alzheimer, y ¡vaya! Ya se nos ha quedado pequeño en tan poco tiempo. A continuación vamos a exponer todo lo bueno que nos proporciona este centro y que antes no teníamos, como:
Un jardín precioso donde nuestros mayores pueden pasear cuando hace buen tiempo o hacer gimnasia, muchos de ellos cultivan en los maceteros plantas de temporada (este año hemos plantado habas y ¡hasta nos han salido!); recogen rosas y otras flores para adornar la clase o para regalárselas a los compañeros que no pueden cogerlas.
Cuando hace buen tiempo nos sentamos en los bancos y solemos cantar canciones, contar historias, jugar a la pelota… Lo mejor de todo es que nuestros mayores se sienten a gusto en él. Bueno, que le sacamos mucho partido al jardín.
Las aulas, como todo el edificio, están rodeado de ventanas, por donde entra la luz y el sol que tanta falta nos hacía y son exclusivamente para la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer. No hay que compartir, con lo cual, los profesionales de este centro podemos realizar todos los objetivos terapéuticos que requiere la enfermedad de Alzheimer, como:
? Mantener el rendimiento cognitivo.
? Mejorar el rendimiento funcional.
? Incrementar la autonomía personal en las actividades de la vida diaria.
? Mejorar el estado y sentimiento de salud.
Y todo esto se ve recompensado con la atención, la participación, la escucha y la buena comunicación existente en los talleres.
Una oficina amplia y llena de luz, que aparte de ejercer como tal, nos sirve para hacer las reuniones de coordinación sin tener que depender de que otros la necesiten.
Y el despacho pequeño que sirve para entrevistar a los familiares nuevos, valorar a los usuarios o para terapia individual.
Hasta los pasillos nos vienen bien para pasear cuando alguien se pone nervioso, sobre todo los días que hace mal tiempo.
El aseo es amplio, cómodo y adaptado a las necesidades de ellos. Es todo un lujo y ¡que falta nos hacía!
Nuestro baúl de los recuerdos, el trastero, que haríamos sin él. Antes no teníamos y ahora no cabe una aguja.
Tenemos una sala multifuncional grande y espaciosa que la utilizamos para reuniones, conferencias, también hace la función de taller y es donde se imparten los cursos de cuidadores de enfermos de Alzheimer y el curso de formación del voluntariado que se realizan anualmente.
Estamos seguros que con lo que se ha descrito dejamos patente que el centro es funcional y que estamos muy contentos de tenerlo.
Este centro, así como su buena funcionalidad, es el resultado de un gran esfuerzo en equipo por parte de la directiva, de todos los familiares y de los socios, sin ellos podríamos funcionar. Desde aquí nuestro agradecimiento a las empresas por su desinteresada colaboración, a las entidades colaboradoras por las subvenciones que tanta falta nos hacen y como no al Excelentísimo Ayuntamiento de Novelda.
A todos muchas gracias en nombre de los enfermos de Alzheimer de Novelda.
AFA Novelda.
