Entre Pitos y Vallas
Cuando este periódico esté en vuestras manos y, por consiguiente, podáis leer el artículo, nuestra Santa ya estará en su sitio de costumbre, el Santuario, y de este modo nuestras fiestas estarán finalizadas oficialmente. Turno pues para hacer balance de todo lo sucedido.
Primero de todo, agradecimientos. Son muchísimas las personas que, de una manera totalmente altruista, dedican su tiempo y esfuerzo a que las fiestas, en general, salgan a delante de la mejor manera posible. También, como no a todos los vecinos y vecinas de Novelda, porque todos y todas hemos sabido estar a la altura y, afortunadamente, no hemos tenido ningún percance con el que lamentarnos. Sin embargo, siempre tiene que haber alguna nota discordante y esta vez, como viene siendo costumbre, ha sido el equipo de gobierno.
Y es que, la primera parte del verano y las fiestas sobre todo, son uno de los momentos de máxima afluencia de gente a nuestra localidad. Momento en el que esa misma gente dedica tiempo y dinero visitando, comprando o consumiendo en nuestra Novelda. Algo que, para qué negarlo, a nuestro sector comercial y servicios le viene estupendamente. Pero por lo visto para este año el equipo de gobierno actual tenía en mente otros planes y me explico. Si ya a nosotros, los que vivimos aquí, cada vez que entramos a Novelda bien desde la autovía bien desde la carretera tenemos que hacer un auténtico sudoku para poder llegar a nuestra casa, pues imagínese el turista que ha decidido acercarse para ver alguno de nuestros desfiles de moros y cristianos, o simplemente darse una vuelta, ya os digo que la vuelta la ha dado, eso seguro, lo que ocurre es que posiblemente la haya dado espantado de lo que se ha encontrado.
Pueblo casi cerrado, con accesos laberínticos, sin señalización que advierta o dirija hacia algún sitio, falta de aparcamiento, etc. Como vemos todo facilidades para el visitante (nótese la ironía). Pero como diría uno de los concejales “Sr. Martínez ¡Todo le molesta!” O el mejor de todos “¿Qué quieres que hagamos? ¡Nosotros no tenemos culpa!”.
Y es que cuando llega un pleno y les requerimos por todos estos desatinos que van encadenando uno tras otro llegamos siempre a la misma conclusión que imagino os sonará ya. Primero los técnicos, luego los informes, después las empresas, continuamos con Conselleria, después Diputación, luego el tiempo, después… en fin, de tan absurda, la situación ha pasado ya a falta de respeto hacia las personas que ven afectadas su día a día, su trabajo y su sueldo.
Y ese es el verdadero problema. La inconsciencia. Aunque a estas alturas ya no creo que sea eso y sí lo que tantos y tantos de vosotros me decís, que no tenen vergonya. Porque, ya me dirán que cuesta organizar y señalizar unos itinerarios para todo aquel que nos visite, o acondicionar alguna zona de aparcamiento al igual que hacen en otras poblaciones, pero no, eso no, porque supone algo tan simple como tener sentido común y todos sabemos que este equipo de gobierno no anda muy sobrado del mismo. Y es que no se dan cuenta del perjuicio que están ocasionando a nuestra ciudad y a sus propios vecinos. No voy a caer en el ardid fácil de que como el alcalde tiene el negocio fuera de Novelda pues…, no, no es mi estilo, sin embargo sí que parece mentira que no piensen en algo más allá que en el jolgorio y la algarabía de las fiestas. Porque para el propietario de un bar o restaurante es en fiestas cuando más trabajo tiene, o el propietario o propietaria de un establecimiento tiene en estas fechas un mayor tránsito de posibles clientes. Y lo que se han encontrado este año ha sido una negligencia absoluta, además de una pésima planificación y gestión por parte de los gobernantes que ha afectado y está afectando a los sectores económicos y, por extensión a los vecinos y vecinas de toda nuestra población.
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