Art. de opinión de Sergio Mira Jordán (profesor, escritor y músico)

Como moscas a la miel

Les propongo un ejercicio de proyección mental. Imagínense cómo serán dentro de veintiún años. Ustedes y todo cuanto les rodea. Imaginen qué tal se verán en el espejo, cómo será la casa en la que vivan, qué nuevos artilugios tecnológicos habrán inventado quienes ahora apenas balbucean. Dentro de veintiún años yo tendré cincuenta. Casi nada. Dentro de veintiún años, Mr. Adelson, el multimillonario de los casinos, el malabarista de las leyes antitabaco, tendrá cien. Eso es una proyección muy optimista, a pesar de los avances científicos en el campo de la medicina. Incluso mi proyección es algo optimista, si tenemos en cuenta los niveles crecientes de polución y enfermedades propias del Primer Mundo.

Hace unos meses, en septiembre, publiqué un artículo en este mismo medio en el que hablaba de la lucha entre Barcelona y Madrid por construir complejos de hoteles y casinos. Decía allí que Alcorcón tenía todas las papeletas de ser la elegida para albergar Eurovegas, pero era una apuesta sencilla. Era, más bien, un secreto a voces, alargado en el tiempo por quién sabe qué razones. Eurovegas estará en Alcorcón, así que enhorabuena al resto de poblaciones y mala suerte para España. No hay todavía un economista serio que diga que se puede salir de una crisis generada o agravada por el boom del ladrillo con un pelotazo urbanístico. El discurso populista y simplón del número de empleos que puede llegar a crear es, en un país con seis millones de parados, eso mismo: simplón y populista. Además, también es engañoso, porque ya nos han dicho que, como mucho, serán unos doscientos cincuenta mil puestos de trabajo a lo largo de todos esos veintiún años, hasta que Mr. Adelson, o su holograma criogenizado, inaugure Eurovegas. No llega a doce mil nuevos empleos por año. Enhorabuena. Como pobres viandantes que caen en la trampa del trilero, ayudados por un cómplice afortunado y disfrazado de pobre viandante, hemos caído en la fullería. El trilero ha movido los cubiletes, el cómplice nos ha dicho que generará empleo y nosotros hemos levantado sin pensárnoslo dos veces. No obstante, la pelotita, igual que una pompa de jabón, se ha esfumado. Y, lo peor, es que durante el proceso ni siquiera nos han explicado quién pagará todo este monumento al juego. Porque Eurovegas pondrá el 35 % de los 17.000 millones de euros del presupuesto. El resto, la inmensa mayoría del capital, ¿adivinan quién va a asumirla? Lo han acertado. Doble enhorabuena. Será el coste por ser agraciados con la lluvia de empleo y los miles de visitantes que se prevén, o se sueñan, que vengan dentro de dos décadas.

Dentro de veintiún años, cuando ese macrocomplejo quede inaugurado por completo en todas sus fases (aunque dudo mucho que eso vaya a ocurrir, sinceramente) nos habremos convertido, de facto, en un país de camareros y limpiabotas, de azafatas de baño y recepcionistas, de crupieres e ilusionistas del cubata. Un país de servicios, sin industria ni futuro, inundados por las deudas y asolados por un mar de rascacielos, sin terreno donde levantar nada más, ni zonas donde plantar un mísero olivo.

Entonces, dentro de veintiún años, si todavía queda educación, infancia y libros, tal vez alguien pueda recordarnos aquella conocida fábula de Félix María de Samaniego: «A un panal de rica miel, / dos mil moscas acudieron, / que por golosas murieron, / presas de patas en él». La moraleja de esa fábula, y parece muy apropiada cuando vemos a cientos de personas con la boca abierta por la promesa de un empleo, donde sea y como sea, aun a costa de hipotecar un país entero (¡su propio país!) a otra burbuja inmobiliaria, esta aderezada con casinos y hoteles; la moraleja decía: «Así, si bien se examina, / los humanos corazones / perecen en las prisiones / del vicio que los domina». En aquel artículo mío de septiembre exponía que no necesitábamos un Eurovegas para labrarnos un futuro. Hoy estoy más convencido. Volveremos a cometer los mismos errores. Como hámsteres girando en la ruedecita, enjaulados e incansables, pensando que todo eso nos llevará a algún sitio, volveremos a caer en los mismos errores. Ahora ha sido Europa la que nos ha sacado del atolladero, rescatándonos. Sin embargo, dentro de veintiún años, ¿tendremos una Europa a la que acudir?

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8 COMENTARIOS

  1. ¡ Tela marinera! en que van a convertir este país, en una ciudad sin ley. Y lo malo es que encima me hacen pagar a mí parte de la construcción de ese antro de vicio mafioso. Ignorantes los que han creído que va a generar empleo digno el edificio del vicio. Si acaso, será una tapadera que un tipo que no se sabe de dónde ha salido, se ha presentado en mi país para poner en «Lejía»dinero de dudosa procedencia, con el beneplácito de un gobierno que no sabe si va o viene. En manos de quien estamos señor!! ¡Qué asco me da todo!

  2. Señor, nos sea pájaro de mal agüero y deje de ser tan negativo con el proyecto de Eurovegas y la conclusión tan nefsta que hace porque España se convertírá en un país de servicio, ¿es eso malo? ¿es peor ser camarero, guia turístico, cocinero, recepcionista de hotel, conductor de autobuses turísticos, domador de delfines en los acuarios, etc, etc que ser operario en una fábrica de coches alemana donde uno pasa 8 horas diarias apretando el mismo tornillo? Qué me dice amigo, me siento orgulloso de ser un pais de servicio y me siento orgulloso de que Eurovegas se la hayan podido traer a España y no a París como Eurodisney.

  3. infumable, como siempre. Es mi humilde opinión. (también opino que humildad le falta a usted, y capacidad de autocrítica también)

  4. Admiramos las riquezas y los progresos de otros paises y cuando alguien quiere hacer un oasis de trabajo en el nuestro lo rechazamos y denigramos amas no poder , el pueblo espanol en su tiempo rechazo a euro disney perdiendose miles de puestos de trabajo , hoy critican al que de una manera u otra quieren crearlos y cuantos pajaros de mal aguero ..

  5. bienvenido sea¡¡¡¡¡¡¡ todo lo que sea, construccion,desarrollo de actividad,,,puestos de trabajo,,,que si, que si, prostitucion,drogas,para el visitante,,,,,,,,y? no tenemos eso mismo en nuestras ciudades?

  6. Esto es como las hipotecas de viviendas, que nos creemos que son nuestras cuando firmamos con el banco y luego con el tiempo nos las quitan por falta de pago, y se quedan con el dinero pagado y con la vivienda.
    esto es lo que pasara con eurovegas, quien se atreve a pronosticar para dentro de veinte años, quienes van a trabajar en ese proyecto, quien pone el terreno, quien pone las leyes dentro de ese recinto, sera el oeste la ley del mas fuerte, quien controlara el dinero si es b o no, todo estara permitido, quieres trabajar en un lugar sin ley, en donde la ley es el promotor, de verdad crees que te pagaran, si nadie les obliga, veremos si trabajas por un plato de arroz, o eso sera unos de los lujos en ese complejo, que segun dicen estara falto de regulacion, y valdra todo.pensemos bien si nos interesa este tipo de negocios, que ya se estan yendo de paises tercermundistas, y aqui quieren venderlos como la panacea del futuro, se aprovechan del hambre y la falta de trabajo.

  7. No quiero esclavitud en mi país. Ni ladrones aprovechados, ni gentuza que venga a mi casa cambiar las leyes por las que nos regimos, ni tampoco quiero gente, que te trata de» pájaro de mal agüero»,a las personas que libremente damos nuestra opinión ¿ le queda menos oscuro#6??
    Oiga# MB, No quiero riqueza en mi país, a costa de esclavitud. Ya queda más que clarito! quién disfruta de la riqueza; todos los politicuchos de poca monta que se forran a mi costa, y, especuladores sinvergüenzas!! Señor mío, es decir….MB,

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