VERDAD
A la hora en punto de la verdad, casi todo está urdido con material de mentiras. O de mentirijillas. La gran verdad, la verdad de los hombres, seres imperfectos, suele ser, a veces, el resultado de una suma grande y larga de pequeñas mentiras. La mentira es como una primera fase de la verdad. Su larva moral. Luego evolucionas, se metamorfosea y va haciéndose cierta, entrando en espacios verdaderos. La verdad de la mariposa es la mentira del gusano. Ese gusano cuya sublimación final vuela entre las alas de la mariposa, eje de un gozne doblemente alado.
La metáfora es una mentira verbal de orden superior a las verdades elementales de su porción de fundamento real.
No son lo mismo, verdad y certidumbre. La verdad, es. La certidumbre se alcanza y merece, después de un proceso voluntarista. En la verdad está lo cierto. En lo cierto, manca la falsedad. Lo cierto es una garantía. La verdad, un bien absoluto. No es lo mismo confiar que tener fe. Ni amar a alguien que serle fiel. Puedes serle fiel, sin amarle. Y amarlo, siéndole, no obstante, desleal.
El que cree dispone de mas verdades que el que duda. Pero el que no duda, carece de verdadero interés por la verdad. La duda es un mecanismo saludable. Dispone al saber. No se conforma consigo misma. Es un punto de partida. Y la vida, un caminar constante (“Se hace camino al andar”, decía Machado) hacia un horizonte inalcanzable, lleno de certidumbres.
Para mi, el que no duda no cree. Aunque parezca que el que cree no tenga dudas. Yo tengo dudas y creo. Creo, porque tengo fe, pero dudo, porque tengo razón. Tengo razón además de contar con ella. Y, resolviendo mis dudas, reafirmo mi fe. Si no razonas tu fe no la respetas suficiente. No la haces digna de su objeto, Dios, la mas Absoluta de las Verdades.
La mejor verdad, (volvemos a la aparente suma de pequeñas mentiras) nace de una adición de certidumbres, de mentiras vaciadas de contendido con la herramienta de la duda, de un montón de crisálidas cuajadas en mariposa. El vuelo de la mariposa abre puertas en el aire. Puertas de verdad en un espacio de certidumbres, movidas las alas por la energía de la duda.
La duda es buena. La duda es operante y creativa. Y creedora. Es una forma de inquietud intelectual. Y afectiva. Duda mucho y conocerás mas. Y mejor. No te importen las dudas. No las temas ni orilles. La fe que se apoya en dudas, se confronta racionalmente, tiene una garantía de origen de mucho prestigio moral. El código de barras de una fe contrastada, es un rectangulito encriptado en blanco y negro, de rayitas verticales presididas por la verdad.
Bendita duda que acicatas mi mente, desafías a mi razón e incomodas mi corazón hacia la búsqueda de nuevas palpitaciones. Mi alma descansa en lo alto de un promontorio de dudas vencidas, como sobre una nube del mas íntimo plumaje del ala de un ángel. Blandamente acomodada en brazos de la verdad. De la Verdad Absoluta, esa que consiste en Dios.
Bendita duda, reitero. Has espoleado mi inteligencia y agitado mi razonamiento. Venciéndote, mi fe se ha dinamizado mentalmente. Ha desarrollado musculatura de verdad. El ejercicio es siempre saludable. Nadie es sabio sin haber dudado mucho.
La verdad os hará libres, creo que fue San Juan quién sentenció. Pero la verdad, aunque todos apostemos a que es única, yo sostengo que es tan subjetiva, que cada uno tiene la suya.
El que cree dispone de más verdades que el que duda. Gran verdad, amigo Luis. El que cree en lo que sea. En su familia, en su trabajo… y el que proceda, en Dios.
La duda es buena, dices. Ya lo creo. Mi vida es una continua duda en lo sobrehumano. Creo ciegamente en lo tangible, en lo que toco, en lo que quiero. En todo lo que no sea de esta mundo, tengo dudas razonables.
Creo, y me jacto por ello, en que han publicado mi humilde artículo a tu lado, y eso me llena de orgullo, maestro.
Luis, ya hablaremos. Un abrazo.
Como me gusta ver que grupo de gente siente que conoce la verdad, en serio, es encantador. Otra es la manía de algunos con los musulmanes. Charly, ¿A que viene traer a colación la mentira de las vírgenes musulmanas si este hombre no se cansa de decir que cree que el hijo de un carpintero caminó sobre las aguas, que la virgen se quedó preñada de una paloma y tiene un ser imaginario en casa? ¿No tienes alucinaciones suficientes con la iglesia católica?
Lo cierto es que ya me cansa tanta tontería che. Señor Galbis, había albergado esperanzas de verle tocar otros temas con el artículo anterior, pero no, se hace cuesta arriba eso parece ser.
No cabe la menor duda de que muchas verdades han nacido, vivido y muerto; y muchas mentiras también. El libre albedrío nos confiere la opción de aceptar o creer en verdades y mentiras; pese a lo que, en realidad, sean ambas. Además se entretejen: hay quienes creen que el cielo hay vírgenes esperándoles. Su fe es verdad, lo de le las vírgenes habrá que esperar.
Feliz domingo
Verdades absolutas Sr Galbis?. Quizás la única verdad absoluta sea comprender que nada es del todo cierto.Dice un viejo aforismo que hay que creer en aquellos que buscan la verdad y dudar de los que la han encontrado.
Hay tantas verdades como personas en el mundo,la verdad es lo que es para cada individuo. El hombre se ha pasado la vida buscando su verdad desde tiempos ancestrales porque la vida no es como es sino como nosotros queremos verla.
Si Sr Galbis tener Fe ayuda mucho en esa búsqueda incesante de la Verdad, si el final del camino es Dios como verdad absoluta como usted proclama, entonces hay que estar plenanente convencido de ello. Es una contínua duda en lo sobrenatural la que nos puede conducir a la FE pero no siempre que se abandona la duda es que nos hemos convertido en creyentes porque cuando uno duda lo hace desde la interioridad de su propia sabiduría, desde su propia razón y cuando cree lo hace desde la sabiduría de otros.Cuando se duda se habla por si mismo ,cuando se cree se habla por autoridad de otros. Esa si que es una auténtica verdad Un cordial saludo.
René Descartes, dijo, “Pienso, luego existo”, y en esa consecuencia de pensar, entra toda la gama de matices, que tú defines con maestría sobre la verdad, por tanto esta primera verdad (Existir) es el camino de la vida, nos fijamos al final de ese largo camino y vemos el estrechamiento del mismo, y nos preguntamos con poca fe, ¡que puede haber al final del mismo!. Y mientras vamos avanzando por ese camino, aparentemente sin fin, vamos encontrando todos los escollos que nos depara la vida, como bien dices tú “Mentirijillas” que se van convirtiendo en mentiras y luego en grandes mentiras, por ello la poca fe se resiente, pero la verdad permanece por que el camino sigue estando, a pesar de los avatares encontrados. Entonces se produce el milagro, te centras en el final de ese camino, haciéndole cada vez menos caso a los escollos (Mentiras, envidias, desprecios) y te centras en pensar que al final de ese camino hay algo, no la nada, porque hasta la nada esta hecha de algo, sino algo que te espera, y seguro es aquel que ha creado el camino para que tengamos una ruta por donde marchar y por el cual los que se puedan quedar sin poder caminar, levantarlos y acompañarlos hasta ese final que se vislumbra al fondo de ese camino, ese es el momento en que la verdad y la fe es lo que te queda (El camino y el creador)
Un abrazo amigo Luis.