MALOS HUMOS
Soy una ciudadana de Novelda y como tal recorro sus calles, he de matizar que las recorro a pie, haciendo mis tareas o paseando.
Una de mis actividades, entre muchas otras, es la de recoger a mi nieto del colegio, momento que aprovecho para transformar el recorrido en un lindo paseo por las calles de Novelda, pero desde que se ha aprobado la Ley contra el tabaco, la vuelta del camino a casa se ha convertido en una competición de obstáculos, mi nieto y yo tenemos que sortear con gran destreza los múltiples grupos de fumadores que están ocupando las aceras con sus puros o cigarrillos que desprenden el dichoso humo del que nuestros dirigentes nos quieren salvaguardar. Salga de mi casa, a la hora que salga, entre a la hora que entre, y haga el recorrido que haga por las calles de Novelda, siempre tienes que sortear grupos de individuos sin nada más que hacer que consumir sus cigarrillos en la calle.
Y ahora pregunto yo ¿Porqué han de padecer los míos y yo misma esa ley antitabaco que deja a los fumadores en las aceras de las calles?
Prefiero que fumen en el interior de los edificios si quieren fumar, que yo me guardaré de entrar si no quiero respirar sus humos.
«grupos de individuos sin nada más que hacer que consumir sus cigarrillos en la calle»
Se le ha olvidado poner «por desgracia», no por tener que fumar en la calle, sino por no tener nada mas que hacer.
Mire Araceli, con todo el cariño del mundo. Yo no fumo, pero si prohibimos a los fumadores hasta fumar en la calle, pues que les queda a los pobres…
Por otra parte, yo también camino por Novelda y no me encuentro con esa carrera de obstáculos que Ud. cita. A lo mejor es que hago otro recorrido. No sé, pero me parece un poco exagerada su apreciación.
En cuanto a lo de fumar en los edificios, mire a ver si convence Ud. a la Srta. Leire Pajín. Lo va a tener complicado.Má de un fumador se lo agradecerá.
Señora: propongo a marianico que ponga a todo los fumetas en una barca y los envíe a Marruecos, con la Mila de capitana, peta en boca y Rafa abrigándola cual Titanic. Me falta la musica, pero a que se la puede imagimar? No son demonios, en mis duelos, fijese, puede uno portar el arma en la diestra y el ducados en la siniestra. Aplaque ud. sus humos, señora, y deje vivir, que no es pa’tanto.
Tiene mucha razón señora, si quieren fumar que lo hagan dentro de los locales y edificios que esten preparados para ello
Mira Araceli, también soy un ciudadano que fumo en mi casa, pero cuando salgo a la calle a pasear tengo que ir esquivando mierdas de perro, escupitajos, vómitos de borrachos, y otras cosas, que me aguanto, en esto delante de personas no fumo y de bebes menos .
Un saludo.
Amigo Garroferets, La idea de mandar a todos los fumetas a Marruecos me parece muy bien. Yo no fumo, pero al paso que vamos, me veo a todos los fumadores con una marca, como hacían los nazis con los judíos, para , así, poder apartarlos del resto. Como dice alguien por ahí, «un poco de por favor» y de tolerancia con los fumadores que bastante cruz tienen ya con fumar.
Por cierto, en sus duelos, ¿se puede fumar? Quedo a la espera de su respuesta.
Si todos los grupos de fumadores apostados en las puertas de los bares, siguieran unas normas de educación y civismo, la Sra. Araceli y el resto de los paseantes, no tendríamos que sortearlos, ni esquivarlos incómodamente para seguir con nuestro trayecto.
No todos los fumadores incordian, por supuesto, no vamos a cometer el error de enjuiciar a los justos por pecadores, pero algunos, siguen despistados con su cháchara sin dejar paso, ya sea a la mamas o papas que empujan el cochecito del bebé, los que vamos cargados con la compra, o incluso los mayores que no están para muchas pericias.
No sería la primera vez que tienes que detenerte, en medio del fumeteo, hasta que se percatan de tu presencia, y entonces sí que te dejan pasar.
Sin nombrar a los que incomodan con sus miradas, que a veces rozan el descaro, (ya se sabe, el grupo envalentona), y hacen que te cambies de acera, para evitarlas. No está prohibido mirar, eso faltaba, pero siempre con educación y respeto, cualidades que en ocasiones brillan por su ausencia.
La Sra. Araceli, ha sido valiente al exponer lo que muchos hemos pensado, en algún momento, al cruzarse en nuestro camino, un grupo incívico, por lo tanto, se merece un poco mas de comprensión y apoyo.
Afortunadamente también existen perfectos y atentos caballeros fumadores, por los que me saco el sombrero y que raudamente facilitan el paso a los viandantes, Además de ser considerados depositando sus colillas en los recipientes improvisados, destinados a este fin, para mantener su pueblo limpio y agradable a la vista.
En ambos casos, hacer ironía de un tema punzante puede llegar a ofender a unos o a otros, fumadores o no fumadores.
Las claves para llevarse bien, entre los que sí y los que no, son las mismas de siempre: respeto, tolerancia, educación, comprensión y civismo.
Estimada Rosa Velasco, no sabe Ud.la alegría que me ha dado leer su comentario. No hubiera querido molestarla con el mío, poco serio, sobre el fumeteo. Como he dicho antes, yo no fumo desde hace 12 años, pero me dan pena los fumadores que se han convertido en poco´menos que apestados.
Bastante problema tienen ya con ese maldito vicio.
En cuanto a los que incomodan con sus miradas, esto, lamentablemente, sucede con fumadores y con cualquier grupo de hombres juntos, con poca educación. Como bien dice, el grupo envalentona, pero no a los fumadores, sino a todos los maleducados.
Bueno, Rosa, espero que siga escribiendo.
Reciba un cordial saludo.
Apreciado Wifredo Rizo, la alegría es mutua y en absoluto tomo como molestia su comentario al tema de la Sra. Araceli, no ha faltado al respeto en ningún momento y no denota ofensiva alguna, al contrario, refleja suma delicadeza al expresar su opinión.
Es una satisfacción para mí, aceptar su invitación a seguir escribiendo.
¡Hasta pronto!