Lejos quedan los años en los que, tras la entrada en la Unión Europea, nos acercábamos en riqueza por habitante a la media de nuestros nuevos socios. Hoy, tras los gobiernos socialistas de Sánchez, hemos perdido todo lo avanzado poco a poco en 30 años, y llevamos camino de ser cada vez, comparativamente, más pobres.
Hoy volvemos a ser más de un 30% menos ricos que la media. Tal vez por esto los países que padecieron el socialismo y el comunismo, no los quieren ver ni en pintura. Y es que, aunque estas cosas no puedan verse en las televisiones del régimen, España, en los últimos años, va empeorando posiciones en todos los rankings, y comparativamente al resto del mundo, tenemos menor poder adquisitivo, retrocedemos entre las potencias económicas, siendo el país europeo en que más ha caído el PIB, superándonos ya Lituania y Chipre.
El país con más paro, con subida de la pobreza. Empeoramos posiciones en calidad democrática, transparencia y corrupción. Bajamos posiciones en bienestar para las mujeres, en sostenibilidad energética y en innovación. Desciende nuestro capital humano y, muy significativamente, la productividad.
España tiene cada vez menos peso y peor reputación en el mundo. Esto son los verdaderos resultados de la gestión socialista y de Pedro Sánchez, pero no se preocupen Vds., como ahora ya no cuela eso de que la culpa es del PP, ni la excusa de que ha sido por la pandemia, pues esta última la han padecido todos los países y, comparativamente, los que más retrocedemos somos los españoles, ahora, sin duda, la culpa de todo lo retrocedido durante los últimos años va a ser de la guerra y de Putin.
Estos serán los culpables en el nuevo relato, aunque, los resultados y la bajada de puestos en todos los rankings de España han sucedido antes de la invasión de Ucrania, una atrocidad que quiere utilizar Sánchez para salvarse.
Que todo sube y no se llega a final de mes, que los trabajadores y toda la clase media se arruina, mientras los sindicatos los dejan abandonados tras aceptar el soborno del gobierno que les ha doblado sus ingresos, pues la culpa será de Putin, o si es menester del cha, cha, cha, pero no del gobierno, ni de un presidente amante del poder por el poder, capaz de pactar con proetarras e independentistas, al tiempo que simula centrismo, pero que gobierna con la extrema izquierda, y controlando el País a través de los medios de comunicación.
En estos tiempos en que Europa parece que no puede escapar de su origen mitológico y vuelve a estar secuestrada por un personaje como Putin, cual Zeus, tal vez deberíamos plantearnos si nos conviene o no seguir ignorando los resultados de la gestión socialista, por la cuenta que nos tiene.