Tribuna de Opinión de Marga Serrano
Se acerca la época más entrañable del año en la que celebramos el nacimiento de Jesús, verdadero sentido y significado de la Navidad. Una época cargada de tradiciones y buenos deseos para todos, que evoca sentimientos de alegría, generosidad y amor. Llega nuevamente para iluminar nuestros corazones y hogares. Está impregnada de tradiciones que han ido evolucionando a través de los siglos, pasando de generación en generación, conectando el pasado con el presente.
Desde colocar adornos en el árbol de Navidad, montar el Belén, intercambiar felicitaciones navideñas, cantar villancicos, hasta preparar suculentas comidas y cenas para disfrutar con las personas que amamos, creando recuerdos inolvidables. La Navidad es un momento especial que trasciende fronteras y culturas, uniendo a personas de todo el mundo para celebrar la paz y la esperanza. Es también una época de generosidad y solidaridad.
Los corazones se abren y las personas se inspiran a dar a los demás, ya sea a través de regalos cuidadosamente seleccionados, donaciones benéficas o actos sencillos de bondad, la generosidad impulsa el espíritu navideño. Las calles, plazas, hogares y comercios se iluminan, con luces parpadeantes, colores vibrantes y decoraciones creativas, transformándose en escenarios mágicos, símbolo de luz y esperanza, de salvación a un mundo necesitado de paz, que esta época trae consigo.
Uno de los aspectos más bonitos de la Navidad es el tiempo que pasamos en familia, con nuestros seres queridos. Nos ofrece una oportunidad única, nos reúne, para compartir momentos que fortalecen los lazos familiares y nos recuerdan el verdadero sentido de la vida y el verdadero significado de este tiempo, recordando también a los que ya no están presentes pero siguen vivos en nuestros corazones.
La Navidad nos invita a mirar hacia el futuro con optimismo y a reflexionar sobre el año que ha pasado, aunque la situación no es muy alentadora porque para el 2024 el equipo de gobierno socialista nos ha preparado una subida de tasas sin precedentes, doblando el precio de recogida de “basura”, aumentando la tasa de vados y las facturas de agua, haciendo lo contrario que prometieron, presumiendo de gestión, pero metiendo sus manos en los bolsillos de los vecinos para poder continuar adelante con sus políticas progresistas.
Mas ellos bien que se anticiparon en julio ante lo previsible subiéndose el sueldo un 20% y en enero como regalo de Reyes, otra subida inicial del 2% fijo, más otras dos subidas variables del 0,5% cada una. Qué la luz ilumine el rincón más oscuro, paz y felicidad para todos.
¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO!