Carta abierta al Sr. López Obrador, expresidente de Méjico
Hace pocos meses, vi de nuevo en el Telediario que el Sr. López Obrador, expresidente del país denominado Estados Unidos de México, reiteró su negativa a mejorar las relaciones diplomáticas con España » hasta que se pida perdón y también se devuelva el tesoro robado por los conquistadores».
Sr. López Obrador, usted sólo pretende ampliar su popularidad y prestigio en su país y toda Hispanoamérica, pero lo que sueña es IMPOSIBLE por varias razones:
1) Aun admitiendo que se sacaran del imperio español oro y plata, también hubieron especuladores entonces y a continuación que «se forraron y cargaron el mochuelo a la Madre Patria».
2) Como ya he escrito en anteriores ocasiones, fui marino mercante e hice escala, una o más veces, en diversos países hispanoamericanos: Argentina, Cuba, Venezuela, Chile, El Salvador… incluso atravesé en ambas direcciones el Canal de Panamá, sin pisar aquel país centroamericano. También hice escala varias veces en un archipiélago caribeño, llamado Antillas Holandesas, donde no tuve problemas de idioma, pues todos conocen la lengua de Cervantes, pero no oí este cuento de nunca acabar. Y a veces en Hispanoamérica me recordaban «lo del tesoro robado», a lo que les contesté con esta pregunta, ¿y si en vez de ser españoles los que llegaron antes, hubiesen arribado previamente ingleses o franceses, ¿cuál habría sido el resultado? exactamente el mismo, pues «el pez grande se come al chico» desde la noche de los tiempos, cuando el Homo sapiens arrinconó y avasalló al Homo erectus; o cuando los británicos masacraron a los nativos americanos del Norte.
3) A lo largo de la Historia, el descubridor, colonizador o vencedor saqueó lo que pudo, como hicieron en la Iberia y la Hispania (mi país), tanto los griegos, cartagineses, romanos, visigodos, árabes… incluso los «gabachos», cuando la invasión napoleónica.
Sé que es imponer el saqueo por la fuerza de las armas, pero ¿qué me dice, Sr. López Obrador, de los aztecas precolombinos? Por lo que he leído, masacraron, robaron y esclavizaron a otras tribus: mayas, incas, toltecas… Así es que podría aplicársele a usted lo del… «Y tú, más».
4) También leí que en su día, su país acogió a muchos españoles, derrotados tras la Guerra Civil (1936 – 1939), lo que agradecemos a Méjico, desde España. Igualmente, en los años 40, Argentina fue el país más solidario, enviándonos algún barco cargado de alimentos, según oí en mi infancia (años 50) a los mayores lo de “las lentejas, o la carne del barco”.
5) Y ahora hablemos de usted, señor expresidente. Por sus apellidos, tiene raíces españolas ¿Ha averiguado si alguno de sus antecesores fue un indiano; o sea, ¿un especulador que trajo su fortuna a la tierra de sus abuelos, para presumir y hasta para comprar un título nobiliario? ¿O quizá su recontra tatarabuelo llegó allí dando mandobles con la espada y el arcabuz?
6) Recuerdo que hace pocos años, la entonces presidenta de Argentina, la señora Cristina Kirschner, se decidió a confiscar alguna empresa española afincada en el país del tango, porque dijo que era «robar a un ladrón». Le salió el tiro por la culata, pues de inmediato, otras empresas ubicadas allí, cesaron su actividad y emigraron y fue peor el remedio que la enfermedad.
También allí y en toda Hispanoamérica, a veces, no siempre, la gente de la calle repite o desahoga ante un español con lo del «robo del tesoro histórico» (a mí me lo remacharon en alguna que otra ocasión), pero a nivel oficial, salvo estos dirigentes mencionados, no se oye.
7) Y por último, señor expresidente de Méjico, haga examen de conciencia antes de acusar y recuerde lo de que «quien esté libre de pecado, arroje la primera piedra».
P.D.- Actualmente, desde hace pocos meses, hay una mujer en la presidencia mejicana, de apellido no español, como Sheinbaum, la cual parece seguir el mismo tema que su antecesor y maestro, el Sr. López Obrador.
Autor: Vicente Díez García, un español de a pie.