Crónica de Amparo Cazorla
Un campo encharcado, dos equipos sin nada en juego, la lluvia y la banda de música de fondo vaticinaban un encuentro de los que no pasan a los libros de historia. Pero ninguno de los dos iba a vender barata su piel.
Comenzaba el partido y la circulación de balón era nula. El Novelda quería la pelota y empezó mandando, fruto de ello llegó la primera ocasión en un disparo de Lara que rechazó el portero. Casi seguidamente Iker rechazaba dos balones, pero no pudo parar, en el minuto doce, el remate raso de Isaac a pase de Ricardo, que se convertía en el primer gol del choque. El Novelda, acostumbrado a los golpes tempraneros, se derrumbaba y empezaba a perder balones en salida de balón. Despertaba poco a poco el Novelda, que vio como el liner anulaba en el 45′ un gol por fuera de juego a Edu. El colombiano había rematado un centro al segundo palo de Belda.
Tras el descanso, solo tardaría diez minutos el equipo visitante en tener de nuevo una doble ocasión, esta vez sería el Novelda el que replicaría, un disparo de Paco cruzado se marcharía rozando el palo. El extremo e Iván Torregrosa habían entrado en la segunda parte para dar frescura e ideas nuevas. El Novelda cambió de marcha y su presión asfixiante daba sus frutos, los visitantes se ponían nerviosos y el equipo verdiblanco comenzaba a hilvanar jugadas por dentro y fuera. Pese a ello, el gol no llegaría hasta el 84′, un derechazo a la escuadra de Toni levantaba al público de La Magdalena. El equipo de Díaz sacó la garra y el orgullo que lo caracteriza para anotar el 2-1, en el 88′ de juego, mediante un disparo de Belda desde fuera del área.
Sin hacer un partido brillante, el Novelda demuestra una vez más que tiene fútbol, gol, intensidad ganas. Una temporada difícil para un grupo que no ha bajado los brazos pese a todos los golpes y reveses.