Deportistas veteranos noveldenses, por Vicente Díez

72) JOSÉ PALAZÓN JUAN (multideportista: fútbol, atletismo, voleybol, baloncesto y balonmano)

Me recibe José en la Casa de la Cultura, donde expone obras de pintura con múltiples estilos. Me parecen unos cuadros llamativos, si bien me considero un profano en temas pictóricos y al detallarme el significado de sus obras, denota su ilusión por el arte de los pinceles. Ha logrado vender la totalidad de ellas y la recaudación es a beneficio de Cáritas Novelda. Un detalle de solidaridad con los más desfavorecidos, lo que le honra.

Sus padres, José y Josefa, vivían  entonces en Alcoy y en una visita que hicieron un fin de semana a la ciudad de Yecla, y como quien no se lo espera, vino al mundo nuestro protagonista de hoy, en la segunda mitad de los años 50 . Con cinco años se trasladaron a vivir a Novelda y siempre su domicilio estuvo ubicado en la zona Centro, donde también habita actualmente.

Recuerda de su niñez que había varias calles sin asfaltar, por lo que era el lugar ideal para jugarApenas aparecía algún que otro vehículo y para más espacio, los niños disponían de la Glorieta. También me relata que el día de su Primera Comunión, tras ir toda la mañana de aquí para allá con el traje, al llegar la tarde se fue a jugar con sus amigos con el traje de comunión puesto, sin acudir a la procesión que había, especialmente para que los menores luciesen sus bonitos atuendos. Su madre le esperaba en casa con la zapatilla en la mano.

Su primer colegio fue el Cervantes. Posteriormente pasó al Padre Dehón y le integraron en un equipo espontáneo que formaban los propios alumnos; de entonces, recuerda al mítico equipo de fútbol del Atlético Veneno, dirigido por el padre Avelino, de tan grato recuerdo para muchos. Posteriormente, pasó al I.N.E.M. (Instituto Nacional de Educación Media) de Novelda, hoy con el nombre de Instituto de La Mola, en el curso de su inauguración, junto al Campo de Fútbol y entre sus profesores, el más recordado es  don Ricardo Abad, quien también fue deportista y más conocido por “Richard”. Aquel profesor era el que impartía clases de Educación Física El instituto noveldense era una sección delegada del Instituto Azorín, de Elda.

Gracias al profesor  R. Abad, los resultados obtenidos en diversos deportes fueron muy altos a nivel provincial, especialmente en atletismo y en un compendio para jóvenes atletas: el Heptatlón, con siete especialidades. Este profesor – entrenador ponía toda su ilusión y experiencia deportiva en enseñar y promocionar a cualquiera que viese con posibilidades.

Compaginaba simultáneamente con otros deportes, pues era un chico muy activo y en el I.N.E.M. o Instituto de Novelda estuvo integrado en toda clase de deportes que había entonces, como eran: baloncesto, balonmano, atletismo  y voleybol. Jugaba también en el Novelda CF juvenil y recuerda entre otros, a sus compañeros Paco Escolano “el Pastelero”; Antonio Serrano, Ángel Berenguer y al que años después, sería nuestro alcalde, Mariano Beltrá. De los entrenamientos se encargaban tanto Isidro “el Bartolo” como Alonso Carrasco Cambronero, actual concejal de Deportes; en resumen, Alonso y Mariano juntos entonces; “mister” y jugador; las vueltas que da la vida. José jugaba más de portero y a veces, de delantero centro, debido a su rapidez y agilidad adquirida en los saltos de altura. En cuanto al nombre de su puesto habitual, él prefiere denominarlo guardameta, aunque también se conoce al portero por los nombres de cancerbero o arquero.

Por entonces (tendría unos 15 años), el Novelda CF senior, cuyo entrenador era conocido por “Campaneta”, fichó a un portero ya algo veterano y que dio aquí sus últimos toques al balón. Se trataba de Pazos, quien estaba lesionado a menudo y estando a punto de dejarlo, recurrieron al portero del equipo juvenil, José Palazón, nuestro personaje de hoy, quien debutó en Tercera División con los “grandes”; hombres que le superaban en 10 y más años; eran semiprofesionales, con muchas horas de vuelo.

De aquella suplencia, recuerda partidos como visitante en el antiguo campo de La Viña  en Alicante;  así como en el Altabix de Elche. Le llevaron asimismo a jugar contra el Cartagena, como segundo portero. Se lesionó allí el portero titular y tuvo que ponerse los guantes y  resistir embestidas “de tíos como picas”, según sus palabras. El Cartagena CF era el gallito de la categoría, pero… consiguieron empatar, lo cual tuvo su mérito y le dieron una prima por aquel resultado, la única que recuerda haber cobrado, pues jugaba a gastos pagados, pero sin sueldo alguno, debido a su corta edad.

A estos partidos acuden siempre “ojeadores” de los equipos de Primera División y hablaron sobre “aquel chaval de la portería que lo hace tan bien”. Le acompañaba siempre su padre  y para regresar, en vez de ir en el autobús habitual, un directivo del Novelda CF  les llamó aparte para regresar en su coche. Por el camino les fue contando esta posibilidad, por lo que José y su padre se ilusionaron, lógicamente. Pero parece ser que no hubo entendimiento entre ambas directivas y en aquellos tiempos, se estaba ligado al club hasta la mayoría de edad, a los 21 años. José intentó semanas después, saber los motivos por los que no se le concretaba nada del posible fichaje por “los colchoneros”, pero no le dieron apenas explicaciones.  

Concluyó en que estas oportunidades sólo pasan una vez en la vida por delante de uno mismo y desde entonces, perdió la ilusión por seguir en el Novelda CF. Incluso en una ocasión, por no haberse presentado a un entrenamiento, le amenazaron con que estaría ligado al Novelda CF, pero sin actividad alguna hasta que fuese mayor de edad y libre por tanto, de seguir su carrera. Aquel mismo día, les devolvió los guantes, las botas y la licencia de futbolista. Vinieron algún directivo y técnico a verle a casa para disuadirle, pero nadie le aclaró si el motivo fueron las pretensiones económicas del Novelda CF por el posible traspaso; o que aquel equipo de Primera perdió la ilusión por José; él prefiere pensar que fue lo segundo.

Igualmente, en el Instituto de La Mola se formó un equipo de Voleybol;  en él se integró  inicialmente José y fueron eliminando a otros institutos hasta la final, celebrada en la capital y contra Los Maristas. Sin quitarle méritos a sus oponentes, que eran los poderosos y predestinados al campeonato, la verdad era que estaba cantado que no se traerían la medalla de oro, pero fue un gran mérito llegar tan lejos, subcampeones, en su primer intento.

De aquella final, eligieron a dos jugadores, uno por equipo y el elegido de los noveldenses fue él, por su estilo de colocador casi perfecto y con buena técnica. Les llevaron junto a otros muchachos de toda la geografía nacional, al Complejo Albericia en Santander. De aquella preselección le designaron para formar parte de la selección española y jugó contra otros países extranjeros. Lo que recuerda como ahora mismo, es el orgullo y “la carne de gallina” que experimentó al oir el himno nacional en los partidos que disputó, por lo que sintió como una justicia interna, en el voleybol, lo que le había negado el futbol.

Y en la época del Bachiller en el Instituto, existían los Juegos Escolares Nacionales y había que ir a Elda para disputar las pruebas clasificatorias por zonas. Junto a los de Novelda, había jóvenes de las ciudades circundantes a la del calzado. Allí se hacían todas las pruebas atléticas en una pista hoy abandonada y algo deteriorada y se desarrollaron pruebas de lanzamiento de jabalina, velocidad, triple salto, salto de altura, relevos, medio fondo, etc. Me apunta que el salto de altura se hacía de manera ventral, paralelo a la barra y mirando al suelo. Poco después, el atleta estadounidense Fosbury consiguió la medalla de oro en la Olimpiada y desde entonces, se imitó su estilo de saltar de espaldas, mirando al cielo. En cuanto al lanzamiento de peso y de martillo, sólo se hacían en Alicante. Esto da una idea de lo que han evolucionado las posibilidades de practicar deporte a los atletas actuales.

Tuvo ocasión de visitar como rival el campo del Montemar,  con el equipo de Voleybol y aquel era de los pocos que tenían esta sección deportiva. Simultáneamente, por entonces, en el atletismo se juntó con los mejores de la provincia para disputar en la Ciudad Deportiva de Alicante el Heptatlón: saltos de longitud y de altura; velocidad; relevos; medio fondo; lanzamientos de peso y de jabalina. En cada prueba se consigue una cantidad de puntos, según la marca obtenida. Consiguió ser campeón provincial en esta modalidad (año 1970), al sumar más puntos que sus rivales, debido a las medallas que recibió  en velocidad, altura y salto. Recuerda con especial alegría el recibimiento que obtuvo a su regreso, en la sala de profesores del I.N.E.M. local y luego, de sus compañeros.

Los tacos metálicos que vemos, sobre los que se apoyan para tomar la salida en las pruebas de velocidad y que están clavados en el césped, en su época los aportaba el atleta y se los encargaba a un carpintero hacerlos de madera y facilitándole las inclinaciones que quería, con un agujero central al que le incrustaban un clavo largo que se metía en la hierba. Corrían por el lateral del Campo de Fútbol de La Magdalena; eso era lo que disponían como “pista” y el bueno de “Richard” les cronometraba el tiempo empleado.  Y en cuanto a practicar saltos de altura, se realizaba si disponían (no siempre) de colchonetas y podían permitirse arriesgar para conseguir mejores marcas, pues peligraba la integridad física.

A propósito sobre el atletismo, me cuenta que para las pruebas de fondo, el atleta suele tener fibra y ninguna grasa; normalmente son delgados de cuerpo. En cambio, los velocistas suelen tener más masa corporal e incluso practican con pesas. Pero los africanos son la excepción, por su estructura física especial y distinta a la europea. Están especialmente dotados para las carreras largas y los atletas de color americanos (estadounidenses, canadienses y jamaicanos) triunfan en la faceta de la velocidad y del músculo.

Los atletas europeos de la velocidad, normalmente progresan de distancias cortas a otras algo más largas, paso a paso. Pero los africanos lo consiguen antes; son una raza especialmente dotada para el atletismo, sin que se haya sabido aún cuál es el motivo. 

Se empleó en la banca y fue dejando el deporte, sin llamarle lo de ser monitor o entrenador deportivo. Entonces, en Novelda no habían escuelas deportivas, salvo en el fútbol. Hoy disponen de instalaciones y escuelas diversas, lo cual es una mejoría indudable. Su empresa ha sido Caja Rural, hoy Cajamar y actualmente está prejubilado, por lo que dispone de más tiempo libre para su otra gran pasión, la pintura, de varios tipos.

En su día se casó con Alicia y tienen dos hijos: Alicia, licenciada en Bellas Artes y David, a quien recuerdo que, de niño, enseñé a montar en bicicleta antes de que pretendiese ser ciclista. Habla perfectamente inglés y al igual que su hermana, residen en Madrid por motivos laborales, donde él está empleado en el aeropuerto de Barajas. Aún tiene tiempo para aumentar sus conocimientos de idiomas, pues está estudiando polaco.

José, llega el momento de la despedida y me ha sido agradable la conversación mantenida, tanto de deportes como del significado de tus cuadros altruistas. Enhorabuena.  

P.D.- La próxima entrega corresponderá a la Asociación Capaz, de Novelda (multideportistas). Si conoces datos de algún/a deportista local, incluso de persona fallecida; o de algún club deportivo, actual o clausurado, telefonéame al 633 252 500. (Vicente). Gracias

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