Art. de opinión de José Penalva Navarro

¿Por que hemos cambiado tanto?

Durante mi ya, casi larga vida, (Y con permiso de los que dicen que estamos viviendo demasiados años) he tenido distintas etapas en toda ella, como todo el mundo, momentos de alegría de incertidumbre de intenso dolor, pero siempre ha estado marcada por mi preocupación por las injusticias y por los problemas que he visto a mi alrededor, eso me ha ido marcando a lo largo de toda ella.

Integrarme en su día, allá por los años 70 en los movimientos de izquierda, cuando los partidos políticos todavía eran ilegales, fue la consecuencia de todas esas vivencias, y de entender que desde esas posiciones políticas me podía permitir aportar mi grano de arena a nuestra sociedad, y sin ningún deseo ni ambición de ser nada de nada, y aunque parezca que no es así, visto el panorama que tenemos, así fue, dedicación en cuerpo y alma, como se suele decir, a esa inquietud de poder hacer algo por la sociedad en la que vivía y vivo, a cambio de nada, solo por el deseo y la satisfacción de cambiar las cosas.

En un primer momento todo se desarrolló casi con una cierta normalidad dentro de aquella anormalidad democrática, en la que las libertades no existían, y fue porque las autoridades locales entendieron que el futuro iba a pasar por un cambio de situación que no estaba muy lejos en el horizonte, a pesar de que aquellos momentos de los años 70 fueron muy delicados, puesto que Franco vivía. Aquellas autoridades locales cumplieron con mucha sensatez aquella tenue permisividad que nos permitió hacer las cosas con una cierta libertad.

Recuerdo un día que nos llegó la noticia de que una familia de transeúntes estaba viviendo bajo del puente del río desde hacía unos días, familia compuesta por el matrimonio y dos hijos muy pequeños, era invierno y el frío nos atenazó también a nosotros el corazón por ver aquel cuadro de personas venidas de otro lugar y en esa situación tan precaria. Sin pensarlo dos veces acudimos al Ayuntamiento, gobernado entonces, en tiempos del régimen anterior, por el Alcalde D. Joaquín Payá, estaban celebrando un pleno de la corporación, pleno al cual incluso en aquellos momentos de dictadura se podía acudir a ellos igual que se puede hacer en estos momentos. Al terminar el mismo le pedimos poder hablar con él. Este accedió a la petición y le planteamos la situación en la que se encontraba aquella familia viviendo bajo del puente y en pleno invierno, D. Joaquín sin pensarlo dos veces nos dio la llave de una casa propiedad del Ayuntamiento para que pudieran pernoctar durante unos días aquella familia, y así fue, los llevamos con una furgoneta a aquella casa y estuvieron viviendo en ella durante bastante tiempo, nosotros nos encargábamos de llevarles todos los días la comida, hasta que llegó un momento en que las autoridades de Novelda localizaron a sus familiares en la provincia de Albacete y les pagaron el billete para reunirse con el resto de su familia.

Esta situación de atención a nuestra reivindicación, por parte de autoridades, de distinta ideología a la nuestra, llevó a algunos a quedarse asombrados por la rapidez en la que se solucionó aquel problema, a mí no me extrañó en absoluto la decisión del Alcalde, por que conocía a la persona y sabía de antemano que aquel problema no lo iba a pasar por alto, como así fue.

Siempre he pensado, y lo sigo haciendo, con más convicción si cabe, que al margen de las ideologías, las personas con sus comportamientos hacen que las cosas sean creíbles o no, sean buenas o malas, se desarrollen por cauces de entendimiento o por cauces de discordia, aunque algunos se empeñen en inculcarnos que ya no existen las ideologías, si que siguen en vigor y cada vez con más distancia entre unas y otras, porque si las medidas que se están tomando se consolidan vamos a crear una sociedad tan desigual que los problemas van a convertirnos en personas insensibles hacia el más necesitado, pero a pesar de todo sigo teniendo fe en los seres humanos, al margen de las ideologías, creo que hay buena gente en todas partes, con muchas ganas de hacer las cosas bien, y de querer ayudar a los que menos tienen y así poder paliar el sufrimiento, pero la pena es que las posturas intransigentes de muchos cierran el cauce de colaboración de aquellos que quieren ser útiles.

Está demostrado que las desigualdades nos separan, y los logros de bienestar nos acercan, y a propósito de estas sociedades con más bienestar en la que las personas están más cerca en su ideología; en una ocasión, estando de Diputado en la Diputación Provincial de Alicante, vino en visita de trabajo una delegación del Parlamento Sueco, compuesto de varios parlamentarios de distintos partidos políticos, en aquella reunión me llamó la atención, sobre todas las cosas, lo complicado que era distinguir las distintas ideologías que allí había, cuando se referían a la visión que de la mayoría de los problemas que nos afectaban en aquel momento tenían estas personas. Estaba claro, el bienestar del que disfrutaban había acercado las posturas políticas, y por tanto tenían una mejor calidad de vida.

Uno echa de menos aquellos días en que los partidos nos respetábamos, hasta el punto de que recuerdo la inauguración de la sede de la UCD, a la que fuimos invitados los otros partidos, y acudimos, y nos tomamos un vino juntos, y en alguna ocasión ellos venían a las manifestaciones del 1º de Mayo. Ahora todo eso se ha perdido, y lo lamento, pues se piensa muy poco en el de enfrente, en el que no tiene nada, en el que necesita ayuda, cada uno va, como se dice ahora, a su bola, y me llama muchísimo la atención las medidas que se quieren tomar, según la información que llega a través de los medios de comunicación, sin pensar en el daño que se hace a las personas, solo intentando implantar la ideología por encima de las necesidades básicas de los seres humanos, y también sin tener en cuenta otras opciones que podrían aminorar el sufrimiento y dar salida a los problemas por otros cauces más humanos y sensibles, porque tengo claro que la razón absoluta no la tiene nadie, por tanto el entendimiento, dejando de lado por parte de todos las posturas maximalistas, es la solución a nuestros problemas.

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9 COMENTARIOS

  1. Penalva: me pareces un hombre de una extraordinaria sensibilidad; muy hermosa, singularmente hermosa… felizmente hermosa, diría; más, habiendo sido político, que lo fuiste (no estoy acostumbrado a estas «desnudeces» llegadas de expolíticos que aterrizan tras su «tiempo de gloria» en la «literatura de las sinceridades», si me dejas la expresión; quizás sea prejuicio mío). Y por ello, te aplaudo. Sin perjuicio, conste, de que no comparta algunas cuestiones (diríamos, periféricas, sin importancia) que planteas en este artículo. Aunque eso es lo de menos…

    Te felicito por tu interés, en cualquier caso, por transmitir aquello que sientes o, como en este caso, que has vivido. Y siempre, desde tu honorable posición de respeto y consideración hacia los demás. ¡Tomen nota otras señorías actuales!

    Me alegra mucho leer, no ya la «verdad», que nadie la conoce por entero, sino tu honestidad, tu coherencia… la tuya, que me llega y que me enseña…

    Mi agradecimiento por tus artículos.

  2. En la época como alcalde de D. Joaquín Payá, recuerdo,( yo era muy jovencita) que apenas se pagaban impuestos.Y la forma de gobierno, a pesar que vivíamos en una dictadura era bastante accesible y servicial en pro de los ciudadanos.
    En estos momentos si alguien me preguntara qué tipo de régimen tenemos, no sabría decir si estamos en un «régimen demócrata… constitucional….monarquía.. parlamentaria… «o vivimos en una «solapada dictadura pura y dura «. Me inclino por lo segundo, pue los hechos así lo demuestran. Pobres de nosotros la que se nos espera como no le demos un giro a este desgobierno. Los españoles no nos merecemos unos gobernantes que nos mientan y tampoco que haya en los ayuntamientos y en las C. Autónomas presidentes y alcaldes imputados .Este país necesita una limpieza de Norte a Sur y de Este a Oeste.
    Como siempre señor Penalva: entresaco respecto a su artículo alguna frase para hacer mi comentario . Muchas gracias.

  3. Enhorabuena Pepe, me gusta como escribes y como nos enseñas a ser mejores, un abrazo a toda tu familia

  4. Sr. Penalva, su escrito está muy bien y es lo que «debería ser». Pero resulta que en estos momentos, en España, estamos pasando por una de las peores crisis económicas que se recuerdan, por lo tanto el planteamiento de su escrito es una «utopía total» y usted lo sabe.

    Solo voy a recordarle algunas cifras:

    – El Déficit del Estado en el año 2011 fue de 93.000 millones de euros, unos 15 «billones» de las antiguas pesetas.

    – La Deuda Acumulada del Estado, a la fecha, es de 900.000 millones de euros, unos 150 «billones» de las antiguas pesetas.

    – Los Intereses que tenemos que pagar los españoles con nuestros impuestos, este año 2012 por la citada Deuda, ascienden a 29.000 millones de euros, unos 5 «billones» de las antiguas pesetas.

    Como podrá usted comprobar, por la extrema dureza de las cifras anteriores, nuestros impuestos no dan para tanto, así que vamos a arreglar primero «nuestra casa y a nuestra gente» y cuando vengan tiempos mejores ya podremos comenzar a pensar en otros temas.

    Un cordial saludo

  5. Claudio, gracias por tus amables palabras, siempre intento ser y vivir según mis convicciones, y nunca he sabido retener interiormente esas premisas de vida, y ello me ha acarreado en algunas ocasiones serios problemas, pero siempre con la verdad por delante he podido salir a flote, y aquí estoy contándolo.

    A Contribuyente agradecido por tus palabras.

    Para Noveldero, es cierto que todas las opiniones son respetables, pero siempre que estas no traspasen unas lineas rojas, como por ejemplo que estas opiniones rompan la convivencia o que ellas desprecien o menoscaben los Derechos Humanos.

    Para Angeles, me alegro mucho que encuentres en mis escritos motivos de reflexión, ese ese para mí un motivo de satisfacción.

    Manoli, siempre me alegran tus palabras, pues tú me conoces bastante bien y sabes que siempre he estado al lado de las necesidades, ayudando.

    Realista: Ya me lo han dicho en este medio varias veces, que soy un utópico y es verdad, lo soy, y por ello no quiero pedir disculpas, solo decir que la utopía es UNA VERDAD PREMATURA, y que si lo es, es porque nosotros somos egoístas y es más cómodo ser así. Las cifras que aportas no me dicen nada nuevo, pues todos los países del mundo están endeudados y bastante más que nosotros, como por ejemplo Estados Unidos y Japón, pero la voluntad política de los gobernantes hacen que estas sean más o menos llevaderas, recordemos los 900.000 millones de euros entregados por el BCE a los bancos y sin embargo esto no llega a los ciudadanos, ¿por que? pues porque la dirección política que lo permite, prima la economía por encina de los ciudadanos, y ahí es donde está todo el problema.

    Un saludo a todos.

  6. Manuel, en mi juventud mis padres me enseñaron, al igual que los tuyos, a los que conocí, sobre todas las cosas a ser una buena persona, porque de ser eso así todo lo demás llegaba, el problema parte de la enseñanza que se tiene desde un sistema de insolidaridad, en el que prima siempre el ser más que el otro, y el excesivo empeño en ser el primero en todo, de ahí parte todo lo demás.
    Un abrazo Manuel.

  7. Pepe, haces la pregunta ¿Por qué hemos cambiado tanto?

    Entiendo tu artículo como una reivindicación a la poca atención que la sociedad va teniendo sobre el necesitado, o dicho de otro modo, al que anda escaso de recursos.
    No es la primera vez que escribes sobre estos temas y como Claudio, lo aplaudo.

    Hoy día vivimos de forma bastante individualista, no se, si:
    Porque al aumentar la población y no conocer a muchísima gente en la ciudad, vivimos como entre extraños y solo pensamos en nosotros mismos.
    O, porque al haber existido siempre diferencias de clases sociales, los padres pobres (que cuando tu y yo éramos pequeños, eran la inmensa mayoría) nos inculcaron aquello de que había que esforzarse, para el día de mañana alcanzar una posición mejor en la sociedad, sin pensar ellos (seguramente por desconocimiento) que paralelo a ello, sería necesario tener en cuenta que todos NO podrían alcanzar el mismo objetivo debido a que todos no tenemos la misma capacidad.
    O, porque el sistema nos ha llevado a todos a preocuparnos mucho por alcanzar el máximo bienestar posible, sin darnos cuenta de que ello no iba a ser posible para todos, lo cual, nos ha desviado (aunque sin pretenderlo) hacia una sociedad muy desigual.

    Las ideologías (si te refieres a las políticas) pueden ser fabulosas y seguir existiendo, pero cuando se trata de gobernar, estas se pierden o las desvirtúan los interesados
    En mi opinión, ayudar al prójimo necesitado, creo que es más, cosa de sentimiento… piedad… caridad, que ideología. Por eso pienso igual que tu, en lo referente a que son las personas las que hacen que las cosas sean buenas o no.

    Dices que tienes fe en el ser humano. Yo también, pero creo que el ser humano necesita pasarlo muy mal para darse cuenta de que el individualismo, no nos lleva a buen término.

    Gracias por tus opiniones.

    Un abrazo

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