Art. de opinión de Luis Beresaluze Galbis

LUZ Y TIEMPO (III)

Y saliéndonos un poco del tiempo y estando, de ello, a tiempo, tal vez sería la ocasión de pasar al cientifismo temporal, abandonando un poco estas personalizaciones del concepto, esta su conceptualización antropológica que hemos venido tratando. Por ejemplo, que cuantificar a la relatividad general o gravitacional a lo cuántico. Y en estas anda, en cierto modo, la ciencia actual. Si descubriéramos una teoría cuántica de la gravedad o una fórmula gravitatoria de la mecánica cuántica, veríamos, pocas veces mejor dicho, la luz. Pero aun estamos bastante a oscuras respecto de esta par de realidades, científicas, que lo son, pero, a su manera. A veces, formulada con luces contradictorias.

El acierto, la plenitud, el rigor de la teoría gravitatoria de Newton, llevó a Laplace a un universo absolutamente determinista. Es decir, predecible, calculable. Susceptible de permitirnos conocer, a voluntad, lo que ocurrió hace diez años o lo que pasará dentro de doscientos. En qué segundo concreto de qué fecha próxima, se dará un eclipse de sol. Basta conocer la situación íntegra y concreta de la parte de universo estudiada, analizada. Remitiéndonos a nuestra casa cósmica, a nuestro sistema solar, a nuestra parte doméstica del extremo de la galaxia, esto era cierto. Laplace lo quiso llevar más allá, incluido el comportamiento humano, que ya es incluir. Las observaciones de lord Rayleigh y James Jean sobre la radiación de cuerpo negro de un objeto caliente y los estudios de Max Planck, metiendo luz en sus “quantos”, llevaron a Werner Heisemberg a su principio de incertidumbre. Un principio contrario a Laplace, desplazador del de Laplace que impone limites a nuestra capacidad de predecir el futuro mediante leyes físicas.

Para empezar, parece que debería estar prohibido establecer, en la naturaleza y a su propósito, principios de incertidumbre. Ciencia, sabiduría, certidumbres en definitiva, que llevan a la incertidumbre. Como saber de no saber. O de saber defectuoso. ¿Quién, en su sano juicio, iba a tratar sobre la fealdad de lo hermoso, o lo ruín de la bondad?
Según la mecánica cuántica, un solo “quanto” de luz perturba una partícula y modifica su velocidad de modo impredecible. A mayor energía en el “quanto”, mayor perturbación en la partícula alcanzada. Heisemberg dice que la incertidumbre en la posición de la partícula, multiplicada por la incertidumbre de su velocidad, multiplicada a su vez por su masa, nunca podría ser menor que un valor dado. El valor dado de un montón de certidumbres. De un montón de inconcreciones que no debían tener ningún valor…Si reducimos certidumbre en la posición, la aumentamos en la velocidad. Esto obligaba a contar con un valor fijo llamado “constante de Planck”.

Y a partir de aquí, Heisemberg, Schrödinger y Dirac, meten la teoría newtoniana en una nueva teoría llamada de la “mecánica cuántica”, basada en el principio de incertidumbre. De aquí nace la consideración de la luz como corpúsculos y como ondas, dos cosas que no se puede ser a la vez. El corpúsculo es materia. La onda, forma de desplazamiento. No la consideración de la luz, sino de su comportamiento viajero. La mejor solución a la que conducirían todos estos mensajes científicos sería la de la concepción de un universo completamente autocontenido, independiente de toda acción exterior. Ni creado ni destruible. Simplemente, estable. No hecho por nadie ni nada. Que era. Y que es. Esto nos ahorraría un Creador. Para acabar de arreglarlo, la teoría de la relatividad no es compatible con un principio del universo. No lo admite. La teoría de la relatividad solo sirve subiéndose a un universo ya en marcha.
Pienso que Dios debe andar muy divertido con estas cogitaciones de los hombres mas sabios, relativas al manejo de la luz física y a las de su propio entendimiento. Desde la gran certidumbre de Newton que lleva al absoluto determinismo de Laplace, a la relatividad de Einstein, que no ama los “quantos” y no sirve para el Big Bang, hasta que Planck la baña en su mecánica cuántica y Heisemberg lo introduce todo en su saco de incertidumbres, caben todos los matices mentales.

Si acabara aquí…Pero aun hay más… Al principio de incertidumbre de Heisemberg, tan incómodo intelectualmente, tan aparentemente, poco científico científicamente, hay que añadir el teorema de incompletitud de Gödel, un relativista einsteniano que añade que no se pueden demostrar todos los enunciados verdaderos. Como si dijera el hombre que hay verdades mentirosas. Y esta afirmación le autoriza a rizar el rizo con la aseveración de que el espacio y el tiempo, por si fuera poco que resultasen curvos, giran, además. Con lo que nos asalta la pregunta: ¿Dónde giran o con respecto de qué, como si bailaran, una cosa que es, el espacio, con otra que no es, el tiempo? Esto parece exigir que haya un espacio o cosa exterior y ajena al universo, conteniéndolo, facilitándole una común pista de baile para el vals de la creación. ¿Y quién le pone música a esta letra escrita por el señor Gödel, formidable matemático? Por que a sus invenciones solo les falta eso, música.

Otra aportación genial de Gödel es que el universo no se expande… A pesar de lo que observamos a diario, confirmado por el efecto Doppler. Un efecto Doppler que ha servido para, dando marcha atrás en el tiempo, calcular la fecha bastante aproximada del Big Bang, del instante justo en que la totalidad de todo estaba en la nada invisible, sin tamaño, de aquella infinita densidad. Y sin embargo, le vale la teoría de la relatividad… Como a Planck, Heisemberg, Schödinger y Dirac…La mecánica cuántica, el principio de incertidumbre, la mentira de la verdad, todo, absolutamente todo, cabe, con la teoría de la relatividad y le resulta compatible…Lo cierto de la realidad de la incertidumbre.

La verdad comprobable y no comprobable. La expansión del universo y su estabilidad no expansiva. Todo, menos su principio. Ahí si que hay una disonancia insalvable entre la relatividad y el comienzo de todo, el primer momento, el gran estallido. Para que valga la relatividad, todo debía estar ahí, desde siempre. Sin haber comenzado. Por lo demás, salvado este inconveniente fundamentalísimo, el de su incompatibilidad con el hecho de que la Creación tuviera un principio, la teoría de la relatividad es una especie de ungüento amarillo cosmogónico o la purga de Benito de la astrofísica.

Con la venia de ustedes, seguiremos, si Dios quiere…

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9 COMENTARIOS

  1. Caray, querido Luis, hoy has hecho una exposición filosósica, física, imposible de rebatir por mí, y me imagino que por nadie. Muy documentada y fundamentada, perfecta, diría yo.

    Hoy no antepones cuestiones de fé que siempre me desconcentran. Hoy hablas de conceptos físicos y demostrados por la ciencia que no admiten rebatimiento. Sólo admiración y aceptación de tu basta cultura, y de tu admirable escritura, perfecta como siempre.

    Te obsesiona la luz, a mí también. Sin luz no somos nada. Ella nos da la vida, nos alumbra, nos hace ver, nos da calor, vida en definitiva.

    Gracias, de nuevo, querido Luis, por tu excelente escrito. Me alegra mucho leerte. Gracias.

  2. No he leido las dos aportaciones anteriores del Sr. Beresaluze Galbis, pero la que aquí figura me parece un intento más de transferir principios de la física cuyo ámbito de aplicación está definido por la propia ciencia, a un entorno diferente y equivocado. Y no sólo por cuestión de escala (que sería la crítica mínima e inexcusable) sino también por alcance y disciplina: el principio de indeterminación de Heisenberg no dice que no podemos ‘saber nada’, de la misma manera que la teoría de la relatividad no dice que ‘todo es relativo’ … tales enunciados (sea cual sea el alambicado fraseo que se emplee para exponerlos) no dejan de ser tópicos de periodismo popular y simplificaciones de conversación de bar que a menudo traicionan el autentico sentido de las elaboraciones científicas.

  3. Como siempre, interesantes tus articulos, de los cuales tomo nota, pues algunos me dicen .. Jose Maria,… por que sabes tanto,.. y siempre respondo lo mismo…: `POR QUE ESCUCHO A LOS DEMAS…; Pues bien me gustaria saber que opina usted de que ultimemente y debido a las ultimas investigaciones y a traves del Ubble,.. demuestran que el universo ha acelerado o ha aumentado la velocidad de expansion…
    Pues bien, yo no pienso igual que esos sabios, ..pues creo que se les ha pasado por alto que lo que veen a traves de un telescopio espacial es, simplemente el pasado,.. y contra mas alcance tenga ese telescopio,.. mas veran el pasado,.. por lo tanto,.. no veo, esa afirmacios de que actualmente el universo se este expandiendo a mayor velocidad….
    Sinceramente, me gustaria saber su opinion dejando a un lado ciertas cosas que nos dijeron de pequeños…., O sea la opinion de un cientifico,.. no la que tenga la iglesia…
    Un abrazo Luis
    Jose Maria Navarro
    https://www.facebook.com/profile.php?id=100001701378083#!/profile.php?id=100001701378083

  4. Menudo salto mortal! Sr Galbis, del Dios Creador del Universo a la mecánica cuántica, de la concepción de un universo infinito formado por un conglomerado de materia sin un origen determinado siguiendo la tradición cosmológica griega al principio de incertidumbre de Heisemberg o la teoría de Godel pasando por la relatividad general de Einstein.
    Le felicito por su notable esfuerzo de documentación científica para escribir este artículo, le resultará muy dificiil a sus lectores seguirle en el complejo mundo de la física teórica.
    Simplifiquemos pues el asunto, en el ánbito de la astrofísica que el Universo tuvo un principio u origen hace 15 nil millones de años ( el BIG BANG) está comunmente aceptado. El descubrimiento de la radiación de fondo cósmica(el denominado eco del BIG BANG) así parece confirmarlo.Asi pues, y prescindiendo de otras teorías que puedan existir sobre el origen de universo, hoy más descartadas por la comunidad científica parece ser que el Universo no existió siempre sino que tuvo un principio y seguramente tendrá un final. He querido entender de su artículo que según usted ninguna teoría científica ni siquiera la relatividad de Einstein es compatible con el principio del Universo, con el comienzo del todo, el primer momento,el gran estallido,aunque explique su evolución. De la nada no puede surgir nada, y ahí estaba la mano del Creador, el UNIVERSO no estaba ahí desde siempre,sino que ha sido creado por la mano de Dios,esa es la opción que mejor sustenta su religiosidad y su profunda fe,su visión cosmológica…Si todo lo que existe tiene su causa en otra cosa y el Universo empezó a existir(espacio-tiempo) con el gran estallido la causa necesaria debe se ajena al propio sistema No cabe duda que siempre podremos encontrar implicaciones creacionistas en la teoría del Big Bang aunque la teoría cuántica ha intentado purgarlas de alguna manera. ¿ que hubo antes del gran estallido?, ¿ hubo tiempo antes de que se creara el tiempo? Si el tiempo tiene que que ver con el espacio, sin espacio no había tiempo, lo creó Dios o quizás nuestro Universo se originó por el colapso de otro Universo anterior mucho más grande. Quien sabe Sr Galbis? ,necesitaremos mucha más luz y tiempo en la inmensidad de este Cosmos para comprenderlo. Un cordial saludo.

  5. No, por favor, Sr. Galbis, con tres capítulos ya hemos tenido bastante. Cambie de tema, ¡¡¡por favor!!!

  6. Mire NOQUEADO. No pretenda eliminarnos el placer de leer a Luis Beresaluze. Ud. lo tiene muy fácil, pase página, nadie le obliga a leerlo, pero es un sacrilegio cultural que solicite publicamente que «cambie de tema». Cambiará cuando le parezca.

    Y, por favor, pase página. Es muy fácil. No se haga el «graciosillo».

  7. Sólo sé que no sé nada. Esta sencilla frase no la expresó cualquiera, y lo hizo, hace ya, varios milenios el filósofo Griego Sócrates y, a pesar de los adelantos científicos, la única constatación que existe después de miles de años de supuesto avance y evolución, es que seguimos en pañales; tanto filosóficamente, como éticamente, como científicamente. El hombre, en sí mismo es de todo, menos aquello que pretende ser.
    Soberbia, egoísmo, cinismo, hipocresía y ramplonería, de eso sí, tenemos a manos llenas.
    Y no va por usted, señor Beresaluze, ya que, su persona, sencillamente es un eslabón pequeñísimo de todo un entramado complejísimo en el que, el mono, o sea, nosotros, jamás llegaremos a comprender ni de coña, nada de todo aquello que acontece en el estadio en el que en estos momentos nos encontramos. Imagínese pretender entender todo aquello que está lejos de nuestro alcance.
    Nos deslumbra la luz que hay fuera pero, nos obcecamos en seguir ciegos ante la luz interior que todos nosotros poseemos.

  8. Bueno, Wifredo, dejo el tono «graciosillo» y me pongo «serio» para decirle que creo que estoy en mi derecho de decir lo que pienso sobre un tema, o es que no estamos en una democracia???
    Y en segundo lugar, el nivel científico que tiene este articulo «LUZ Y TIEMPO (III)», es asequible a no más de tres o cuatro personas, de las muchas que lo han leido.
    Por eso le digo al Sr. Galbis que no siga con ese tema, porque a poco que suba el nivel, solo lo va a poder asimilar una persona, «El observatore rumano».
    No será mejor que lo que escriba llegue a cuanta más gente mejor, Sr. Galbis???
    Y repito e insisto, es una opinión, «mi opinión». Creo que puedo manifestarla libremente, no???
    Un cordial saludo

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