Art. de opinión de Luis Beresaluze Galbis

LA GRAVEDAD DIVINA

Yo no he leído el último libro del sabio inglés Stephen Hawking “El Gran Diseño”, que está por salir en Inglaterra y por tanto aún no ocupa estantes en nuestras librerías. He leído en el diario EL MUNDO del día tres de Septiembre, este texto entrecomillado que se le atribuye: “ Debido a que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo crearse a sí mismo y de hecho, lo hizo, a partir de la nada. La creación espontánea es la razón de que exista algo, de que exista el Universo y de que nosotros existamos”.

Enseguida se han puesto Ayala, Bachiller, Punset, Ellis, Nombela, a divagar sobre ciencia y fe, religión y razonamiento, creación y evolución, etcétera. No creo que sea el momento de darle la razón a Darwin o quitársela a Dios, o de dotar de más crédito a la Relatividad que al Génesis.

Yo me atendría exclusivamente, a lo dicho por Hawking, este hombre que por sí mismo y su personal circunstancia, es la mejor demostración viva, a su modo, y palpable, de que Dios existe o, por lo menos, los milagros. Lisiado hasta el máximo grado, sin poder hablar ni mover las manos, comunicándose con un parpadeo que acciona no se de qué modo un micrófono instalado en las patillas de sus gafas, una auténtica reliquia de antihombre, de hombre reducido a sus mínimos escombros, constituye la más palmaria prueba de que Dios existe y está instalado en su mente prodigiosa. Esa que funciona como muy pocas en el mundo actual, a partir de los mínimos y arruinados soportes corporales que la sustentan.

Pero volvamos a lo que ha dicho. Lo que nadie comenta y lo que para mí es lo más relevante del asunto. Lo único, realmente.

Un físico, es decir, un experto en masas, energías, fuerzas y tensiones, en los poderes de la naturaleza, dispuesto a pensar en la nada como origen de todo, es difícil de encajar… En Universos creados por sí mismos. No cree en Dios pero cree en actos divinos, no hechos por Dios. Hechos por una cosa que llama una Ley. Y la pongo con mayúscula, porque se lo merece, según mister Stephen. Ley que denomina de la gravedad. Si no existía nada, como él afirma que sucedió, no habrían masas. Sin masas, sin graves, no habría posibilidad de leyes cuyo nacimiento exige la existencia previa de cosas ponderables por ella. Sin nada susceptible de someterse a la ley de la gravedad, ¿qué sentido tendría que apareciese de la nada una ley capaz de crear aquello sobre lo que operar y manifestarse? ¿Cómo en la nada, antes que todo, opera ya la ley de la gravedad? ¿Y opera hasta el propio hecho de crearse a sí misma, y desde su propia entidad, crear el universo?

Este hombre está diciendo que una Ley, que tendría que nacer de los objetos, de los graves, atrayéndose y repeliéndose entre sí, en virtud de ella, puede haber tenido manifestación previa a la realidad de aquellos, hasta el punto de determinar su existencia, de crearlos. Y está dotando a esa ley de la operatividad creadora que nosotros, los creyentes, otorgamos a una Primera Causa que llamamos Dios. En realidad, Hawking está creyendo en Dios, en posibilidades de creación que, de darse y admitirse, solo puede ser divina. Pero llamándolas Ley de la gravedad. Hawking llama a Dios, en el que sin creer, cree, Ley de la Gravedad.

Siento el mayor de los respetos por la mente de este señor inglés, esa prodigiosa realidad intelectual montada sobre la imposibilidad anatómica de una existencia calamitosa. La mayor y más perfecta organización racional entre el mayor desastre vivo y corporal. Pero, con todos mis respetos, ha dicho una tontería. De la nada no puede obtenerse nada. Y menos, para un físico. Salvo que opere un poder creacional a cuya admisión solo se llega por la fe. Él, Hawking, no tiene esa fe. Niega a Dios. Y pone en su lugar a una Ley física que sin creación previa, sin cosas masivas, no existiría como tal ley, como sin hombres y delitos no habría leyes penales. No cree en Dios pero cree en una Ley. Para mi esta sustituyendo a una Causa por otra. A Dios por la Ley de la gravedad. Pero incurre en una grave impropiedad racional importantísima: Dios no necesita nada creado para crear. La ley de la gravedad sí que necesita graves, realidades densas y masivas, para existir, determinando su comportamiento.

Yo llamaría a esto el absurdo de Hawking. Dios solo necesita a Dios para crear. La Ley de la gravedad necesita del mundo de los graves, para operar. No puede por tanto, antes de la existencia de aquellos, crearlos ella misma, que sin ellos, no tiene ni entidad ni posibilidad alguna creadora.

No son realidades de razón o fe las que pongo en juego. Solo de propiedad intelectual, de lógica de los conceptos. De responsabilidad y rigor en la expresión No se debe, a estos niveles, decir tonterías. Y menos, por sabios de tan subido nivel.

Una Ley no crea nada. Solo las cosas creadas se sujetan a leyes y determinan su necesidad.

Existe una ley para los hechos de los hombres, la de la congruencia. No es congruente que sin nada, es decir, sin cosas pesadas, sin masas, sin, por consiguiente, interacción entre ellas, exista una ley que, primero, las cree y luego, las someta a sus dictados. Eso sería como decir que el Código Penal inventa a los hombres y los pone a delinquir. Lo congruente es que la conducta delictiva de ciertos hombres sea la que determine que la sociedad, para defenderse, instituya los códigos y leyes penitenciarias correspondientes.

No es una cuestión de físicos, astrobiólogos, filósofos o teólogos. Es de simple congruencia. El señor Hawking ha expresado una incongruencia.

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6 COMENTARIOS

  1. beresaluze por mas que lo intento, no entiendo ninguno de tus articulos como para comprar tu libro, lo siento pero estoy un peldaño por debajo de ti . HERES MI IDOLO arriba españa

  2. una cosa es lo evidente y otra es la fe…., la fe no es evidente, como tampoco lo son determinados sentimientos; por eso se trata de una opcion personal, y existen ateos, creyentes y agnosticos, es decir, personas que no se definen en ninguna de las dos anteriores opciones, pretender hacer apologia de una convicion intima para imbuirla a otros resulta inadecuado; por ello los adultos tenemos unas convicciones que nadie va a transformar, consecuencia de una adhesión a determinado modo de afrontar la vida

  3. Sr. Beresaluze, ha caido usted en la trampa. Este señor Hawking lo que quiere es que se hable de él, aunque sea mal, para vender más libros. Usted es otro de los que, sin pretenderlo, le estan haciendo publicidad. Es puro marketing a costa de lo que sea.

  4. Desde luego hay cosas que nunca cambiaran, que defina a un señor como el ejemplo más claro de que Dios existe cuando el pobre hombre sufre ya no solo dolor físico, psicológico, (no olvidemos que su mente es privilegiada y es consciente de todo) es para pensar, vaya y dígaselo a él, verá lo que le contesta.
    ¿Que Dios permite que un hijo suyo viva así? debe ser un Dios cruel, o un Dios vengativo, porque eso es un castigo, lo último que le falta al hombre es que le digan, arderás en el infierno otra vez, porque su vida lo es) por ateo.
    Y desde luego no se debe a ciertos niveles decir tonterías, que este señor sostenga algo con una base firme, con argumentos y asi desplaze la idea probada con hechos como es que un Dios existe, es para no creerselo, desmontar la mayor mentira de la historia no es fácil.
    Donde se pongan argumentos tan sólidos, creíbles, de una madurez intelectual expléndida como que a una mujer la embarazó la santísima trinidad representada por una ¿paloma?, o la famosa frase, levántate Lázaro y anda, que se quite el señor Hawking y los otros que tambien duden como el.

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