Nº 139) José Antonio Samper García (atleta)

Opinión de Vicente Díez sobre deportistas noveldenses

Hoy traigo la biografía de un atleta ya retirado; sus obligaciones laborales así se lo impusieron, debido al horario incompatible con unos entrenos de calidad y prefirió pasar al otro lado de la calzada, la de un espectador más, aunque alega que sigue con interés el atletismo.

   Nuestro protagonista abrió los ojos por primera vez en el barrio de María Auxiliadora; año 1973. Sus padres, José y Rosa tuvieron tres hijos, de los que él fue el segundo. Relata que su padre corrió en algunas carreras locales junto a dos veteranos ilustres, «Marianet» padre y Toni Gran. Por otra parte, fue contemporáneo de «el Flechi». Siempre hubo ambiente deportivo en el hogar de los Samper, pues además también se apuntó al atletismo su hermano menor, David, quien aún sigue corriendo a título individual y estuvo integrado en el equipo del Club de Atletismo Novelda Carmencita. José Antonio describe que casi siempre su familia iba a verle actuar y animarle; incluso su novia de entonces y hoy esposa, Ana.

   Su colegio de niño fue el Francisco Franco, hoy C.P. Alfonso X El Sabio. Allí jugaba al fútbol con los compañeros en el recreo, pero no se practicaba ninguna otra actividad deportiva, salvo gimnasia.

   Un buen día, con unos diez años, se celebró una carrera atlética en el barrio durante las fiestas de Junio, organizada y dirigida por el incombustible y eterno Felipe Giner, para quien nuestro protagonista tiene elogios sin fin, ya que le considera su primer mentor y guía en este deporte. Acabó en un sensacional tercer puesto; muy buen resultado para un debutante. Esto le gustó hasta el punto que se sintió atrapado por esta actividad deportiva ya milenaria. A esta primera carrera le animó a inscribirse otro gran atleta local, José Antº Pacheco, hoy dirigente del equipo Cableworld.

   El acudir a observar y aprender en el entorno de los atletas hizo que le propusieran integrarse en la entonces Peña Madridista. Su primera salida allende la ciudad del mármol fue al Rebolledo, con 3 a 3,5 kms. de carrera. Felipe Giner llevaba a los chavales en su Mini, así como otro conductor, José y el grupo de jovencitos era de unos quince atletas, todos en la Peña Madridista.

   Pronto demostró su clase innata, pues con once años (1984) en la categoría de Infantiles consiguió el bronce provincial en pista cubierta; la primera medalla de un noveldense en la época, fuera de la ciudad. Esto le hizo sentirse mejor, pues todos sus compañeros querían ver y tocar la medalla. En otra pista cubierta, la de Fuente de San Luis en Valencia, en un campeonato autonómico acabó tercero en su especialidad, por lo que un nuevo bronce tenía en su vitrina. Poco después y como una promesa en ciernes que era, fue subcampeón provincial en pista al aire libre. Las tres medallas mencionadas fueron en la distancia de 3.000 m.

   De nuevo en Novelda, corrió en todas y cada una de las carreras que se celebraban entonces en barrios, como La Garrova, Sagrado Corazón o María Auxiliadora, anteriores a la Liga de Barrios que se promovió posteriormente.

   Recuerda haber corrido diversas pruebas con otras distancias, como 1,500 m.; 10.000m.; Media maratón y Maratón, con 42,195 kms. por toda la Comunidad Valenciana; como ejemplo la Subida al Castillo de Játiva, así como en Albal; Paiporta; Buñol; Sagunto o el Cros de Castellón. Igualmente y fuera de nuestra comunidad, compitió en Sonseca (Toledo); Atapuerca (Burgos); Lasarte (Guipúzcoa) en el propio hipódromo que estaba embarrado en diciembre. También se desplazó a Alcobendas (Madrid); a Jumilla y a Murcia. Y en Yecla, donde Felipe tenía especial interés ya que se concentraba una participación de lujo a nivel nacional.

 En Novelda, los atletas destacados eran Corpus y Pacheco, ambos algo mayores que nuestro protagonista. Su rival y amigo a nivel local, fue Carlos Vizcaíno, hoy concejal en nuestro Ayuntamiento.

   Solía entrenar cinco días a la semana, de martes a sábado. El domingo le aguardaba la competición y el lunes, un merecido descanso. En otros clubes se seguía casi el mismo calendario semanal. En la Peña Madridista los martes y jueves entrenaban por caminos alrededor del Poli; incluso a veces fueron hasta el Cid, o a la playa de la Marina; si bien, para esto ya necesitaban un vehículo.

   Llegó un momento en que le propusieron fichar por el equipo Kelme, de más proyección y nombre, por lo que no lo dudó. Felipe supo comprenderlo y le deseó suerte. En Alicante entrenaban en el campo del Tosal, entre el castillo de San Fernando y el barrio de San Blas y cerca del estadio de fútbol Rico Pérez, del Hércules CF. Su dirigente entonces era Joaquín Villar, con carnet de entrenador nacional, que orientó o tuvo en sus filas a atletas destacados y famosos como fueron José Luis González; Abel Antón; o el crevillentino Domingo Ramón Menargues, quien consiguió acabar octavo en la Olimpiada de Moscú (1980). A veces se trasladaban hasta Aguas de Busot para entrenar. Pasó al equipo Reebok Tosal, posteriormente denominado Puerto de Alicante. En este equipo también estuvo integrado su hermano David, quien sigue corriendo en pruebas de Media maratón.

   Afianzado como un joven con clase y posibilidades de triunfo, se clasificó y participó en los Campeonatos de España 1991, celebrado en las Tablas de Daimiel (Ciudad Real).

   Y ya prestando el servicio militar, fue seleccionado por la Federación Alicantina para el Campeonato Nacional a disputar en Azahara de los Atunes (Cádiz), en Cross de 10.000 m. De este campeonato nacional consiguió la clasificación para el Campeonato Mundial Militar a celebrar en Francia (1994), pero la crisis del petróleo y el inevitable recorte presupuestario, le dejó en el cuartel. Aún seguía de soldado cuando participó en Rabasa (Alicante), así como en Toledo y Valencia. En Alcalá de Henares (Madrid) hubo una competición de 60 kms. entre batallones y cuarteles. Vestían distinto a los atletas pues llevaban chaquetilla, pantalones y mangas largas; algo interminable y agotador.

   Y de la principal carrera local, la Subida al Santuario, alega que participó en seis ediciones y fue dos veces primer corredor local (años 1988 y 1992); una con el equipo Kelme y otra, con la Peña Madridista de nuevo.

   De su vida laboral, relata que al dejar los estudios colaboró con su padre en la construcción, empleándose posteriormente en la industria marmolera. Este último empleo, con a veces doce horas diarias y con turnos diversos, le dificultaban el poder entrenar adecuadamente, por lo que paulatinamente fue dejando de lado el atletismo.

   Como se dijo anteriormente, hoy acude como espectador para animar a los que siguen usando las zapatillas, el pantalón corto y camiseta verdiblanca. De las Subidas al Santuario no se pierde ninguna; está en su ambiente. Quizá de los jóvenes el que más futuro tiene, a su parecer, sea Jaime Navarro, tras la exhibición que hizo recientemente en Valencia, clasificándose para el Nacional, así como la joven promesa femenina Andrea Rodríguez. Y sin olvidar a otros ya consagrados a nivel local, como el popular “Gijo” o “Tortu” entre otros/as. El acierto de este club es la promoción de la base.

   Por último, Felipe Giner añade que José Antº Samper fue un atleta muy disciplinado (siempre atendía las indicaciones de sus entrenadores) y trabajador (de los que no reducen los entrenamientos) hasta el último día y especialmente, muy apreciado por sus compañeros. Dejó un buen recuerdo en el Club Atlético Novelda Carmencita.

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