Deportistas noveldenses, por Vicente Díez

 67) ANTONIO DÍAZ MAS (parapentista)

Bien; pues ya estoy de nuevo entre líneas; se acabó el veraneo y la “recarga de pilas”. Antes del paréntesis estival, les hablé en la biografía nº 57, de Antonio García Azorín (colombicultor), a quien le faltaba solamente poder volar como sus palomos, para ver el mundo desde las alturas. Me quedó clavada la espina informativa y hoy les traigo a un hombre que vuela como las aves y asimismo, aprenderemos sobre un nuevo deporte, precioso, pero de riesgo.

Nuestro protagonista nació en esta ciudad en el año 1968 y es el menor de los cuatro hijos que tuvieron sus padres, Manuel “el Jardinero”, de profesión marmolista y Concha. Desde su hogar paterno en la calle Jorge Juan, sus lugares de juegos infantiles eran la plaza de Sant Felip y la Glorieta. Como anécdota o travesura infantil, que todos tenemos alguna en la conciencia, me cuenta que en una ocasión fue con otros niños y se colaron en un chalet de la Huerta. Allí había una colchoneta para saltar y dale que te pego, entre todos, hasta que acudieron los dueños;  les retuvieron y vino la Guardia Civil. Su padre acudió al Cuartel, de donde lo trajo a casa, sujetándole de la oreja.

Acudió al colegio Cervantes y de sus profesores, recuerda especialmente a don Joaquín Pellín, quien había sido futbolista profesional (ver biografía nº 24). Tras la escuela, trabajó en la industria local del mármol y hacia los veinte años, comenzó a practicar deporte. Su debut fue en la bicicleta de montaña (BTT) y subió numerosas ocasiones al Cid, acompañado por sus colegas del pedal. Participó en carreras de Orientación, por terrenos montañosos y recuerda las carreras celebradas en Onil y en Novelda.

 Hasta que un buen día, conoció el parapente y se quedó prendado “in aeternum” de aquello También practicó otros deportes a modo de preparación complementaria, tales como la gimnasia, buceo, halterofilia… hasta que un buen día, conoció el parapente y se quedó prendado “in aeternum” de aquello. Y así hasta hoy. Es comprensible que sus padres temiesen  verle volar y fue debido a que unos compañeros de trabajo le hablaron sobre el tema. Acudió al Carche, cerca de Pinoso y con monitor, hizo un primer vuelo biplaza, donde el monitor pilota y el pasajero o aspirante a alumno, se limita a ver y disfrutar; o a taparse los ojos, si padeciese vértigo repentino. Tras aterrizar, se había autoconvencido y se apuntó a los diversos cursos que fue superando paulatinamente: iniciación, perfeccionamiento, alumno avanzado, piloto y piloto de competición. Posteriormente, consiguió ser monitor de parapente y piloto de paramotor, en el que se va sentado y con un parapente impulsado por un motor con hélice. También existe la modalidad de ala delta, en la que el piloto va tendido horizontalmente; con la cabeza hacia adelante y el resto del cuerpo hace las veces del timón.

 Le impresionó verse mecido por el viento Como a todos inicialmente, a él también le impresionó verse mecido por el viento y sin pisar sobre algo sólido, imitando a las aves. El principio del vuelo es similar al de los aviones, pues ha de haber viento y sustentación por diferencia de presión. Se despega y se aterriza de cara al aire y para girar hacia un lado, se ha de tirar hacia abajo del mando de ese costado; con ello se consigue que el cuerpo se desnivele hacia ese lado y se va girando, aunque procurando separarse de las paredes de cualquier montaña. Ya en el aire, al pilotar, si se pretende ascender, ha de buscarse la bolsa de aire caliente que permita ascender, con idéntica técnica a la de los buitres.

Hay quien lleva cámara fotográfica, acoplada al casco o colgada del pecho. Si se pilota  con la cámara en el casco, no se puede asegurar la calidad de la foto, pues hay que accionar un mando a distancia, sin seguridad en el correcto enfoque de la imagen. En cambio, colgada sobre el pecho, se suelta una mano; previamente se pasa este mando a la otra mano, que sujetará ambos mandos y las imágenes suelen mejorar, como nos demuestra con las fotografías aportadas. Al respecto, me muestra en su ordenador una infinidad, de los alrededores de Novelda desde el cielo; sinceramente, son preciosas. Veo la Glorieta, el Santuario, la procesión de la bajada de la Santa; incluso en el Fondonet, se ve la casa natal de Jorge Juan, entre infinidad de imágenes, tomadas de manera diferente a como estamos acostumbrados a verlas, desde el suelo. Ahora las vemos como las aves, sin duda.

Para aterrizar, primeramente ha de localizar el campo o lugar elegido; lo más importante,  identificar de dónde viene el aire e ir perdiendo altura haciendo eses para minimizar el desnivel del descenso. Al tocar tierra, por la inercia, se hace imprescindible una pequeña carrera. Se pliega el parapente y se guarda en una mochila. El equipo completo  pesa alrededor de 25 kgs. pues hay que añadir la silla de vuelo. También es obligatorio llevar un paracaídas de emergencia… por si las moscas; así como gafas de sol, guantes y botas altas de montaña. En cuanto al peso de la vela o equipo, están limitados para distintos rangos de peso del deportista. Igualmente, se venden distintos rangos o tipos de parapente según sea para iniciación,  intermedio o para competición.

Antonio, nuestro protagonista de hoy, ha volado por toda España e incluso ha observado desde el cielo diversos países europeos, como Francia, Italia, Eslovenia, Suiza y Austria; si bien, siente un atractivo especial por los Pirineos. Otro lugar del cual quedó extasiado es la granadina Sierra Nevada, por su belleza, así como por el entorno inolvidable. Más entrañables fueron para Antonio las buenas clasificaciones obtenidas en aquella prueba.

En Valencia se ubica la Federación de Deportes Aéreos de la C.V. y ya con licencia de aficionado, compitió en su día tanto en Campeonatos Autonómicos como Nacionales y en pruebas Open Internacionales. Su debut competitivo fue con el Club Parapente Alicante. Posteriormente, se integró en otro club similar, de Cazorla (Jaén). Hasta que junto a otros amigos de Novelda, fundaron (año 1998) el Club de Parapente “+ 7”, al que se fueron uniendo diversos miembros de toda la provincia  e incluso de la Comunidad Valenciana. Al respecto, me cuenta Antonio que cuentan con un socio de honor, ya octogenario, de nombre Héctor Verdú, de Onteniente (Valencia) quien “aún remonta el vuelo y hace sus pinitos”.

El nombre de “+ 7” se eligió al ser esta cifra, el número de metros por segundo que se puede subir en ascendencias térmicas. Antonio fue su primer presidente, cargo que ha desempeñado durante trece años en este club de vuelo libre y le acompañaron entonces e incluso algunos aún siguen: el marmolista José Vicente Jiménez; el estudiante Carlos Belda; el tornero José Manuel Martínez, alias “el Flare”; el bombero José María Litarte, así como otros parapentistas. Tanto Martínez como Litarte, lograron vencer en Campeonatos Autonómicos y Antonio consiguió también subir al podio, en tercer lugar.

El Campeonato Nacional consta de seis o siete pruebas, celebradas en ciudades distintas por toda la piel de toro. Cada prueba se desarrolla en  cuatro jornadas, con puntuaciones y la clasificación se establece por los puntos conseguidos.    

 También conserva algunos de los trofeos conseguidos, pues algunos tienen su historia; a veces tras regarlos con champañ y dejarlos y enseñarlos aquí y allá, no sabe qué fue de éstos. Otras veces, los ha regalado o acabaron chafados tras saltar junto a sus compañeros, celebrando los triunfos.

Me detalla en cuanto a lesiones que, como todo deportista, alguna ha sufrido. Por ejemplo, al aterrizar te puedes torcer un tobillo en la carrera, al no pisar sobre terreno fijo. También te puedes lesionar en el despegue, al rozar con el suelo; pero estos son problemas menores; de “chapa y pintura” como dicen los ciclistas. Si bien, en una ocasión, por un mal control del parapente, se rompió el brazo derecho, necesitando tornillos en la operación quirúrgica.

Y en cuanto a su entorno familiar, conoció a Raquel con la que comparte vida en común desde hace diez años. Tienen dos hijos, Candela, “Kuky” quien a sus tres añitos comienza con el colegio y Mikel, de siete meses. Son su ilusión, y pasa las horas con el pequeño en brazos. Lo cual ha hecho que la prudencia le aconseje dejar “de momento, no definitivamente” este deporte de riesgo que requiere mucho tiempo de dedicación.

Antonio anima a que sean más personas las que prueben lo de ver el mundo a vista de pájaro;Seguro que les engancharía, como a él. Desde estas líneas, le felicitamos por su dedicación y por esas maravillosas imágenes desde los aires. Téngase presente que salvo en globos aerostáticos, el hombre consiguió volar desde 1903, gracias a los hermanos Wright, norteamericanos. Se desarrolló la aviación, pero al ser humano por sus medios físicos, sólo le estaba limitado el vuelo con un paracaídas, sin control alguno sobre su dirección. Y hace muy pocas décadas que vemos estos artefactos voladores, con y sin motor; algo digno de admiración. 

 P.D.- La próxima biografía será la de Juan Manuel González Fenoll (nadador). Si conoces la biografía de algún/a deportista local, incluso de persona fallecida; o los datos históricos de algún Club, telefonéame al 633 252 500. (Vicente). Gracias.       

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7 COMENTARIOS

  1. Toni que buena persona que eres. Algún día me darás una volteta. Y para quien corresponde buen artículo.

  2. Xe, que bonic es tot esto. M´agrada vore el cel y la nostra Novelda. Enhorabona a tots els que se semblen als pardals.

  3. Preciosas vistas. Pero se habla de verse la Glorieta y la casa natal de Jorge Juan. A ver si las ponen en otra ocasión. Buen escrito, además.

  4. Antonio, no lo dejes. En cuanto acabes de dar biberones y cambiar pañales, has de remontar el vuelo. Ánimo, valiente.

  5. Gracias por vuestros comentarios, así como al prapentiosta de esta semana, `por contarme su historia y proporcionarme sus estupendas fotografías.
    Confío en que esta nueva temporada pueda traer buenos artículos, y biografías que os agraden.
    Hasta la próxima.

  6. Buenas fotos y bueno el escrito. Seguid así, que los del aire salimos poco. Hay más practicantes del parapente y del paramotor, así como del paracaidismo deportivo.
    A ver s algún día en estas lineas, nos nombran. Gracias por el artículo, por lo que me toca.

  7. Me parece muy bien que se publiquen todos los deportes, pues los mayoritarios (fútbol, motos, baloncesto y otros) ya se ven demasiado en la pantalla de la tele.
    Estos escritos hacen que se parezca a una pequeña mini olimpiada, con gente de Novelda, a la que conocemos más directamente. Me gustan las fotos y la historia contada. Felicidades.

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