¿QUIEN ES NUESTRO PADRE ETERNO?
El Padre Eterno es todo armonía,
él está presente en esencia,
porque es nuestro creador,
¿y donde lo podemos ver?
Si lo estimamos con amor,
conoceremos su latido,
conoceremos su mansión,
y conoceremos su palpitar vivir
como si fuese él un reloj
porque él es pura energía
que mueve todo lo que el creó.
Emancipado del Padre
nada hay en el universo,
porque todo palpita por él,
porque es la vida misma, y así es el cielo,
porque es espíritu puro,
y se manifiesta en el claro sentimiento,
donde está el amor
donde está la bondad
donde habita el perdón
y donde reina la fraternidad.
Él vivifica las cosas
que a veces muertas están por dentro,
porque ese aletargamiento
que a veces el alma lleva dentro,
es porque no conoce al Padre,
ni la luz que da esa virtud para verlo.
Todo lo que nuestra vista alcanza
ahí presente está, en figura y cuerpo,
porque su figura es el muy buen razonamiento,
mientras que su cuerpo se representa
en fulgurantes destellos
que ilumina y da fortaleza
a todo lo que engendrado vemos
en plantas y en cosas que nos dan ciencia
para ver su cuerpo.
Las flores son su perfume,
la alondra forma su vuelo,
porque en todas partes está
dentro del universo.
Él es fuerza productiva
que le da vida a lo muerto,
por eso transformación hay en todo,
porque es la misma eternidad
la mansión de ese espíritu
que es amor, caridad, bondad
y energía del firmamento.
Pues ahí tenemos al Padre
si queremos bien conocerlo,
también nosotros llevamos
una chispa de él muy adentro,
lo que nos pasa es que no nos damos cuenta
que esa vida que tenemos
nos la prestó él por juramento.
Muchas felicidades por este poema que nos ofreces. Tiene «un no se qué» de San Juan de la Cruz:
Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura:
y, yéndolos mirando,
con sola su figura,
vestidos los dejó de hermosura.
Javier, San Juan de La Cruz tiene en mí a sus más humilde servidor, siempre me ha cautivado la lectura de sus escritos, te elevan el alma y te hacen sentirte bien contigo mismo y con la creación. Gracias por haberte gustado mi reflexión, pues después de tantos sinsabores que nos da la vida diaria, es absolutamente curativo elevar el pensamiento y sentir ese calor que da pensar en nuestro Padre Celestial.