Art. de opinión de Sergio Mira Jordán (profesor, escritor y músico)

Ha llegado septiembre

Permítanme una confesión: llevaba escritas diez o doce líneas de este artículo cuando las he borrado y he empezado de nuevo. Iba a hablarles del precio de la gasolina por las nubes, de la subida del IVA, de los libros de texto prohibitivos para la mayoría de familias, de la vuelta al trabajo (que no lo será para cinco millones de personas). Podría haberles contado que ese vecino del barrio que siempre le saluda o aquel otro que va en bici o ese que parece contar nubes mientras apura una cerveza helada se ha quedado sin asistencia sanitaria porque resulta que es inmigrante. Aunque sea un ciudadano más, aunque lleve aquí diez años trabajando, pero ahora sin contrato. Podría haberme extendido como la sombra del rescate sobre nuestras cabezas, hablando de la prima de riesgo y de la Bolsa. Pero he decidido que no.

Hoy es 1 de septiembre y muchos, economistas de carrera o de barra, van a hablarles de todas esas cosas. Los de un lado nos dirán que es el precio por los siete años malditos de Zapatero; los del otro nos asegurarán que esa es la excusa perfecta y recurrente de Rajoy para extender el zarpazo del recorte y seguir cumpliendo a rajatabla el subprograma electoral. Las dos Españas de nuevo, las que fueron, las que nunca han dejado de ser.

Hoy empieza septiembre, pero quiero hablarles de otro septiembre. Llevamos instalados en la tristeza desde hace años. Nos ha ido minando lentamente. Tanto que parece que llevemos inmersos en esta crisis siglos. Cada año nos dicen que empezaremos a salir al año siguiente, estirando el horizonte y hundiendo la esperanza. El septiembre que yo recuerdo es un atardecer anaranjado junto a una piscina, charlando con el socorrista sobre la vuelta al cole, el inicio del instituto, los amigos que van y vienen, los libros de texto desprendiendo ese olor a tinta que duraba tres semanas… Ese septiembre traía nuevas fuerzas, nuevas ilusiones. El de ahora, el que hoy empieza, nos tiene atemorizados desde mediados de julio. Recuerdo esos niños del septiembre de mi infancia, corriendo para el colegio, felices, con sus mochilas de estreno sobre los hombros. Hoy andan arrastrando los pies, contagiados por la incertidumbre de sus padres, repitiendo como un mantra las mismas frases que oyen en sus casas sobre la situación actual. Cada casa es un mundo, claro, pero la crisis, el medicamentazo, la falta de becas, la subida de impuestos, el IBI, el IVA…; no hay canal temático de dibujos que pueda borrar del inconsciente de los más pequeños las imágenes de la tristeza y la desolación, una tristeza y una desolación que ya no vienen únicamente por la vía del Tercer Mundo y en la pequeña pantalla a la hora de comer, sino que cada vez están más cerca, salvando la distancia de nuestro pesimismo materialista y la absoluta falta de recursos en los países más pobres.

¿Cómo transmitirles alegría a los niños cuando los mayores han perdido la esperanza? ¿Tenemos que resignarnos y admitir que, por primera vez, la próxima generación de seres humanos vivirá muy por debajo de como lo hicieron sus padres? ¿Lo vamos a aceptar así, sin más, porque son cosas que pasan? En Bután hace tiempo que miden la Felicidad Nacional Bruta (FNB), mucho más importante que el Producto Interior Bruto. Nuestra FNB está por los suelos. La Eurocopa de fútbol y las medallas de los Juegos Olímpicos son una felicidad pasajera, pero los principales indicadores de felicidad son, como indica Sulak Sivaraksa en La sabiduría de la sostenibilidad, el grado de confianza, capital social, continuidad cultural y solidaridad social; el nivel general de desarrollo espiritual e inteligencia emocional; el grado de satisfacción con las necesidades básicas; el acceso a, y la capacidad de, disfrutar de la sanidad pública y la educación; y el nivel de integridad medioambiental, incluyendo el crecimiento o decrecimiento de las especies, la contaminación y la degradación medioambiental.

¿Cumple España alguno de esos indicadores? O, lo peor, ¿hemos dejado de cumplir alguno?

A pesar de que haya llegado, irremediablemente, este septiembre de recortes en sanidad, subida del IVA y rescates financieros, seguiré acordándome de aquel otro septiembre: el de la ilusión por empezar el curso, por ver los nuevos alumnos, los nuevos compañeros, el de los amaneceres otoñales, el de las primeras lluvias, el de los charcos a la luz de las farolas, el de las risas en los cafés. Y no se olviden: resignarse es el primer paso para aceptar cualquier cosa. Ser feliz es una actitud propia. Afrontar lo malo que venga con optimismo y tranquilidad es el primer paso para superarlo. Practiquemos algo de felicidad y amor desde abajo. Puede que a los de arriba se les contagie.

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15 COMENTARIOS

  1. No esta mal su articulo,sr.Mira.Una buena revirtuación de unos cuántos tópicos estacionales
    al que les ha dado un valor entrañable y romántico.Un exceso de enumeración de los items de la crisis ( podría haverlos obviado.ya que ud mismo explica que están en todas partes)y una reiterativa alusión a la politica desmerecen su exposición.
    Un saludo
    KLAUS

  2. «antiche», más llevan en Valencia gobernando otros, y no dices nada al respecto. Nos han robado la cartera, nos han arruinado de por vida, y eso no lo dices. Tampoco dices nada con respecto a las deudas dejadas antes por otros en Novelda. Ni mentas que parte de esa responsabilidad trágica, la tiene quien hoy ostenta la vara de mando en nuestro pueblo ¡Qué cosas! Parece que cuanto más grave es el presunto delito, menos se les reprocha. País.

  3. Para #8# sorprendido.
    Tú mismo dejas, «sorprendentemente» las cosas en su sitio. Por lo menos, ZP, tenía a gente que se daba cuenta de esa ignorancia a la que apelas y se lo decía en su cara. Lo malo de la situación actual, es que quien está al mando de la nave, es un capitán torpe, gandul y mentiroso. Y su tripulación, está plagada de ineptos ventajistas y trileros electorales. Me cansa el «y tú más». Lo que no admito, es comulgar con ruedas de molino.
    El gobierno anterior, se equivocó en muchas cosas. Lo que nunca hizo, es engañar a su electorado, ni dejar al pairo a millones de personas. Defender lo indefendible (o sea, a este gobierno lenguaraz y mentiroso donde lo haya) no lleva más que a poner una pátina patética a una situación del todo insostenible. Todas las medidas tomadas hasta hoy mismo, tan solo nos han llevado a que el déficit crezca más y más, produzca más recesión y crezca el paro hasta límites insostenibles, y se genere una deuda inútil que tendremos que pagar a los «mercados» Esos piratas disfrazados y arropados por los inversionistas de a pie ¡Mentira! Aquí, hoy y ahora, lo único que se defiende es a la poderosa banca alemana, esa que siempre estuvo ahí, manipulando a países (Grecia el primero), haciendo que engañase a toda Europa con sus cuentas por interés de ellos mismos. Eso sí, una vez que se les ha visto correr con el carrito de los helados, han sacado las uñas y nos han puesto a todos de rodillas. Y aquí, no pasa nada. Manda h…

  4. El sueño español sigue siendo el de ser el señorito de la finca. Su desgracia: falta de valores esenciales por parte de los saqueadores que nos han hundido, aprovechándose de ese imaginario colectivo. Hay que pensar que el prójimo somos todos. Si lo jodes, te jodes. Lo que das, recibes. Lo injusto es que algunos se blindan y se libran. De las pesadillas del blindaje tendrá que escribir otro.

  5. Conjugar el dolor actual con la esperanza es dificilísimo, Sergio. Más, cuando entre los que tendrían que ser los primeros en hacerlo, se encuentran sumidos en sus propios intereses. Uno (Rajoy), jugando a ser líder europeo, consiguiendo ser el hazmerreír de entre los verdaderos poderosos. Otro (De Guindos) aprovechando las bicocas inmobiliarias para hacer su propio agosto. Otros (Soria y Montoro) jugando también a ver quién es el que llega más lejos meando y manda más. Wert, ese personaje salido de las cavernas y que está enjuagando sus numerosos complejos a base de retrotraernos al Medievo en cuanto a cultura y educación. Y el resto, como podría ser Bañez, contentando a los suyos (los de su ministerio) con ágapes y paguitas extras para que le hagan a ella más llevadero el día a día ante la incapacidad suprema que le embarga por ser totalmente incompetente para asumir su cometido.
    Aquellos que tanto ladraban contra cualquier cosa que se movía, hoy andan con el rabo entre las piernas sin saber por dónde huir y a quiénes acudir.

  6. En el segundo comentario donde se escribe «haverla» debe escribirse HABERLA

  7. Sí todo lo que pones está muy bien pero… recuerda que habéis estado 4 años gobernando en Novelda y varios más en España y han resultado estériles, malgastando no que no se tenía, el resultado ha sido dar barra libre al PP para ahora recortar hasta ahogarnos. Parte de culpa tendréis ¿o no? así que en vez de criticar tanto más autocriticarse y luego atacar a los demás… nuuca he visto un artículo que sea… nosotros nos equivocamos en:. Los políticos habéis sido la perdición de los pueblos ciudades y paises.

  8. Juan Carlos – que resentido estás con los que no piensan como tú. Yo que estoy en tus antípodas te diré que al contrario que tú – yo creo que Zapatero y los suyos hicieron lo que pensaban que era lo mejor para España – de la misma manera que ahora lo está haciendo Rajoy. Si nos trasladamos a Novelda – no creo que Mariano sea el ejemplo de buena gestión como alcalde a seguir – De MIlagrosa ya hablaremos cuanto termine su mandato y podamos valorar su gestión – pero Juan Carlos – sin resentimiento

  9. Como siempre falto de autocrítica y echando la culpa a los demás «los malos». Las dos Españas las crearon dirigentes políticos de todos los colores igual de fanáticos y mediocres que tu en esta epoca. Esto va a estallar pero contra vosotros también pq estáis dentro del mismo saco de la mediocridad y el despilfarro que tus » malos»…y la gente se esta hartando.

  10. Para #4 Juan Carlos Escandell Aracil:

    -Jordi Sevilla: «Se te nota todavía un poco inseguro, has cometido un par de errores. Has dicho que aumenta la progresividad en lo del sistema fiscal y lo que aumenta es la regresividad, pero son chorradas…».
    -Zapatero: «Bueno, pero eso es lo mismo»
    -Jesús Caldera: «Nada, nada, di que has estado muy bien. Has estado muy bien».
    -Jordi Sevilla: «Lo que te quiero decir, lo que tú necesitas saber para esto son dos tardes».

    Por dios, como va a ser lo mismo «progresividad» que «regresividad», hablando del sistema fiscal!!!!!!

    Pues, Juan Carlos, en manos de este «ignorante» ha estado España desde el año 2004 al 2011.

    Así nos ha dejado, al borde de la quiebra!!!!!

    Un cordial saludo

  11. si le quitamos el tufillo politico,un articulo perfecto,perfecto en recrear la situacion en que nos encontramos ,si buscamos culpables ,por supuesto los politicos,mas bien diria yo ,gente que se dedica a la politica,con el unico ánimo de vivir de ella,y que han permitido ,sin importarles lo mas minimo,que lleguemos a esta situacion,para algunos claro,porque ellos siguen en su burbuja,con sueldos y prebendas,quitandonos poquito a poco,hasta la esperanza.

  12. ¡Santa María Magdalena, que culpa tenemos los novelderos para merecernos los gobiernos de España, Valencia y Novelda que nos ¿has dado o hemos votado?

  13. Para #11 Juan Carlos.

    Suscribo íntegramente todo lo expuesto en su comentario. Mas claro imposible!!!

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