Artículo de opinión de Mado Abad, portavoz del PSOE Novelda
Las imágenes de cientos de personas, sin mascarilla y sin atender las medidas de seguridad sanitaria, en las calles de algunas ciudades tras finalizar el estado de alarma han dejado un sabor amargo a la esperada noticia del fin del estado de alarma.
Tras año y medio bajo una pandemia mundial sin precedentes, estamos agotados. Esta pandemia ha sido una de las pruebas más difíciles que hemos tenido que vivir.
Al temor a la pérdida de los seres queridos, se ha añadido el desgaste emocional que supone separarnos de los amigos, de los padres, de los nietos y nietas, de los hijos, de las hijas. El confinamiento y el cierre perimetral nos ha impedido celebrar aniversarios y navidades con las personas que más queremos.
Muchos profesionales han visto como sus negocios y sus empleos, que con tanto esfuerzo han labrado durante años, se venían abajo de un día para otro sumado, a la crisis sanitaria y psicológica, una crisis económica.
Sí, estamos cansados. Hemos sacrificado mucho y tenemos ganas de volver a la normalidad. Pero no volveremos a la normalidad si olvidamos de dónde venimos y dónde estamos.
Dice el Filósofo Emilio Lledó que somos fundamentalmente memoria. Necesitamos memoria, no solo individual, sino también colectiva, para saber quiénes somos y entender el presente.
De nada va a servir el esfuerzo realizado durante quince meses, si ahora olvidamos lo vivido.
Fin del estado de alarma no significa fin de la pandemia.
Vienen los días de verano. Vamos a reunirnos con las familias, con los amigos, pero con responsabilidad. Vamos a disfrutar del sol, las playas, las terrazas sin olvidar que ser prudentes hoy, nos va a permitir recuperar poco a poco la normalidad mañana.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, La incidencia acumulada en la Comunidad Valenciana en los últimos 14 días está situada en 36,28 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 317,56 casos de la Comunidad de Madrid, con una media nacional en torno a 200 casos por cada 100.000 habitantes.
Lo hemos hecho bien. Novelda lleva días registrando cero casos. Lo hemos hecho muy bien. Sigamos así.
Las imágenes de este fin de semana celebrando el fin del estado de alarma al grito de libertad es una prueba de cómo se ha pervertido el significado de la palabra libertad.
Jean Paul Sartre lo expresó perfectamente cuando dijo “Mi libertad se termina dónde empieza la de los demás”. La libertad de no usar mascarilla o no respetar las distancias de seguridad, limita directamente con la libertad de los sanitarios que han trabajado sin descanso sacrificando a su familia, la libertad de las personas que han enfermado y fallecido, la libertad de las personas que han perdido su empleo o su negocio.
Libertad no es egoísmo. Libertad es respeto y convivencia.