Crisis dicen…



Déjenme que les hable de la crisis. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha recibido de la compañía 7, 3 millones de euros, en efectivo y en acciones, como retribución por sus funciones como presidente de la eléctrica. Estas compensaciones como “empleado” de Iberdrola corresponden solo al primer semestre de 2011. ¡No está mal como salario de un «empleado» por solo seis meses de trabajo!

IBERDROLA obtuvo un beneficio neto de 2.870 millones euros en el 2010. Por su parte, el Banco Santander ganó 8.181 millones de euros netos. Telefónica aumentó su beneficio un 30,8% hasta los 10.167 millones de euros. ENDESA alcanzó un beneficio de 4.129 millones de euros, lo que supuso un incremento del 20,4% respecto al pasado año. Repsol triplicó su beneficio en 2010. La petrolera tuvo una rentabilidad de 4.693 millones de euros. Inditex obtuvo el ejercicio pasado los 1.314 millones de euros, un 5% más. El grupo textil anunció haber alcanzado los 11.084 millones de euros de ventas. La compañía de supermercados Mercadona disparó sus beneficios hasta los 398 millones de euros, lo que supone un aumento del 47% respecto al año anterior. McDonalds anunció que llegó a obtener un beneficio neto de 3.637 millones de euros, un 8,7% más. El fabricante de bebidas Coca-Cola ha anunciado que el pasado año ganó 11.809 millones de dólares, un 73% más que en 2009.

Ahora permítanme que les hable de nuestros políticos y sus salarios (sin contar dietas). El exPresidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, ganó anualmente en la anterior legislatura 164.043,54 euros (más de 25 millones de las antiguas pesetas al año). El Presidente de la Diputación de Barcelona, 144. 200 euros. La Presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, 98.700 euros anuales. Por otra parte, los alcaldes mejor pagados de nuestro país fueron en 2010, el de Barcelona, y el de Madrid, gobernada por el PP, con más de 100.000 euros brutos al año. Por cierto, en el puesto 27 se encontraría el de Guadalajara, con 66.492 euros. Esto quiere decir que la querida alcaldesa de nuestra ciudad de 27.000 habitantes, Milagrosa Martínez, estaría entre los 27 alcaldes mejor pagados de nuestro país. Un país con más de 8000 alcaldes y municipios.

Yo me pregunto entonces: ¿Crisis? ¿Dónde? ¿Crisis? ¿Para quién?

Hacen falta redaños para que se apliquen, para paliar la crisis, medidas contra la gente. Sí, la gente común, la gente corriente; ese 98% de población que tiene que currar de sol a sol para ganarse el pan, y poder veranear una quincena de días al año en un camping de mala muerte en la costa. Y las aplica el PSOE, ni más ni menos que el partido socialista; una vergüenza para el socialismo histórico y para aquellos que lucharon por él en la guerra civil. Se reducen salarios a los funcionarios, a los pensionistas. Se prevé la aplicación de contratos temporales indefinidos para jóvenes (trabajo basura, pero para toda la vida). Una minirreforma chapucera de la constitución y sin referéndum (eso sí, pactada por los dos grandes partidos en el poder) en lugar de reformarla en profundidad y consultando a los ciudadanos. Se estudian recortes en sanidad (COPAGO), en educación, en inversión pública (FOMENTO).

Los Estados se miden y evalúan en términos empresariales; beneficios, déficit, balance comercial, etc. Los ciudadanos han dejado de ser ciudadanos, para ser clientes.

Ni el PP (ver las CCAA donde gobiernan, en bancarrota técnica) ni el PSOE parecen estar a la altura. Yo espero que exista una tercera vía, un partido con visión de Estado, progresista, que no pactará ni tendrá relaciones hipotecadas con partidos secesionistas como lo hacen el PP y el PSOE, verdaderamente progresista, igualitario, que mire por el bien común y que esté a la altura de los tiempos. Yo espero que UPyD sea esa tercera vía, porque aún me permito el lujo de creer en la democracia.

La crispación no aporta soluciones

No me cabe la menor duda de que los veintiún concejales que conformamos la corporación municipal accedimos al Ayuntamiento con la mejor de las intenciones. A todos nos guía, eso creo, un sentido de servicio a los ciudadanos desde las legítimas opciones y sensibilidades políticas. Como todo en la vida las cosas se pueden hacer de formas muy distintas. No siempre hay una sola solución para un problema, sino que en la mayoría de ocasiones nos encontramos la disyuntiva de elegir entre varios caminos para alcanzar el mismo objetivo. Lo importante es elegir el camino correcto. Lo mismo que ocurre en el día a día de cada uno de nosotros. Y ahí radica en buena parte la esencia de esta democracia que los españoles nos hemos dado, sustentada sobre una Constitución que es el documento marco en el que se determinan las cuestiones más importantes y que recientemente ha sido reformada con un amplio consenso entre PSOE y Partido Popular.

Los concejales hemos sido elegidos para aportar ideas y soluciones, fiscalizar la labor del Gobierno, resolver los problemas de los ciudadanos y observar las cosas desde una perspectiva de corto, medio y largo plazo, porque muchas veces de las decisiones que adoptamos ahora dependerá el futuro que dejemos a las siguientes generaciones. Por eso siempre he sido partidario de gobiernos fuertes, de amplio respaldo ciudadano, que ejerzan un claro liderazgo y que fijen los objetivos en los asuntos realmente importantes para los vecinos. Porque de lo contrario, podemos caer en el problema de que atendamos lo urgente pero nos olvidemos de lo importante.

Sin embargo y por desgracia en estos menos de tres meses de legislatura que hemos vivido hay un fenómeno que preocupa a muchos ciudadanos y que no favorece, para nada, un clima para que todos nuestros esfuerzos estén centrados en aportar esas soluciones de las que hablaba. Me refiero a la crispación. Ya he dicho que entre las funciones de los concejales está fiscalizar la labor del equipo de Gobierno pero también se ha de aceptar plenamente y sin ambages la decisión libre y democrática expresada en las urnas por los ciudadanos que otorgaron al Partido Popular un amplio respaldo.

Es el grupo municipal Popular y a su frente la alcaldesa los que deben establecer un nuevo modelo de Gobierno de acuerdo con el mandato recibido por los ciudadanos. Y de la oposición cabe esperar que aporten también propuestas y soluciones. Muchas veces uno tiene la sensación de que las sesiones plenarias se convierten en una especie de pim-pam-pum, disparando hacia todo sin ni siquiera dejar un tiempo prudencial al equipo de Gobierno para que pueda demostrar su capacidad o efectividad en los asuntos que compete.

“La crispación no aporta soluciones”, reza el título de este escrito. Muchos vecinos de la localidad me han preguntado por ello, porque quizá alguien pueda entender que en el Ayuntamiento estamos todos los días enzarzados en discusiones estériles. Y no es así.

Frente a la crispación hay quienes trabajan cada día por observar la realidad de las cosas y mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Hay quienes fijan objetivos y aportan soluciones a los verdaderos problemas, corrigen aquellas cosas que son mejorables y ponen en valor la mejor de las intencionalidades con las que aceptó formar parte de una lista electoral, que su nombre apareciera en una papeleta electoral y que de su acción se deriven una serie de consecuencias que redundan en beneficio de todos los ciudadanos.

La crispación no es buena.