Mariano Beltrá lo comentó entre los periodistas. “Antes, cuando había un problema, nos dirigíamos al empresario de turno. Fuera Jesús Esteve u otra persona. Pero ahora el problema es que no sabemos a quién dirigirnos”.
Estas palabras van encaminadas a explicar la actual situación que se vive en el grupo Levantina tras su dominación por las empresas de capital riesgo –Impala y Charterhouse-. Una situación que preocupa tanto a UGT como al alcalde de Novelda, Mariano Beltrá, quien ayer se reunió con muchos de los 250 trabajadores afectados por el cierre de dos empresas del grupo. “Menudo regalo de Navidad que nos han dado”, comentaban los dirigentes del sindicato, ayer en la reunión.
Por el momento, UGT ha hablado alto y muy claro. De hecho, en la reunión en la sede de Novelda, su secretario general Pascual Gosálbez comentó que “nos oponemos totalmente a esta reubicación de trabajadores que va a conllevar despidos”. Lo que, en definitiva, incumpliría uno de los compromisos de la empresa que ha señalado que por el momento se trata de una “reubicación” y no de “despidos”.
Gosálbez añadió que ahora se produce “una modificación laboral de los trabajadores” que tiene que contar con “algún tipo de compensación” ya que, según el sindicato, “ahora hay que tener en cuenta que cada uno de estos trabajadores va a tardar una hora y media más para llegar a su puesto de trabajo, y eso conlleva un riesgo que la empresa debe asumir”. Y, a todo esto, cabe apuntar una de las últimas ideas esbozadas: que los trabajadores reubicados pasen a ocupar un nuevo puesto, “por lo que podría haber reducciones en los sueldos”.
Ante el cierre de las dos fábricas de los sindicatos, UGT ha pedido una memoria explicativa “que justifique estas decisiones” que por el momento “no se pueden demostrar”. Además de, por otro lado, un documento con el que “se pueda tener las garantías sociales y salariales de cada uno de los trabajadores”.
En este sentido, el secretario general de UGT en el Vinalopó, Vicente Prieto, señaló que los argumentos planteados por Levantina para justificar el cierre de las dos empresas en Novelda como los problemas con el PGOU o la crisis económica “no son más que mentiras¨. Y, además, anunció que “vamos a entrar en el periodo de negociación” en el que no se descartan “medidas de presión” como movilizaciones.
Mariano Beltrá ha anunciado que estudiará medida junto al alcalde de Pinoso, José María Amorós, para evitar la deslocalización de las factorías de Levantina para que el mármol que se extrae en las canteras pinoseras no se elabore en fábricas del grupo en el extranjero y que sigan trabajándose en Novelda.
Beltrá aseguró que “aquí nos jugamos mucho” en alusión a los 250 trabajadores “y familias” que están afectadas con los cierres. En este sentido, el alcalde ha apuntado que “vamos a realizar todos los esfuerzos para facilitar suelo industrial” y para que el PGOU “se solucione cuanto antes”. Porque, según Beltrá, lo que queremos es “aumentar la diversificación en el municipio para crear más puestos de trabajo” y, en ello, incluyó al polígiono industrial de El Pla “donde hay avances y se sigue negociando entre los vecinos afectados y la promotora”.
Sindicatos y negociadores no se reunirán con la empresa hasta el 8 de enero.
