Art. de opinión de Luis Beresaluze Galbis

DESTINO FEMENINO «A Alicia y su ángel»

Ser ángel de la guarda de una mujer debe requerir unas capacidades de discreta intimidad, singulares. La mujer es un mundo mas de cielo y de tierra que el hombre. Una criatura hecha para hacer vidas, mucho mas relacionada con la naturaleza que nosotros, que, en definitiva, no pasamos de consistir en coyunturales seres históricos. Por eso, sujeta a una serie de privacidades fisiológicas, ontológicas y sociales, difíciles para la, en principio, espiritual ocupación de un ángel.

El nombre Ángel es sustantivo masculino. Sirve para patronímico de hombres. Aunque haya, pocas, Ángelas. En cambio, en su forma plural, lo es para las mujeres. La mujer se llama, normalmente, Ángeles. Como si con uno solo no tuviese suficiente. Rarezas de la lengua. Independientemente de la famosa cuestión del sexo de los ángeles.

En la mujer hay mas universo. Barro, fertilidad, alumbramiento, creación procreada, fruto vivo con destino a la eternidad.

El breve Papa Albino, Juan Pablo I, quería pensar en un Dios Madre. En la cantidad de Dios, de creación delegada, de misterio biológico, de magia natural, que hay en la madre.

El ángel de la guarda de una mujer, vive dentro de un arcano y portentoso fenómeno. En el interior de una naturaleza sobrenatural. De un templo vivificante.

Sin perjuicio del primor idealista y soñador de un ser humano que tiene los pies sobre el mas absoluto, responsable y utilitario pragmatismo y la cabeza enredada entre los mas ilusionados romanticismos espirituales. Pero siempre con una eficacísima toma de tierra.

El hombre es agua que cursa, fuerza, torrente, cascada, energía…Personalidad fuerte, de paso. Una formidable capacidad de abstracción. De realidad virtual. Como la mujer de empirismo doméstico y familiar, de administración de la realidad inmediata y de ilusionada ensoñación.

La mujer, como el árbol, fija, con raíces, dando sombra y fruto. Ahí…Siempre en su sitio. El hombre se mueve. La mujer está. La mujer intuye. El hombre, menos comunicado con la vida, necesita razonar. ¿Quién no recuerda el bello salmo de “la mujer, como parra fecunda, en mitad de la casa; los hijos, como renuevos de olivo, alrededor de la mesa”…Al hombre ni se le cita. Aunque fuera de los“justos”…

Si yo fuera ángel, y me tocara como destino humano, una mujer, como tarea espiritual, la custodia de una mujer, entraría en su tabernáculo de puntillas. En esa fábrica de milagros y prodigios, hay que andarse con mucha delicadeza. Todo es sagrado. No se está, así como así, dentro de la fuente de la vida. Hasta las alas deben ser, máximamente, recogidas, respetuosas y suaves. Ser ángel custodio de una mujer no debe ser nada fácil. En cambio, debe resultar interesantísimo, asistir, desde tan cerca, a los prodigios fisiológicos de la maternidad. Llegará un momento en que habrá que estar muy recogido y apretado, casi sin sitio, oyendo latir fuerte, ya, los dos corazones implicados.

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15 COMENTARIOS

  1. Sr. Galbis, su concepto sobre la mujer está más próximo al de los musulmanes que a la realidad que nos rodea en la España actual.

    Despierte usted, que Franco ha muerto y estamos en el siglo XXI, en el año 2011!!!

    Un cordial saludo

  2. Tus escritos vienen como agua de Mayo para calmar mis nervios de tantos MERCADOS, AGENCIAS DE CALIFICACION – 270 PUNTOS BASICOS -INFLACION- ENDEUDAMIENTO , y no es que viva pendiente de eso, sino que los medios de comunicación nos bombardean con estas cuestiones que al final solo son situaciones que los hombres producen y que estos mismos, si tienen voluntad solucionan, pero esas incertidumbres, interesadas, sacan de quicio a cualquiera, y como comprenderás, Luis, con estos mimbres no se pueden hacer cestos en los que quepan la Concordia, el amor, la Paz y la Esperanza, pero apareces tú con tus pensamientos elevados y me haces volver a mi realidad familiar de armonía y amor conseguidos, seguro,con la compañía de nuestros angeles que nos han ayudado a encontrar el camino para poder sacar adelante una familia de 7 hijos, y sobre todo darle mil gracias al angel de mi esposa, que ha sabido allanar los caminos difíciles y muchas veces casi insalvables, y le ha sabido moldear esa sensibilidad especial que tienen las mujeres para darse cuenta de las cosas sencillas que pasan a nuestro alrededor, y que al final son las importantes para poder tener una vida armoniosa y llena de amor.

    Un abrazo Luis.

    P.D. Aprovecho para saludar a Alicia, y decirle que su comentario es hermoso, pero es una pena que para ese AMOR UNIVERSAL SIN GENERO que necesita de comprensión, paciencia, ternura y tolerancia, algunos solo aporten «SOLUCIONES MEDICAS».

  3. Otra de angelitos Sr Galbis!!.

    Dicen que todos somos criaturas de Dios y que tenemos asignados desde nuestro nacimiento nuestro ángel protector o custodio que nos ilumina .guía y protege.
    En este sentido la naturaleza femenina también formará parte de la propia natuiraleza de su Creador, de ahí su amor infinito,su capacidad para dar la vida,su inmensa paciencia o su sabiduría para perdonar.

    Ser ángel custodio de una mujer no debe resultar fácil,dicen que la naturaleza femenina es cambiante,como la inconstancia del viento,su aparente dulzura y timidez muchas veces no puede eclipsar que en lo femenino nos movemos siempre entre el ardor del fuego y la frialdad del hielo.Por eso el escritor Oscar Wilde decía que las mujeres están para ser amadas y no para serr comprendidas.

    Si Sr Galbis, el ángel ha de ir con mucho cuidado en el tabernáculo de la intimidad femenina, comprender lo que es ser mujer y lo que ello significa,respetar la esencia femenina,conocer sus emociones y sobre todo las relaciones de poder entre hombre y mujer, al fin y al cabo entre sus funciones no se excluye la de ser árbitro en las relaciones de pareja .

    A veces una ayudita del ángel custodio femenino no viene mal porque eso sí en mi casa mando yo Sr Galbis pero las decisiones las toma mi mujer.

  4. Yo veo un articulo lleno de sensible amor y reconocimiento a la mujer.

    Delicado, entregado y resaltando,siempre, a la mujer. Intuyo que ser ángel de una mujer es un privilegio de Dios. Y si es la Alicia que yo me imagino, estaríamos hablando de dos ángeles, como el nombre de mujer.

    Dese Rota,un abrazo.

  5. Y a partir de aquí vendrán los comentarios de la gente del PSOE sobre lo que dice la hija del señor Beresaluze.

  6. A Alicia: por si le puede servir, hombre y mujer tienen en común el ser o esse (la aseidad). La esencia adviene al esse y hace que una cosa sea la que es y no otra. Hay esencia-hombre y esencia-mujer. Algunos hablan de distinción en el nivel de la persona: persona-hombre y persona-mujer. Esto último todavía no lo he estudiado. La distinción esencial está ya muy clara en la filosofía aristotélica (V siglos antes de Nacimiento de Cristo).

  7. Gracias Luis, por dedicarme tu artículo; “DESTINO FEMENINO”. Ya sólo por este gentil detalle, mereces todas mis consideraciones.

    Resulta irrefutable negar la evidencia. Existen diferencias anatómicas entre hombres y mujeres, pero la esencia natural de ambos es la misma.

    Podría ser una tertulia interminable y muy interesante, dialogar sobre los matices entre hombres y mujeres, pero voy a ceñirme a tu artículo.

    Se supone que los ángeles, para conseguir su condición de espíritus celestiales, deben alcanzar antes una sabiduría innata que les permita comprender a su protegido, que en el caso de ser una mujer, no cambia en el contenido, pero si en la forma de llegar a ella.

    Posiblemente, las mujeres contemos con una personalidad intrínseca derivada de los múltiples cambios acontecidos en nuestro cuerpo a lo largo de nuestra existencia.
    Las fuentes de goce y disfrute son distintas, ya no solamente en el aspecto sexual, sino en todas las facetas readaptadas a las circunstancias, lo que supone tiempo para un mayor conocimiento del propio yo y las reacciones frente a las variaciones.

    Me gusta pensar sin hacer distinciones. Y creo que el secreto que ampara la paridad, no es otro que el amor.

    Partiendo de ese amor universal sin género; los hombres tienen su parte femenina al igual que las mujeres tienen su parte masculina, que aderezadas con buenas dosis de comprensión, paciencia, ternura y tolerancia, conllevan el éxito de entendimiento mutuo.

    Cada vez son más los hombres que aceptan y exteriorizan sin turbación su sensibilidad, motivo de censura, y considerado en otras épocas, patrimonio exclusivo de las mujeres. Como también ellas, se atreven a mostrar sin pudor características atribuidas a los hombres.

    Considero primordial, que un ángel, en su andadura “profesional”, reencarne ambos sexos, y encuentre la armonía entre ellos. Sólo así, conseguirá desarrollar con virtud su labor.

    La clave: Compartir en lugar de excluir. Es la única forma de conseguir entender los roles que la vida nos ha asignado, con libre derecho a elegir el que concuerde con nuestra personalidad, independiente de nuestro género.

    Si yo fuera un ángel, iluminaria con colores vivos y brillantes el camino de hombres y mujeres. Todos somos un arco iris de emociones y sensaciones, aunque nos adjudiquen un color, un sentir, predeterminado desde la cuna.

    Siempre es un máxime placer, conversar contigo Luis. Mil gracias por entregarnos tu visión del destino femenino de un ángel. Coincido contigo, no es fácil ser ángel.

    Permíteme que se lo dedique a mi vez, a todos los ángeles terrenales no alados, que nos inspiran con su presencia, reminiscencias de serenidad y paz.

    Un abrazo

    Para Wifredo. Simplemente gracias, en nombre de todas las mujeres y en el mío propio.

    Feliz descanso en Rota.

  8. En ella conviven dos ángeles, junto a los dos corazones, durante un tiempo. Un tiempo en el que seguramente habrá diálogos y cambios de impresiones en la manera de proteger a uno y al otro. Cómo me gustaría escuchar ese diálogo. Además, esta doble protección que tienen las mujeres durante un tiempo es una suerte que NO NOSOTROS NUNCA DISFRUTAREMOS; envidia sana. En todas partes hay privilegios, y yo lo celebro. Me alegran el corazón estos pensamientos, y me inspiran. GRACIAS.

  9. Alicia, gracias por tu saludo, realmente mi comentario sobre el amor universal sin genero, al que tú aludes en tu exposición, iba encaminado al amor que algún prelado de la iglesia católica
    dice poder curar por medio de la medicina tradicional, el otro amor sin genero es realmente el que se debe practicar siempre, conjugando la sensibilidad de la mujer con la mayor, como tú bien dices, injusta fortaleza atribuida al hombre, y viceversa, de esta forma el amor entre la pareja estará siempre presente. Nosotros siempre hemos tenido una máxima hacia nuestros hijos, exteriorizar nuestras sensibilidades para que aprendieran de ellas.

    Un abrazo

  10. El hombre, hoy, ha ganado en sensibilidad, en acercamiento, en capacidad de expresar alegrías y penas, en tacto…, se aleja del grito, y se aproxima, aunque le sigue costando, al diálogo y las maneras sosegadas; al tiempo que, los roles históricamente atribuidos a la mujer, y de todos conocidos, también se han visto modificados -y completados-, principalmente en ambos cosos por la evolución de los tiempos y los cambios que acarrea en la manera de comunicarse y comprenderse hombres y mujeres. Aun así, sigue siendo fácil hablar con hombres -muchos- que siguen encontrando enormes dificultades para expresar sus sentimientos y para manejar un reproche sin recurrir a la brusquedad. Pero las mejoras, en ese aspecto, son más que notables en las últimas décadas. Y todo apunta a que seguirán mejorando.
    Comparto el universo rico y complejo que atribuyes a la mujer. En todo lo expresado.
    El perfecto estado de cosas, en cuanto a las relaciones mujer-hombre, aunque yo lo llamaría, más que ‘perfecto’, aspiración a esa perfección, lo resume estupendamente Alicia, casi al final de su acertadísimo comentario: «Compartir en lugar de excluir. Es la única forma de conseguir entender los roles que la vida nos ha asignado, con libre derecho a elegir el que concuerde con nuestra personalidad, independiente de nuestro género».
    Felicidades a Alicia, por la parte que le toca en esta dedicatoria, a ella y a su Ángel. Y desde luego, también mi enhorabuena para ti, Luis, por acercarnos una vez más al mundo de las relaciones entre lo de aquí y de lo allí, en este hermoso texto. Reflexivo, intuitivo e inteligente.
    Un abrazo.

  11. Acepto su saludo Sr. Penalva y le reitero el mismo cordialmente. Permítame tutearlo con el propósito de conseguir una conversación más cercana y distendida.

    Jose, comprendo tus nervios puestos a prueba por los medios de comunicación con noticias pesimistas y deprimentes. El día a día privado, ya resulta difícil de por sí. Yo misma utilizo como una vía de evasión, leer y escribir. Mientras mi mente proyecta otros pensamientos menos catastróficos, evito caer en la desesperanza.

    Creo que te entendido, corrígeme si me equivoco. Con tu observación a las soluciones médicas, ¿te refieres a que la sensibilidad natural de un hombre es tratada erróneamente como una enfermedad? Yo añadiría; “tratamientos religiosos y fustigantes” para tratar lo que no necesita más terapia que el amor.

    Te invito a participar en el Facebook. Ofrece la posibilidad de dialogar en tiempo real, matizando puntos que de otro modo se quedan en el aire.

    No me cabe duda, de que, el sacar siete hijos adelante, merece todo un galardón, tanto para ti, como para tu esposa. He tenido la oportunidad de conocer a tus hijos-as mayores, más cercanos a mi edad, y puedo decir, sin intención de falso halago, que podéis sentiros muy orgullosos.

    No habéis tenido un ángel custodio, sino, una legión de ellos amparándoos.

    Sabéis que cada hijo, cada persona, es diferente y única. No existe un patrón determinado que sirva a todos por igual, por ello, se requiere una combinación de muchos factores, entre ellos una sicología repleta de sensibilidad y ternura, para conseguir comprender y amar.

    Tu esposa habrá tenido que asumir la fortaleza y la voluntad atribuida injustamente a los hombres, y tú, la sensibilidad asignada a las mujeres, y a la inversa, según las circunstancias. A eso es a lo que me refería en mi comentario inicial.

    Vosotros, por experiencia propia, habéis acumulado la sabiduría que refuerza los pilares de la vida. Tal y como expresaba, con acierto, mi amiga Eva Toral. Sobre esos pilares se sustentan vuestros hijos y vosotros mismos, con equilibrio, armonía y mutuo entendimiento.

    Pero existen personas, cuyo ángel guardián, puede que ande un poco despistado. Se alejan de sus semejantes en lugar de acercarse, sumiéndose en la soledad. Existe amor dentro de ellos, pero no saben amar, no alcanzan a expresarlo ni tampoco a exteriorizarlo, no conciben cómo hacerlo llegar, sujetos como están, a imposiciones rígidas y arbitrarias.

    Gracias por tus comentarios Jose, siempre resultan muy amenos de leer.

    Respecto a la alusión del Sr. Muñoz-Pellin:

    El articulo de Luis, merece, por educación aunque sea una simple mención. Mi comentario es secundario.

    Según usted; (ya no sé si es una opinión personal o un razonamiento extraído de los libros) el hombre es lo que es y la mujer es lo que es, no otra cosa ¿Cuál es su molde para un hombre y el molde para una mujer? ¿Significa esto que el hombre, sólo por ser hombre, no puede desarrollar su sensibilidad natural y la mujer no pude ni debe fortalecer su personalidad?

    O usted no me ha entendido a mí, o yo no lo he entendido a usted,o ambos no hemos sabido explicarnos

    Saludos a todos

  12. Muchísimas Gracias Claudio. Me has entendido a la perfección.
    Tú eres un ejemplo verídico de lo que han avanzado los hombres en la sociedad actual, lo que ha permitido derribar muchas barreras emocionales entre hombres y mujeres, y un mayor acercamiento.
    Tu ángel de la guarda es muy inteligente.

  13. Estoy de acuerdo con Jose Penalva, Alicia y Claudio
    Hace dos años pedí consejo a un sacerdote, (vengo de una familia católica) porque estaba hecho un lio con mi orientación sexual, y con pocas palabras me dijo que era un deforme, un enfermo mental y no sé cuantas barbaridades mas, y que tenía que tratármelo con un siquiatra.
    No soy ningún pervertido pero me lo hizo creer.

    Para muestra basta un botón:

    http://www.autorescatolicos.org/ernestomariacarohomo.htm

    Me dejo destrozado, pero a través de internet conseguí contactar con otros sacerdotes y les expuse mi “problema” , uno de ellos me envió la carta que 50 sacerdotes gays hicieron pública:
    “Carta abierta a los creyentes” (Resumida, porque es bastante larga)

    Somos sacerdotes católicos con tendencias homosexuales, diocesanos y religiosos, y el hecho de ser así no nos ha impedido ser buenos curas. Algunos de los firmantes son misioneros; otros, párrocos y pastores de almas que viven su ministerio con dedicación y profesionalidad.

    Queridísimos hermanos y queridísimas hermanas en Cristo: nosotros consideramos nuestra homosexualidad como una riqueza, porque nos ayuda a compartir la marginación y el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas; parafraseando a San Pablo, podemos hacernos todo para todos, débiles con los débiles, marginados con los marginados, homosexuales con los gays”.

    “Esta Iglesia que ha recibido el ministerio de la reconciliación necesita reconciliarse con el mundo gay, del cual forman parte muchos creyentes y muchísimos otros hijos e hijas de Dios: hombres y mujeres de buena voluntad que tienen derecho a encontrar en ella cobijo para su alma”.

    “Queridísimos hermanos y queridísimas hermanas en Cristo, como toda persona honesta no podemos negar nuestra fragilidad, condición de la naturaleza humana: llevamos el don de Dios en vasijas de barro, pero nuestra situación no es un obstáculo para ser pastores según el corazón de Dios”.

    «Nos sentimos los hijos abandonados y no amados de la Iglesia a la que le hemos prometido y dado fidelidad y amor. Nos sentimos hermanos menores en un presbiterio en el que se nos obliga a entrar clandestinamente”.

    “No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi padre del cielo” (Mt 10, 26-33).

    ¿Qué tiene que decir el padre Javier a todo esto?
    Me gustaría una franca opinión suya, no sacada de sus libros de filosofía, pero dudo conteste, como siempre hace, que se sale por la tangente. Y soy creyente y soy catolico, pero los gays NO SOMOS ENFERMOS como la iglesia quiere hacernos creer.

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